lunes 31 de marzo de 2025
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Sobre memorias, demonios y aprendizajes

Nos encontramos frente a un nuevo aniversario del último golpe cívico-militar que tuvo lugar en nuestro país el 24 de marzo de 1976 y, como suele suceder en cada aniversario, tiene lugar una inacabada polémica respecto de los orígenes de la violencia política como así también de la identificación de los “demonios” a combatir.

En esta oportunidad, ya durante su segundo año de gestión, el gobierno de Javier Milei difundió un nuevo video, con la narración del ideólogo gubernamental Agustín Laje, destinado a ofrecer una Memoria Completa (la del enunciador oficial) descartando otras opciones como parciales y sesgadas (memorias incompletas).

Con la impronta propia de un gobierno con pretensión fundacional se intenta elaborar una narrativa sobre el origen de violencia política como así también sobre los demonios a enfrentar que vendría a representar una visión superadora de la teoría alfonsinista “de los dos demonios”, Guerrilla y Fuerzas Armadas, y kirchnerista “de un solo demonio” las Fuerzas Armadas; esta versión oficial de una Memoria Completa transita de manera confusa, a lo largo de 19 minutos, entre una reivindicación de la represión ilegal y la denostada “teoría de los dos demonios”.

Resultaría más fructífero quizás reflexionar en esta ocasión sobre aquellos aprendizajes que ha dejado aquella traumática experiencia: en primer lugar el rechazo de la violencia política como herramienta para resolver conflictos, en segundo lugar la aceptación de la alternancia política.

La política argentina, a lo largo de 40 años de democracia, ha hecho del rechazo a la violencia política un procedimiento aceptado por el conjunto de los actores políticos en nuestro país; el atentado a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner en 2022, ampliamente repudiado, ha representado una excepción a esta regla. No obstante, deben ser señalados el incremento de la violencia verbal y la creciente descalificación del adversario político en los últimos 15 años como señales de un posible retroceso en la convivencia política.

No obstante la tentación hegemónica que ha caracterizado al conjunto de las élites políticas, la alternancia política representa un valor aceptado. Las consecuencias más destacadas de este proceso de aceptación de la alternancia política han sido en primer lugar un peronismo derrotado por la vía electoral y no derrocado por medios extra-institucionales y en segundo término la emergencia de una derecha que, no encontrándose representada por algún partido orgánico, apeló a vías extra-institucionales entre 1930 y 1983 y en esta etapa democrática se ha constituido como una alternativa electoral competitiva y con acceso al gobierno en los casos de Propuesta Republicana-PRO y La Libertad Avanza-LLA.

Resulta necesario entonces destacar en esta oportunidad este proceso de aprendizaje en el contexto de una democracia con escasos activos y múltiples promesas incumplidas, dado que con la democracia “no se come, no se cura ni se educa”.

Publicado en Clarín el 25 de marzo de 2025.

Link https://www.clarin.com/opinion/memorias-demonios-aprendizajes_0_wMqstJX246.html

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