Desde la certeza de la necesidad de producir un ahorro energético, el diputado nacional, Julio Cobos, presentó un proyecto de ley en la Cámara baja por el cual propone cambiar el huso horario, que tiene como rango actual (-3), y llevarlo a (-4) al Oeste del meridiano de Greenwich, en concordancia con la que le corresponde a la Argentina dentro del Sistema Internacional.
En rigor el legislador radical mendocino volvió a presentar la iniciativa que había impulsado en el anterior período parlamentario y desde su cuenta de X alertó que “Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que reamente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes”. En los fundamentos del proyecto, Cobos brindó algunas precisiones para robustecer las motivaciones de la presentación de la iniciativa y, en tal sentido, explicó que “el territorio de la República Argentina se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario de 4 horas al Oeste de Greenwich, solamente la zona cordillerana ingresa en el huso de 5 horas oeste. El contexto internacional genera la necesidad de corregir el actual huso horario dado que el mundo atraviesa una situación crítica en lo que respecta a la energía, agravada por las tensiones generadas por la guerra en Ucrania”.
Cobos refirió en aquel proyecto que presentó que el precio internacional del carbón, del gas y del petróleo había aumentado de forma considerable en el último tiempo y que se preveía que siguiera incrementándose durante 2022, lo que acrecentaría las presiones inflacionarias en la Argentina. “En tal sentido, la balanza comercial energética de la Argentina registró en 2021 un déficit de 1.600 millones de dólares”, tras lo cual apuntaba entonces que una proyección de la consultora Ecolatina anticipaba que – dado el aumento en las cotizaciones internacionales – el rojo podría llegar a los 2.700 millones de dólares este año. “Los estudios sobre la información climática nos ayudan a entender cuál es el huso horario más conveniente para la actividad y el bienestar del ser humano”, remarcó.
A su vez, apuntó: “Los indicadores dinámicos de predicción de iluminación, centrados en el ser humano nos ayudan a entender cuál es la luz adecuada en el momento correcto y del tipo correcto. El país hoy tiene una de las mayores diferencias entre la hora solar y la hora oficial, lo que afecta no solo al consumo de electricidad sino también al desempeño escolar de nuestros alumnos como así a los diversos comercios”. Y completó: “La educación es uno de los principales sectores damnificados en el desfasaje entre la hora solar y la hora oficial. La gran mayoría de los alumnos, en las distintas latitudes del país, comienzan su jornada en plena oscuridad, produciéndose así un efecto negativo en su desempeño escolar”.
En su articulado, el proyecto establece que el Poder Ejecutivo Nacional invitará a los países integrantes del MERCOSUR a establecer sus horas oficiales, dentro de sus respectivos husos horarios, coordinando sus fechas de modificación a fin de facilitar, entre otras, las relaciones de sus actividades comerciales, bursátiles, bancarias y de transporte. “Dicha coordinación propondrá el mayor aprovechamiento de la luz solar en procura de un uso eficiente de la energía, la preservación de los recursos naturalezas y un menor gasto de la población en consumo de energía eléctrica”.
Cobos pidió la aprobación de su proyecto por entender que “busca una mayor coincidencia entre la hora solar y la oficial con el fin de lograr activar el sistema circadiano de cada persona”; explicó que “la energía solar es un recurso ilimitado, que favorece la transición energética hacia energías más renovables que las que se emplean de manera tradicional” y destacó la necesidad de logra el objetivo de “ahorrar la luz artificial cuando no sea necesaria y de incorporar los beneficios a la salud que conlleva la luz natural”.