En un país donde se han cerrado canales de televisión, cientos de estaciones de radio, decenas de diarios y hay autocensura, el chavismo ahora acelera contra las redes sociales.
La red social X, anteriormente conocida como Twitter, se encuentra bloqueada en Venezuela. El dictador Nicolás Maduro dio la orden a las compañías de internet para que impidan el acceso, de la mano de Conatel, un organismo que durante años ha cerrado decenas de canales de televisión, cientos de estaciones de radio y bloqueado a distintos portales digitales. Apenas un par de horas después de las palabras del líder chavista, los venezolanos comenzaron a denunciar que ya no podían revisar sus timeline.
“Twitter, hoy conocida como X, ha incitado al odio, al fascismo, a la guerra civil, a la muerte, al enfrentamiento de los venezolanos”, dijo Maduro durante un discurso televisado.
El dictador dio un plazo de diez días para que X presente recaudos en Venezuela, y así, supuestamente, volver a recibir autorización para estar en línea. Maduro, en reiteradas ocasiones desde las elecciones del 28 de julio, suele insultar a Elon Musk, director de la plataforma, a quien acusa sin pruebas de financiar la caída del chavismo.
Son, además, virales las formas en que Maduro, excanciller de Hugo Chávez, pronuncia cualquier palabra en inglés, incluido el propio apellido de Musk, a quien llama “Muts” o “Muk”.
Venezolanos dentro y fuera del país alentaron a instalar distintas VPN para burlar el bloqueo a X, una de las redes sociales en donde suele circular información de discursos opositores, protestas, convocatorias a marchas, y también atrocidades que cometen los militares y policías para reprimir, perseguir o torturar a disidentes.
Con todo, el bloqueo es un hecho, sin que se descarte que pueda aplicarse la misma medida contra otras opciones como Instagram, Tik Tok o Telegram. Ni que lo que en principio se anunció como una baja por diez días se prolongue indefinidamente en el tiempo.
Portales como Infobae, en el caso de la Argentina, o El Tiempo, de Colombia, son dos de los afectados.
La arremetida a las redes sociales se suma al cierre de diarios, estaciones de radio y canales de televisión —muchos se autocensuran para eludir multas millonarias o cierres— y el encarcelamiento de periodistas, varios de ellos acusados de terrorismo por haber hecho cobertura de manifestaciones antichavistas.
En 2007 Hugo Chávez ordenó la salida del aire de Radio Caracas Televisión, entonces el canal de televisión más antiguo de Venezuela. Su alegato fue que no les renovaría una concesión por considerarlos golpistas, cuando tenían una línea editorial que denunciaba la crisis y otras irregularidades que ya sucedían en el país. De ahí en adelante no paró la censura.
