Durante 2022 la provincia de Santiago del Estero recibió recursos de origen nacional por un total de 255 mil millones de pesos (212 mil millones de coparticipación, 22 mil millones de Financiamiento Educativo, 9 mil millones de Bienes Personales y 6 mil millones de Consenso Fiscal, entre otras fuentes).
En lo que va del año va recibiendo 257 mil millones de pesos, de los cuales 208 mil millones son de coparticipación neta.
El presupuesto de la Provincia está compuesto en un 80% aproximadamente por recursos nacionales y un 20% por recursos propios. El superávit de 2022 fue 21.200 millones de pesos, es decir, casi el 10% de los recursos. El superávit surge por subejecucion presupuestaria en áreas claves como Salud y Educación.
Con un 46,5% de pobreza, 6 de cada 10 niños pobres y 4 en extrema pobreza, el presente y el futuro de los santiagueños está depositado en plazos fijos generando renta.
El superávit provincial se usa para pagar bonos en tiempos electorales a empleados públicos. A ellos previamente durante todo el año, el oficialismo le paga muy por debajo del promedio nacional. En otros términos, se les devuelve lo que sería de ellos en un contexto de progreso laboral y plan de carrera. Con el bono se busca sistemáticamente el golpe de efecto en la época del año de las elecciones y, dado que en Santiago del Estero se vota prácticamente todos los años, esta práctica es parte del folklore local, como una especie de premio pero no asociado a la productividad. El uso electoral de la renta de plazos fijos de la Provincia se traduce en falta de inversión en Educación, Salud, en proyectos que impacten en la transformación productiva para más fuentes laborales y mejor remuneradas. Santiago del Estero cuenta con un mercado de trabajo con serios problemas estructurales: desaliento laboral, subempleo invisible, altos niveles de informalidad, bajas remuneraciones en el sector privado registrado, altos niveles de sobreocupación y profundas desigualdades en la incidencia del desempleo por edades, y sobre todo por sexos.
Y en este contexto, un nuevo bono.
En resumen, el bono de 400 mil pesos anunciado por el oficialismo, que se pagará en 4 cuotas a los empleados públicos, es el equivalente a la renta que el zamorismo genera todos los años a través del superávit de las cuentas públicas. Dicho superávit no es más que el reflejo de las carencias de los santiagueños.