Corina Yoris es doctora en Filosofía e Historia y se dedica a la docencia y la investigación desde hace 30 años. Sin carrera política, busca convertirse en la primera presidenta de Venezuela.
María Corina Machado delegó su candidatura presidencial para enfrentar al dictador Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela. Los partidos de oposición no pudieron postularla, pues tanto el Tribunal Supremo (Corte Suprema) como el Poder Electoral, ambos manejados a antojo por el chavismo, mantuvieron la inhabilitación de la dirigente, que en octubre de 2023 arrasó en unas primarias independientes con 92% de los votos. Antes de que venza el lapso de las inscripciones, anunció como sucesora a Corina Yoris, una profesora universitaria.
“No hay trampa posible ni excusa para la inhabilitación de Corina Yoris”, anunció Machado en una rueda de prensa desde Caracas, en la sede de Vente Venezuela, su partido político. “Vamos juntas porque somos un gran equipo”.
En su conferencia recalcó que la oposición apuesta por la vía electoral para lograr una transición pacífica hacia la democracia tras 25 años de la llegada del chavismo al poder.
Yoris tiene licenciaturas en Filosofía y Letras, maestrías en Literatura Latinoamericana y Lógica y Filosofía de la Ciencia, y doctorados en Filosofía e Historia. Es investigadora autora de seis libros, de más de 60 artículos académicos y desde hace más de 30 años se ha dedicado a la docencia. Fue también presidenta de la Sociedad Venezolana de Filosofía.
En cuanto a su actividad política fue miembro de la Comisión Nacional de las Primarias que coronaron a Machado como candidata presidencial.
Su perfil contrasta con el de otros dirigentes políticos, que han dedicado sus vidas a la función pública o a adversar al chavismo, bien desde la ruta electoral o desde protestas callejeras. Yoris, en cambio, proviene de la academia.
Con todo, aunque su hoja de vida a simple vista pueda lucir impoluta, Maduro se ha caracterizado por inhabilitar a candidatos y dirigentes opositores con el simple hecho de dar una orden, o de suponer que algo habrán hecho en el pasado o pudieran planificar en e futuro. Así ha sido como el chavismo, en los últimos días, detuvo a colaboradores de Machado y libró órdenes de captura contra la plana alta de Vente Venezuela, a los que señala, sin ninguna prueba, de orquestar presuntos boicots contra la Revolución Bolivariana. Al momento de la publicación de esta nota hay militantes del partido de Machado que están desaparecidos.
Retos múltiples por delante
Machado está inhabilitada por el chavismo para postularse y ejercer cargos públicos hasta 2036. Bastó una escueta acusación por una supuesta irregularidad en manejo de fondos para sacarla del tablero, sin que hubiera un expediente ni un juicio, mucho menos una sentencia parcial o firme.
Aun así se puso al frente de la campaña electoral, más después de ganar las primarias con un discurso de centroderecha, proclive a promover la actividad privada y a retirar al Estado de actividades que considera exceden sus facultades.
Durante años, en medio de una persecución sistemática contra estudiantes, obreros, docentes, médicos, sindicalistas y estudiantes, la Venezuela de Maduro estuvo en hiperinflación debido a una severa corrupción que se combinó con la destrucción de la industria petrolera, de la que salían los fondos para dar movimiento al resto de la economía.
Chávez primero, Maduro después, expropiaron tierras y empresas, con el objetivo de que el Estado monopolizara la producción, distribución y venta de toda clase de bienes y servicios. Con todo ese aparato quebrado, desde 2020 en adelante la dictadura dolarizó la economía, liberó precios y retiró al Estado en la práctica de casi todas sus obligaciones, aunque eso dejó los salarios de la administración pública y los jubilados en mínimos históricos y a la educación y la salud en una parálisis técnica.
Yoris, desconocida en la opinión pública, tendrá que apoyarse en Machado para —en caso de que Maduro lo permita— liderar una campaña electoral primero, y en caso de ganar, cargarse al hombro la transición democrática de un país rico en recursos naturales pero devastado en cuanto a sus instituciones, sus leyes, su economía y que tiene a dos tercios de su población en situación de pobreza y a 25% de los venezolanos (8 millones de personas) en el extranjero.
Nunca una mujer llegó a la presidencia de Venezuela. No pudo, por ahora, María Corina Machado. Corina Yoris, en caso de conseguirlo, pasará a la historia.