El gobierno brasilero se encargará de mantener abierta la sede donde permanecen seis colaboradores de María Corina Machado, que podrán seguir protegidos en el lugar.
Javier Milei cedió en su ceguera ideológica y por una vez actuó alineado con un gobierno que piensa distinto al suyo. No lo mencionó directamente, pero se mostró complacido con Luiz Inácio Lula da Silva, a quien alguna vez llamó comunista y dedicó varias tandas de insultos. Fue la crisis de Venezuela la que hizo posible que el libertario dejase de lado sus modos habituales.
“Agradezco enormemente la disposición de Brasil a hacerse cargo de la custodia de la embajada argentina en Venezuela. También agradecemos la representación momentánea de los intereses de la República Argentina y sus ciudadanos allí”, posteó Milei en X.
El presidente argentino ratificó que la decisión del dictador Maduro de expulsar al cuerpo diplomático argentino de Venezuela se debe a la condena que Buenos Aires hizo del “fraude” del domingo pasado.
“No tengo dudas que pronto reabriremos nuestra Embajada en una Venezuela libre y democrática. Los lazos de amistad que unen a la Argentina con Brasil son muy fuertes e históricos” agregó.
Mientras la Argentina acusa directamente a Maduro de fraude y reconoce, por otra parte, las actas que ha mostrado la oposición y que adjudican a Edmundo González un triunfo con alrededor del 70% de los votos, Brasil, que tampoco reconoce la reelección el líder chavista, exige que el Consejo Nacional Electoral presente actas y un desglose de los números.
El chavismo expulsó a las misiones diplomáticas de la Argentina, Uruguay, Chile, Perú, República Dominicana y Panamá. De esos países llamó también a los diplomáticos venezolanos. Y cerró los puentes aéreos. Así, Brasil es de los pocos países que mantienen sede en Caracas.
Protección a asilados
Brasil mantendrá a resguardo, en la sede del embajador argentino en Caracas, a los seis asilados políticos venezolanos que se encuentran allí desde marzo. Se trata de seis colaboradores de María Corina Machado a los que el chavismo acusa de conspiraciones. No pudieron viajar a Buenos Aires porque la dictadura no emite los salvoconductos para que puedan salir con personal de la embajada y tomar un avión.
En los últimos días agentes de inteligencia chavista, con armas y desde patrulleros, acosaron la residencia del embajador argentino en Caracas sin ningún tipo de disimulo.
