Hace una semana los radicales nos juntamos en Córdoba en un encuentro programático organizado por la Fundación Alem, al cual tuve la posibilidad de asistir. Primero quiero contar que la Fundación Alem depende de la UCR y congrega a radicales de todos los sectores, no solo en la teoría, sino en la práctica. Así la reunión fue iniciada por el Presidente de la UCR, Gerardo Morales, el Presidente de la Convención, Gastón Manes, y el otro precandidato radical, Facundo
Manes, y el Presidente de la Fundación Alem, Agustín Campero. Hoy los equipos de la Fundación desbordan de militantes, cerca de 900 especialistas de todo el país asisten, a los diversos equipos donde se elaboran análisis sectoriales y propuestas específicas, el borrador del documento que se llevará a la Convención Nacional en junio tiene 380 páginas y forma parte de las propuestas que los radicales llevamos a los grupos de la coalición para discutir las propuestas de gobierno para el año próximo.
Manes, y el Presidente de la Fundación Alem, Agustín Campero. Hoy los equipos de la Fundación desbordan de militantes, cerca de 900 especialistas de todo el país asisten, a los diversos equipos donde se elaboran análisis sectoriales y propuestas específicas, el borrador del documento que se llevará a la Convención Nacional en junio tiene 380 páginas y forma parte de las propuestas que los radicales llevamos a los grupos de la coalición para discutir las propuestas de gobierno para el año próximo.
Es un lujo de los radicales escuchar a los exponentes técnicos de Manes y Morales dar una visión de la economía, poniendo los acentos donde resaltan a sus referentes, sin agredirse, ni decir cosas distintas, exponiendo los puntos fuertes (como la gestión de Morales, o las ideas modernas de Manes) pero, expresando un país posible, racional, un partido con una historia de coherencia, pero, también de gobierno, con gestión.
Tal vez ser previsible forma parte del acervo del radicalismo, ningún periodista avezado va a esperar a ver que dice Morales o Manes para saber las ideas, la forma de pensar del radicalismo.
No es el caso del peronismo, donde los mismos que entendían que Carlos Menem era el mejor presidente de la historia argentina, luego lo maltrataban sin ponerse colorados,así los mismos que hacían campaña por la amnistía, o la convertibilidad, o las AFJP, o la privatización de YPF, luego piden justicia o nacionalizan lo que privatizaron.
El radicalismo tiene otra forma de ver el país, sin que los cambios sean sobresaltos absurdos, y por eso cuando se juntan los técnicos piensan parecido, simplemente porque se formaron escuchando, creyendo las mismas ideas de siempre.
Como siempre los radicales al juntarnos hablamos entre nosotros, pero, las diferencias de estilos entre nuestros candidatos suman y no generan escándalos en la prensa, simplemente porque los radicales estamos acostumbrados -tal vez en exceso- a discutir los matices, las candidaturas, una y otra vez, no esperamos que nadie ordene la interna, ni con recursos, ni con un liderazgo vertical, no esperamos que ni un Macri o Cristina nos diga qué hacer.
Los radicales nos recibieron felices, la Franja Morada acababa la noche anterior de derrotar a todo el peronismo unido en los claustros de la Universidad de Córdoba, en forma más que contundente y arrebatando centros de estudiantes, y los carteles morados y las banderas moradas en la Universidad eran el signo visible de un radicalismo de pie, ganando elecciones.
Otra cosa que era llamativa era la Ciudad de Córdoba donde el peronismo se quedó con toda la cartelería y no había una sola foto de los candidatos de Juntos en la Ciudad (cuyo intendente es el candidato peronista) y donde De Loredo camina primero apoyando a Luis Juez como candidato a gobernador (con vice radical) y luego en su propio interés como candidato a intendente capitalino.
Luis Juez agradecía poder hablar en un evento radical y todo el apoyo que desde el comité Nacional le dan a su candidatura.
Un encuentro radical que permitió a especialistas de todo el país juntarse, verse, y escuchar las ponencias del congreso tal vez, sea un paso más para ir a un radicalismo que lidere o no el próximo gobierno, sea parte con las ideas de siempre, dando previsibilidad, coherencia, después de un gobierno que en cuatro años no pudo diseñar un plan de gobierno, los argentinos nos merecemos algo mejor, vale la pena el esfuerzo y cerrar un ciclo autoritario e ineficaz en la Argentina.