domingo 24 de noviembre de 2024
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Federico Storani presentó su primera novela: Almas quemadas

En un salón colmado de amigos de la política, el periodismo y su familia, el dirigente político de la UCR de la provincia de Buenos Aires, varias veces diputado nacional y exministro del interior, presentó una novela coeditada por Aurelia Rivera y Eudeba: Almas quemadas.

Hasta ahora, Storani, un excelente orador, solo había publicado un libro de filosofía: El techo del cielo. Acompañado por Danila Terragno, en un diálogo ameno, fue una charla que recorrió no solo la obra literaria sino parte de su vida como joven universitario comprometido durante la década del setenta.

Ahora nos presenta un thriller político/policial, para el que se traslada a la década del setenta, aunque en permanente diálogo con el presente.

La lucha de esos años, la experiencia militante, la cárcel y el trabajo de un político en la actualidad nos lleva por una ciudad, La Plata, que será claramente reconocida en sus rincones, sus sitios, su noche por el lector avisado.

Desde su contratapa el autor nos cuenta:

“María y Manuel son exitosos en sus respectivos trabajos y vocaciones. Ella es periodista y él es político, pero están atrapados por hechos del pasado que les produce una permanente sensación de insatisfacción les impide vivir en plenitud.

Se conocen y juntos intentan resolver esa situación que los persigue y agobia, guiados por la intuición y la necesidad. Para ello idean un plan que deciden llevar adelante plagado de intriga, suspenso, riesgo e incertidumbre.

La trama crece en clima de sensualidad y pone en la superficie los ricos matices psicológicos de los personajes y la ambivalencia de sentimientos y emociones se van superponiendo hasta confundirse sumergidos en contradicciones muy humanas.

¿Es justicia o es venganza? Cualquiera que fuera la respuesta dispara un nuevo interrogante: ¿Los aproxima o no a la felicidad?

El compañerismo, la solidaridad, la fraternidad y el amor en sus más amplias expresiones confrontan con sutileza sin caer en estereotipos con el egoísmo, la vanidad, el individualismo y la carencia de escrúpulos en las relaciones personales y en la disputa del poder.

La magnífica pintura de época en pasado y presente junto a la irrupción de personajes entrañables o detestables enriquecen la narración y la hacen atrapante.

La utilización de la prosa poética embellece el relato sin que por ello decaiga el suspenso y el ritmo de vértigo que se impone hasta el desenlace de la trama.

Almas quemadas es una novela imprescindible para comprender una etapa de nuestra historia que nos proyecta mucho más allá de los hechos objetivos a la vez que nos interpela como sociedad en el presente”.

El libro contó con la cuidadosa edición de Aurelia Rivera en una primera experiencia de coedición con Eudeba.

 

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