viernes 6 de diciembre de 2024
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Los vacíos de la política energética del Gobierno, a ocho meses de gestión

El gobierno de Javier Milei en solo ocho meses de gestión sepultó la política energética nacional aplicada desde el descubrimiento del petróleo en 1907 hasta el inicio de 1990.

En ese período, que bien podría considerarse la época de oro de la Energía en la Argentina, el país logra el autoabastecimiento energético sostenido que duraría más de dos décadas; y que fuera posible por la gran producción de gas natural del yacimiento gigante de Loma de la Lata.

El gasoducto Neuba II, inaugurado en 1988, fue la llave que permitió al país alcanzar la autosuficiencia; mantener saldos de balanza comercial positiva; incorporar al consumo de gas a una población creciente y reconvertir a la industria y a las centrales eléctricas haciendo un intensivo uso del gas en reemplazo de los combustibles líquidos. En ese proceso también jugó un rol importante el GNC en el parque automotor.

En ese período se consolidó una doctrina energética eficaz en el logro de sus objetivos: la autosuficiencia energética fue el resultado de una historia exitosa de casi un siglo en el cual nuestro país fue uno de los líderes energéticos de la región.

YPF, la primera petrolera estatal de América Latina, fue la autora de los descubrimientos petroleros y gasíferos en seis cuencas nacionales. Gas del Estado construyó, entre 1945 y 1990, la infraestructura gasífera más extensa y más importante de Sudamérica.

La Comisión Nacional de Energía Atómica emprendió la construcción de las primeras centrales nucleares; y a todo ello se sumaron la construcción del extraordinario parque de generación hidroeléctrica construido por las empresas Agua y Energía Eléctrica; Hidronor y la Comisión mixta de Salto Grande entre 1960 y 1995.

Cómo no agregar en esa performance exitosa al aporte tecnológico y de capital aportado por la empresa Total con sus descubrimientos en el mar austral argentino que también constituyen uno de los hechos más importantes de nuestra historia energética.

Sin embargo la historia tiene sus ciclos. Y es bien sabido que el siglo 21 ha tenido enormes irracionalidades en la toma de decisiones sectoriales. Si el siglo 20 fue un “siglo de la luces”; el siglo 21 ha sido el de las tinieblas: tarifas congeladas utilizadas para ganar votos; gasoductos construidos por amigos del poder que no funcionan; abandono de la exploración petrolera en el mar argentino; el corte del gas a Chile violando contratos; capitalismo de amigos.

Pésima estatización de YPF en el gobierno de Cristina Kirchner, que no logró corregir la pésima extranjerización de YPF en los ‘90 ni la sospechosa venta parcial Repsol a la familia Ezquenazi tolerada por el gobierno nacional.

Transcurridos siete meses de 2024 queda claro que el nuevo gobierno ignoraba el real estado del sector energético. Y siendo un tema crítico de gestión es inexplicable que el tema no haya sido incluido en el Pacto de Mayo firmado en julio.

Dentro de este contexto creo importante señalar un conjunto de tópicos energéticos que no figuran ni en el discurso oficial ni de planes concretos para resolver problemas que son urgentes y no deberían solayarse.

1.- El parque termoeléctrico de generación es obsoleto. Su mantenimiento es deficiente y hay fundadas dudas sobre su aptitud para abastecer la demanda de verano de 2025. Un informe de CAMMESA publicado en julio indica que en el próximo verano será necesario importar aproximadamente un 9% de la potencia máxima requerida por la demanda que se estima en 30700 MW. El informe puntualiza que esos días de calor extremo el sistema podría operar con reservas mínimas de potencia; y advierte que ello podría ocasionar cortes masivos. Se trata de un problema heredado y crónico

2.- El sistema de transmisión en Alta tensión de 500 KV, que vincula todo el territorio nacional, y constituye la columna vertebral del sistema, presenta un atraso pronunciado de inversiones en ampliaciones con obras largamente postergadas. Esta situación agrega una gran criticidad al sistema y podría redundar en cortes.

3.- El parque de generación hidroeléctrica del Comahue – centrales El Chocón; Planicie Banderita; Alicurá y Piedra del Águila, concesionado en 1993 a empresas privadas ha finalizado su periodo de concesión. Desde 2023 los contratos están vencidos y las centrales deben ser revertidas al Estado nacional propietario original de las mismas.

El gobierno kirchnerista prorrogó los vencimientos en reiteradas oportunidades sin resolver el problema; y el gobierno de la LLA hace lo mismo. Las centrales han cumplido su vida útil y requieren inversiones importantes –no previstas- para continuar operando.

4.- Es prioritario que el Gobierno asegure, con una política adecuada, la fijación de precios y tarifas energéticas que deben surgir de mercados competitivos y transparentes; y no distorsionados por interferencias corporativas. Debe mejorar la performance de los Entes Reguladores, y la Comisión de Defensa de la Competencia.

La competitividad internacional de nuestra producción doméstica de petróleo o de gas natural debería redundar en precios domésticos más reducidos que los vigentes en los mercados a los cuales esas exportaciones estén destinadas. Función indelegable del gobierno verificar que ello se cumpla.

Publicado en Clarín el6 de agosto de 2024.
Link https://www.clarin.com/opinion/vacios-politica-energetica-gobierno-meses-gestion_0_0x2CSToI1i.html
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