El peronismo navega la tormenta de la elevada inflación, la suba del dólar y la falta de propuestas para atender la crisis. Los libertarios, que sumaron el apoyo de Macri y Bullrich, intentan pescar votos entre desencantados o en blanco.
El peronista Sergio Massa y el libertario Javier Milei se citan esta noche en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires para el que será el último debate presidencial antes del balotaje, previsto para el 19 de noviembre. Ambos tendrán el objetivo de pescar votos entre los demás candidatos que quedaron fuera de carrera, como Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Juan Schiaretti (Hacemos) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda).
Entre Massa (36,78%) y Milei (29,99%) quedó en disputa 33,23% del resto de los votantes que acudieron a las urnas en octubre, a los que habría que agregar otro 23% que se abstuvo, pues la participación total según el escrutinio definitivo fue de 77,04%.
Massa, actual ministro de Economía, viene de quedar en primer lugar pese a los índices de inflación que superan el 100% interanual, y los dólares oficiales cercanos a los 1000 pesos. El MEP, el viernes, cerró en 875 pesos, y el contado con liquidación (CCL) en 881. No pareció verse afectado por el escándalo de corrupción protagonizado por Martín Insaurralde, quien tuvo que renunciar a la jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires luego de ser fotografiado por una modelo en un lujoso yate en Marbella. El caso, ahora bajo investigación judicial, lo tiene imputado por delitos como lavado de dinero y asociación para delinquir. Autoridades de España y Uruguay colaboran con la justicia argentina para esclarecer gastos por miles de dólares en pasajes, hoteles, joyas e incluso departamentos en Miami, que no parecen ir de la mano con el salario que percibe como funcionario.
Ahora el kirchnerismo se enfrenta, en paralelo, al escándalo de espionaje protagonizado presuntamente por el diputado Rodolfo Tailhade, quien sería parte de una estructura financiada con recursos de la provincia de Buenos Aires para obtener información ilegal de dirigentes políticos, periodistas y empresarios de la mano de un expolicía preso llamado Ariel Zanchetta.
El peronismo, en medio de la tormenta, se mantiene en campaña con medidas como la devolución de parte del IVA y préstamos a jubilados, con Massa en el centro de la escena, sin ningún acompañamiento público de Cristina Kirchner ni Alberto Fernández. El ministro, en una nota con La Nación Más, renegó de ser kirchnerista: se describió como alguien “del Frente Renovador”.
En cuanto a Milei, viene de sellar un pacto con Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes de manera unilateral e inconsulta decidieron aliarse con La Libertad Avanza, sin el apoyo de la Unión Cívica Radical ni la Coalición Cívica. El Pro, incluso, quedó dividido en distintos sectores, pues Horacio Rodríguez Larreta anticipó que no sería parte de la movida.
El radicalismo, en un acto de homenaje a los 40 años del triunfo de Raúl Alfonsín para la restauración de la democracia, ratificó su neutralidad al ver como algo inviable seguir a Massa, un peronista que ha agravado la crisis, o a Milei, quien mantiene un discurso en contra del partido, de la educación y la salud pública, y que reconoció que tiraba dardos a fotografías de Alfonsín.
“Son un problema las líneas de Hipólito Yrigoyen y de Alfonsín, la Franja Morada, son todos de izquierda”, dijo Milei a La Nación Más, en una de sus típicas lecturas distorsionadas acerca del partido centenario.
Un debate de alto voltaje
El debate en la Facultad de Derecho, previsto para comenzar a las 21 horas, se dividirá en seis ejes temáticos: Economía, Relaciones de Argentina con el mundo, Educación y Salud, Producción y Trabajo, Seguridad, y Derechos Humanos y Convivencia Democrática.
A diferencia de los dos debates anteriores, los candidatos no podrán tener apuntes a mano, únicamente hojas en blanco y lapiceras para tomar nota en el momento. Tampoco habrá limitaciones de derechos a réplica, y se espera que tengan mayor libertad para interrumpirse y contestarse entre sí.
En Economía Milei advirtió a Macri y Bullrich que mantiene la dolarización y el cierre del Banco Central como pilares “innegociables”. Massa, ministro de esa cartera, no ha dado pistas de qué implementaría si oficialmente releva a Alberto Fernández, a quien en los hechos mantiene a un costado desde hace meses.
Con respecto a las relaciones internacionales Milei ratificó que no se reuniría con el presidente de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva, por considerarlo “comunista”. Sí dijo que lo recibiría al Papa Francisco, a quien hace años también describe como “comunista”. Los libertarios, en los últimos meses, suelen desdecirse para después ratificar sus propuestas iniciales. En el archivo se los puede ver decir que “todos los argentinos deben pagar la salud y la educación” aunque después divagan con no arancelarla. Massa, por su parte, les achaca el querer cobrar esos servicios, pero no ha presentado ninguna propuesta para atender ni la crisis educativa, ni salarial, ni sanitaria.
Massa va por su segundo intento de llegar a la presidencia después de perder en 2015 con la promesa de “barrer a los ñoquis de La Cámpora”. Milei, sin experiencia en la función pública, intenta coronar una trayectoria que inició hace unos tres años, cuando pasó de ser un panelista en televisión y fenómeno en redes sociales a ser electo diputado nacional con un discurso altisonante y antisistema. Uno de ellos dos será el próximo presidente de la Nación.