domingo 1 de diciembre de 2024
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Qué significa ser ciudadano

La experta diplomática Elsa Kelly recibió la mención de Personalidad Destacada otorgado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. A continuación reproducimos su discurso de agradecimiento.

Buenas tardes, mi saludo a todos por estar aquí esta tarde tan significativa para mí.

En primer lugar querría expresar mi muy sentido agradecimiento a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y especialmente a la Diputada Marilú Gonzalez Estevarena por este reconocimiento que me ha conmovido mucho.

Siempre me he sentido orgullosa de ser ciudadana de esta ciudad que considero una de las más hermosas del mundo. Y es mi ciudad… Creo de verdad que Buenos Aires tiene una vida, un alma propia que la distingue de otras ciudades y que merece todos los poemas y canciones que le han dedicado distinguidos poetas de la talla de Jorge Luis Borges y otros que han reflejado de diferentes maneras la belleza de Buenos Aires como la poesía del gran Santos Discépolo, indisolublemente unida a nuestra música ciudadana.

Este es el momento en que también quiero recordar a las personas que me han acompañado en distintos momentos de mi vida, la primera de todas, mi madre, que si bien ya no está con nosotros me acompaña hasta el día de hoy y a quien debo todo lo que soy.

Querría también mencionar a mis amigos que son mi familia extendida, Pablo Garzonio que muchos de Uds. seguramente conocen y a quien considero un hermano.  A quienes me acompañaron en circunstancias particularmente difíciles, Jorge Mauhourat y Raúl Alconada Sempé, que fueron mis dedicados Subsecretarios durante el periodo de mis funciones como Vicecanciller.

A mis amigas que siempre están, en las buenas y en las malas, Elva Roulet, Liliana Bounoure, Miriam Barton de Carballeda, María Isabel Fernandez Orge, Silvia Cucovas, Patricia Dunsmore, y muy especialmente quiero recordar aquí a alguien que fue para mí la hermana que no tuve y que nos dejara muy recientemente, Susana Ruiz Cerutti.

Hay muchas otras personas que también me hubiera gustado recordar hoy, pero no sería posible mencionar a todas. Mencionaré tan solo una más, el que fuera mi esposo Ricardo Guibourg, con quien conservo una hermosa amistad más allá de nuestra separación. A todos ellos les estaré siempre muy agradecida por todo el afecto, apoyo y acompañamiento a lo largo de mi vida.

No es mi deseo extenderme demasiado en esta ocasión, pero sí querría hacerlos partícipes de algunas consideraciones que apuntan a algunos desafíos que es posible que aparezcan en el futuro.

He reflexionado mucho últimamente sobre qué significa ser “ciudadano”. Es un concepto que como tal heredamos de los antiguos griegos y romanos, que se refiere a la pertenencia a una comunidad que convive en un determinado lugar, a personas que se sienten unidas por una suerte de convivencia que exige el respeto de ciertas reglas que todos deben acatar y que reconocen como constituyendo el eje de esa convivencia. Sus características están asociadas de algún modo a conceptos tales como pertenencia, unidad, convivencia en un lugar geográfico determinado, personas que conviven, reitero, gracias al respeto de un conjunto de reglas que habilitan la convivencia y de cuyo cumplimiento son responsables.

Si examináramos de una manera muy sintética y esquemática la historia de nuestro país, creo que podríamos concluir que el desafío, la cruzada más importante y más difícil a partir del hecho de su independencia de España, fue lograr una organización nacional que reuniera, bajo un mismo orden constitucional, a todas las provincias, lo que fue lográndose en distintas etapas hasta culminar en la tan ansiada y necesaria unidad en 1860 con la adhesión de  la Provincia de Buenos Aires a la Constitución de 1853 con la que se estableció la Confederación de la República Argentina.

No fue fácil lograr mantener el pleno respeto y vigencia de la Constitución, reformada varias veces. Recién a partir de la recuperación de la democracia en 1983 podemos decir que convivimos como nación en una relativa paz bajo el sistema establecido en la Constitución de 1853, dejando atrás las convulsiones políticas operadas por los golpes militares*. Ese es un logro realmente extraordinario ya que las confrontaciones políticas han sido importantes, no obstante ello pareciera que la ciudadanía argentina ha mantenido firme su apoyo y consenso a la Constitución permitiendo que dichas confrontaciones se resuelvan mediante elecciones y de conformidad con la Constitución. Jamás debiéramos perder de vista esto como así la decisión de defender a rajatabla este sistema.

Toda Constitución refleja la identidad del pueblo del país que la ha adoptado. La Argentina no es una excepción. Nuestra Constitución define nuestro ADN nacional, lo que somos y en última instancia lo que nos hemos propuesto ser como Nación, de conformidad con sus normas tanto en lo que concierne a las libertades y garantías de todo ciudadano, como en lo que respecta a la naturaleza republicana de nuestro sistema político que define el marco y los límites del accionar del gobierno.

De ahí la importancia de conocerla a fondo, lo que puede lograrse si se la difunde en el sistema educativo nacional como parte de la educación ciudadana a todo nivel.

Hoy el mundo y también nuestro país están siendo sacudidos por grandes cambios y desafíos. Estamos asistiendo globalmente en el mundo a un cambio de época y muy probablemente también a un proceso de cambio de paradigma. Son tiempos inciertos que causan inquietud e incertidumbre de cara al futuro. Nuestro país enfrenta un proceso de cambios muy importantes buscando su inserción en el mundo.

El gran desafío hoy es lograr que esos cambios se decidan de modo racional y de conformidad con las reglas de convivencia establecidas en nuestra Constitución nacional que es la garantía que tenemos los ciudadanos de que los mismos se ajusten al estado de derecho. Por eso es tan necesario que la Constitución cuente con el consenso consciente de la ciudadanía.

Ser conscientes de la importancia de mantener viva la democracia, que garantiza el sistema representativo, republicano y federal de la Constitución frente a tantos desafíos, no es algo que ocurrirá naturalmente.

Vigilar y cuidar la vigencia de las instituciones no ha sido en el pasado  una preocupación constante de la ciudadanía. Mirando hacia atrás, la experiencia histórica indica que muchas veces nos hemos acordado tarde de la importancia de mantener vigentes, vivos, los derechos, las libertades y las garantías que la Constitución brinda a los ciudadanos y habitantes de este país. Vigilar a conciencia el mantenimiento del estado de derecho y el respeto de las instituciones establecidas en nuestra Constitución debería ser considerada como la responsabilidad primaria de la ciudadanía.

Toda sociedad que se halla en un proceso de cambios profundos transita por caminos peligrosos que, de no estar atentos, pueden conducir al establecimiento de gobiernos autoritarios, a dictaduras disfrazadas que presumen de estar apoyadas por el consenso popular, pero que en realidad acaban por destruir la convivencia ciudadana, imponiendo un régimen político de pensamiento único conculcando de ese modo las libertades más esenciales del ser humano.

La ciudadanía debe estar atenta a que ningún proceso de cambio pueda destruir el sistema establecido en nuestra Constitución, o sea la democracia representativa, republicana y federal, único sistema que puede en verdad garantizar la paz social en la Argentina. Todo es aceptable dentro de la Constitución y la ley y nada debe admitirse fuera de ella. Esto es lo que quería transmitirles hoy, al agradecer nuevamente este honor que me ha brindado la Legislatura de mi ciudad.

Por último, querría agradecer la presencia de todos Uds. esta tarde y expresarles mi gran alegría de verme tan bien acompañada en este día tan especial para mí.

*La Constitución de 1853 fue objeto de reformas importantes en el período transcurrido durante el Siglo XIX, seguido de interrupciones de su vigencia y a distintas reformas durante el Siglo XX, siendo la última la efectuada en 1994 y que se mantiene hasta ahora vigente. 

 

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