jueves 9 de mayo de 2024
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Anarcopatriotismo

El 2 de abril se realizó el acto central por el 42 Aniversario del Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas con la presencia del Presidente y la Vicepresidenta.

El Presidente profirió un discurso que ha dejado interrogantes sobre cuál es su interpretación respecto de los roles históricos y políticos de las fuerzas armadas argentinas.

El Jefe de Estado realizó una reivindicación de las fuerzas armadas como defensoras del territorio nacional frente a una invasión extranjera. Si bien apoya su afirmación en una referencia ambigua al siglo XIX, no se remite a las guerras de la independencia sino a la Presidencia de Julio A. Roca: “comprendió como nadie el mandato de una economía prospera y de unas Fuerzas Armadas respetadas como base de una nación grande”.

Esta es la única referencia histórica a la que acude el Presidente quien se proclama defensor de las Fuerzas Armadas “frente a grupos y organizaciones que las desprestigian” y que no identifica, con lo cual endilga tal caracterización a todo el espectro político argentino.

El Presidente eludió referirse al hecho que la ocupación de las Islas Malvinas fue realizada por una dictadura militar y que existió el Informe Rattenbach [i] que fuera encargado y después ocultado por la Dictadura militar y que en sus conclusiones proponía severas penas para quienes habían ordenado y dirigido la ocupación.

Con tal grado de ambigüedad se coloca al dictador Galtieri y al resto de los jerarcas militares en un pie de igualdad con sus subordinados falseando así el motivo de la conmemoración.

El Presidente no se ha referido nunca al siglo XX evitando pronunciarse sobre el abandono que las fuerzas armadas hicieran del rol de defensores de la soberanía territorial para asumir una función tutelar sobre la sociedad argentina que los llevara a encabezar desde una presunta superioridad moral  los golpes de Estado contra los gobiernos elegidos entre 1930 y 1983.

Tampoco el Presidente ha reconocido que la victoria inglesa en la guerra nos alejó de la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 10 de junio de 1965 realizada bajo el gobierno del Dr. Arturo U. Illia.

La Resolución 2065 reconocía la controversia sobre la soberanía de las islas del Atlántico Sur e instó a las partes a solucionar la disputa a través de conversaciones que tuvieran en cuenta los intereses de los habitantes y no sus deseos por tratarse de una población implantada.

La derrota argentina les dio a los ingleses argumentos para no retomar las negociaciones y sostener el principio de libre determinación de los isleños. Nos colocó en el peor de los mundos.

El Presidente  oscurece aún más su juicio sobre la situación de las fuerzas armadas en el orden democrático cuando les formula una invitación para concurrir al Pacto de Mayo.

El Presidente, conforme a la Constitución Nacional es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, burocracia militar que integra el Estado y está sometida a la autoridad directa del Poder Ejecutivo.

La convocatoria, aunque sea solo como invitados a observar, ¿supone  un reconocimiento a la corporación militar como actor político?

Si así lo fuere,  el Presidente estaría llevándonos a un lugar del que supimos salir cuando celebramos el pacto democrático que impide a las fuerzas armadas intervenir en conflictos políticos internos.

El abandono del militarismo nos ha permitido sobrellevar crisis económicas e institucionales profundas sin salirnos del marco democrático que brinda la Constitución Nacional. Es una nota distintiva de la Argentina respecto de otros países latinoamericanos.

La reivindicación de las fuerzas armadas no debe pasar por una convocatoria corporativa a un acto político. Las fuerzas armadas argentinas necesitan salarios dignos, equiparación profesional con los militares de los países vecinos y recursos adecuados para cumplir las distintas tareas que involucran a la institución y garantías para el desarrollo de sus carreras.

El Presidente debería cuidarse de llamar a las brujas.

[i] Informe Final de la Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades Políticas y Estratégico Militares en el Conflicto del Atlántico Sur,

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