Declaración de la Internacional Socialista sobre el COVID-19.
La diseminación generalizada y sin precedentes del coronavirus a través del mundo amenaza la vida y la subsistencia de seres humanos en cada continente y de todos los sectores sociales. Esto demuestra cuán interconectado e interdependiente es el mundo, y en la lucha por superar esta pandemia global la cooperación internacional es crucial. El multilateralismo y la solidaridad son la piedra angular de nuestras convicciones socialdemócratas y de los valores y principios que nos unen en nuestra Internacional, y permaneceremos juntos en estos críticos momentos para poder vencer esta amenaza global.
Estos son tiempos que llaman a una verdadera solidaridad. Al enfrentar esta emergencia mundial, la prioridad inmediata es salvar vidas, asegurando que aquéllos que son los más vulnerables a la enfermedad estén protegidos. Sabemos que todos nuestros partidos miembros en sus respectivos países hacen todo lo que pueden para prevenir y detener la propagación del virus y para apoyar los incansables esfuerzos de los trabajadores de la salud y de los profesionales médicos que se encuentran al frente de la línea de batalla.
Las difíciles consecuencias económicas de la epidemia causan un alto grado de inseguridad y sufrimiento. El alcance total de los daños a la economía mundial debido a la diseminación del COVID-19 no se conocerá hasta dentro de un tiempo, pero los gobiernos necesitan actuar decididamente para mitigar las dificultades económicas que se presentan a muchos de los más pobres en nuestras sociedades, como también a migrantes, refugiados y poblaciones marginales. La comunidad internacional debe también dar asistencia a aquéllos que en diferentes partes del mundo no cuentan con la infraestructura y los recursos necesarios para combatir el virus y dar tratamiento a los que sean infectados.
La pandemia del coronavirus ha puesto de relieve en forma dramática, nuestra posición sobre la necesidad básica de contar con servicios de salud fuertes y eficientes, como también con el derecho de todos los ciudadanos a un acceso sin trabas a servicios de salud. Ha subrayado igualmente el importante papel que desempeñan los gobiernos para prestar asistencia a sus ciudadanos durante momentos de emergencia nacional, y el valor permanente de unos servicios públicos fuertes y eficaces.
Hemos sido testigos de limitaciones a las libertades individuales a fin de salvar vidas, mediante la adopción de medidas restrictivas para disminuir la diseminación de la epidemia, como también el uso de vigilancia digital. Junto con reconocer que tales medidas sin precedentes son una herramienta para combatir la pandemia, ellas necesitan ser transparentes, con plazos de tiempo limitados y responsables frente a una supervisión democrática, y no debe ser utilizada como pretexto para socavar a las instituciones democráticas, a la libertad de información y al derecho a la vida privada.
Estos son momentos de desafíos para todos nosotros, los que nos dan una nueva perspectiva, un nuevo conocimiento y comprensión de nuestras vidas y sociedades. En una hora en que estamos más que nunca conscientes de nuestra humanidad común, necesitamos superar los conflictos y trabajar unidos en solidaridad los unos con los otros. Como lo expresó el Secretario General de la ONU António Guterres sólo unos días atrás, es imperativo que los combatientes en conflictos depongan sus armas y se unan a la lucha contra el enemigo común – el coronavirus.
Como socialdemócratas, como un movimiento internacional, como partidos y como individuos, todos somos parte de los esfuerzos por superar la pandemia del COVID-19. En este momento nuestra familia política permanece firme en solidaridad con todos sus miembros, con aquéllos en gobierno y aquéllos en la oposición en sus esfuerzos por asegurar una salida rápida, justa y humana de esta crisis.
George Papandreu, Presidente.
Luis Ayala, Secretario General