A Thomas Hobbes (1588-1679) le debemos la idea del Estado moderno como un Leviatán, el bíblico monstruo marino al que alude el Libro de Job y que el filósofo inglés del siglo XVII usó para representar el poder soberano, único capaz de traer paz a la humanidad, ingobernable de cualquier otro modo.
De tal forma que solo sometiéndose a un gobierno ilimitado podrían los seres humanos escapar del estado de naturaleza, donde “la vida es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve”, una guerra de todos contra todos en la que nadie está a salvo de sus congéneres.
Para Hobbes, no importaba tanto que el soberano fuera un rey, un presidente, un Parlamento o un dictador. Solo un Estado cuyo poder no estuviera sometido a restricción alguna podía garantizar una situación en la que la industria, la ciencia y las artes florecieran en paz.
La evolución histórica pareció desmentir a Hobbes: surgieron Estados en los que el poder estaba limitado por la ley. Democracias en las que se podía pedir responsabilidades a los gobiernos. En el siglo XX, la derrota del nazismo y del comunismo invitó a pensar que el sistema de gobierno liberal era intrínsecamente más eficaz que la dictadura y que, por ello, estaba destinado a prevalecer.
Tras el fin de la Guerra Fría, llegó a creerse incluso que la democracia liberal se estaba convirtiendo en el sistema universal por antonomasia. Y que ello pondría fin a las guerras. Que Kant prevalecería sobre Hobbes y el derecho internacional y la cooperación económica, sobre la anarquía internacional.
Hace treinta años era el argumento de Francis Fukuyama en El fin de la historia (1992). Veinte años después, el académico estadounidense John Ikenberry sostenía en Liberal Leviatan (2012) que el ascenso de potencias no occidentales como China e India, las normas de soberanía cuestionadas y la profundización de la interdependencia económica y de seguridad eran pruebas del funcionamiento exitoso y la expansión del orden liberal de posguerra, antes que de su declinación.
Es interesante: con el proteccionismo y nacionalismo de Trump, hoy son los propios EE.UU. los que se muestran refractarios a esos principios liberales sobre los que se edificó el orden internacional de posguerra. Habrá que verlo…
En la actualidad, advierte John Gray, filósofo británico y pensador influyente de nuestro tiempo, en su último libroLos nuevos leviatanes. Reflexiones tras el liberalismo (Sexto piso, 2024), “vemos cada vez más Estados que se han despojado ya de muchas de las cortapisas de la era liberal. De ser una institución que se decía extensora y garante de las libertades, el Estado está pasando a justificarse a sí mismo como simple protector de los seres humanos frente al peligro. Ahora, en vez de salvaguardia contra la tiranía, ofrece protección contra el caos”.
Tal como lo describió Hobbes, el estado de naturaleza no es algo que haya quedado relegado a nuestro pasado más remoto, previo al surgimiento de la sociedad, sino que nos acecha constantemente bajo la amenaza de la anarquía social, una situación en la que podemos caer en cualquier lugar y momento. Y el Estado-Leviatán está ahí para recordárnoslo.
La deriva actual -observa Gray- sucede tanto en regímenes autocráticos como Rusia y China, como en las democracias liberales de Occidente: “El resultado de este proceso ha sido el retorno del estado de naturaleza bajo formas artificiales. Al tiempo que prometen seguridad, los nuevos leviatanes fomentan la inseguridad” (…) En el mundo habrá monarquías y repúblicas, naciones e imperios, tiranías y teocracias, así como múltiples regímenes mixtos y zonas sin Estado carentes de todo gobierno. El mundo del futuro será como el del pasado, con regímenes dispares interactuando unos con otros en un contexto de anarquía global”.
El Donald Trump reloaded que se apresta a tomar las riendas de la Casa Blanca encaja como una pieza mayor en este rompecabezas que representa el mapamundi en movimiento de este 2025. Un escenario en el que Hobbes se toma revancha frente a Kant.
Publicado en Clarín el 18 de enero de 2025.
Link https://www.clarin.com/opinion/nuevos-leviatanes_0_zYLVp9GCNB.html