El Directorio de Aerolíneas Argentinas designó hoy a Fabián Lombardo como nuevo presidente de la compañía en reemplazo de Pablo Ceriani, quien presentó la renuncia al cargo el 10 de diciembre último tras la asunción del nuevo Gobierno.
Lombardo, quien hasta el momento se desempeñaba al frente de la Dirección Comercial, Planeamiento y Gestión de Rutas de la compañía, también ejercerá la función de Gerente General.
El flamante titular de Aerolíneas Argentinas posee una amplia trayectoria en la industria aerocomercial, ya que comenzó su carrera profesional en la desaparecida aerolínea brasilerña Varig, donde ocupó múltiples posiciones ejecutivas teniendo a cargo la gerencia de pricing, encargada de establecer precios de productos o servicios que sean rentables y que permitieran a la empresa maximizar sus ingresos y beneficios.
También ejerció la dirección de revenue management de Varig, dedicado a la fijación de precios de las rutas que la firma brasileña tenía en América del Sur, así como los destinos internacionales entre los que se encontraban Italia, Medio Oriente, Alemania, países de Europa del Este y Chile, entre otros.
En el año 2009 y luego de desempeñarse como director de ventas exterior en la también brasileña Gol Linhas Aéreas, se sumó a Aerolíneas Argentinas como gerente de ventas internacionales, pasando a ocupar el rol de gerente del área comercial desde 2013.
Entre el 2015 y el 2019 fue representante para Argentina, Paraguay y Uruguay de Tap Air Portugal y Azul Linhas Aéreas, llegando incluso a ocupar el cargo de gerente general para América del Sur de la compañía brasileña.
Finalmente, a partir de 2019 y hasta la actualidad, estuvo al frente de la Dirección Comercial, Planeamiento y Gestión de Rutas de Aerolíneas Argentinas.
Lombardo se hace cargo de Aerolíneas en un momento de transición, luego de que el presidente Javier Milei anunciara días atrás el decreto de Reforma del Estado, en el que establece, entre otras medidas, la posibilidad de que la línea aérea pueda ser privatizada.
El Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 contiene más de 300 medidas, de las cuales varias involucran de manera directa a la aviación, reinstalando a la Argentina dentro de la política de cielos abiertos; la desregulación de los servicios de rampa en los aeropuertos; la liberalización de las tarifas; y la derogación de la norma que impedía una nueva privatización de Aerolíneas Argentinas.
En lo que hace a la situación de Aerolíneas Argentinas, el DNU sustituye el artículo de la Ley N° 26.412 y sus normas modificatorias y complementarias, en la que se determinaba que “en ningún caso el Estado nacional cederá la mayoría accionaria de la sociedad, la capacidad de decisión estratégica y el derecho de veto en las decisiones de la misma”.
Y autorizó “la cesión, parcial o total, del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas S.A. y Austral Líneas Aéreas – Cielos del Sur S.A. y de sus empresas controladas (Optar S.A., Jet Paq S.A., Aerohandling S.A.), a los empleados de las respectivas empresas de conformidad con el Programa de Propiedad Participada”.
La nueva norma aclaró que “la cesión de los nuevos derechos se prorrateará entre los empleados que decidan participar en dicho programa de ampliación” y que “los empleados que participen de más de una de estas empresas deberán optar por su participación en una de ellas”.
El 4 de diciembre último, la empresa difundió un comunicado en el cual se señalaba que proyectaba cerrar su balance 2023 con ganancias por US$ 32 millones y habiendo ejecutado 0 por ciento del presupuesto asignado para este año.
Destacaron que de esta manera se alcanzaba el equilibrio financiero por primera vez desde 2008, cuando la compañía volvió a estar en manos del Estado nacional.
El comunicado de Aerolíneas subrayó que la compañía había reducido “significativamente su déficit desde que en 2019 alcanzara los US$ 667 millones” y especificaba que, durante los años 2020 y 2021, los dos años de pandemia, el déficit “se situó en US$ 654 y US$ 439 millones respectivamente, mientras que en 2022 se redujo a US$ 246 millones”.
Además, sostuvo que en agosto de 2023 se presentó un balance semestral con un déficit de US$ 48 millones, lo que significó una reducción del 61% comparado con el mismo período de 2022 y, a su vez, una baja del 80% respecto al mismo período de 2019.
Otro dato destacado en el comunicado del 4 de diciembre, fue que la compañía aumentó los ingresos por ventas, estimando cerrar el año en US$ 2.126 millones; un 24% más que en 2022 y un 34% superior a 2019. También se destacaron los US$ 100 millones que la empresa logró ingresar a través de un fideicomiso administrado por BICE Fideicomisos, empresa del Banco de Inversión y Comercio Exterior.
Asimismo, en 2023, Aerolíneas transfirió al Estado $ 176.000 millones, contra los $ 6.000 millones que recibió correspondientes al presupuesto 2022, que, a su vez, fue ejecutado en sólo un 67%.
Explicaban finalmente que, todos los ejercicios contables fueron auditados por la Auditoria General de la Nación y por la consultora internacional KPMG.
Tras la difusión del DNU, los gremios que conforman la planta de trabajadores de Aerolíneas, se declararon en “estado de alerta” en rechazo a la posible privatización de la compañía.