Los diez gobernadores de Juntos por el Cambio difundieron hoy un comunicado conjunto en el cual celebraron la aprobación definitiva de la Ley Bases y destacaron la colaboración y el empeño que pusieron para que la mega iniciativa del Gobierno sea una realidad.
En la madrugada de este viernes, luego de más de 13 horas de sesión, el oficialismo y los bloques dialoguistas de la oposición le pusieron el broche a la iniciativa de Bases, y minutos después al paquete fiscal, incluyendo la reposición de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales.
“Los diez Gobernadores de Juntos por el Cambio hemos trabajado mucho junto a nuestros bloques para la sanción de la Ley Bases que el gobierno le requirió al Congreso de la Nación”, señalaron en el primer párrafo del documento.
El escrito está firmado por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y los gobernadores Leandro Zdero (Chaco), Ignacio Torres (Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe).
En el comunicado, los mandatarios provinciales consideraron que la Ley Bases “es un instrumento útil para que pueda cumplir con el cambio que votaron la mayoría de los argentinos”.
“Como el mismo Gobierno Nacional dijo, ahora tienen las herramientas para que comience una nueva etapa que debe ser de crecimiento, inversión y empleo”, indicaron.
Según expresaron, “hay millones de argentinos que acompañan, con extremo esfuerzo, y necesitan que estos cambios empiecen a notarse en su día a día y su bienestar económico”.
“Ese es el gran desafío del Gobierno Nacional a partir de ahora”, concluyeron en el documento.
Efectivamente, los gobernadores de Juntos por el Cambio fueron un factor que influyó de forma decisiva para juntar los votos en la previa, no tanto para la Ley Bases, que ya tenía una base de apoyo garantizada, pero sí para el artículo sobre la vuelta de Ganancias, donde hasta último momento reinó la incertidumbre.
Evidentemente, cargar más presión sobre el bolsillo de los asalariados que cobran más de 1.800.000 pesos en bruto con la restitución de un tributo que había dejado de cobrarse a fines de la gestión anterior, tiene un costo político tanto para el Gobierno nacional como también para las administraciones provinciales que salieron a respaldarlo, pero el enorme peso coparticipable que tiene este impuesto terminó por inclinar la balanza.
De hecho, el miércoles pasado, un día antes de que se votara en el recinto de la Cámara de Diputados, ocho de los 10 gobernadores jugaron sus cartas al reunirse en las oficinas de la sede de gobierno porteño para cerrar filas en respaldo a esta reforma de Ganancias.
Y el día anterior ya habían hecho lo propio cuando esta liga de gobernadores de JxC se dio cita en el Centro Federal de Inversiones (CFI), sumando también a los peronistas Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Martín Llaryora (Córdoba).
Los mandatarios recibieron a los referentes de los bloques dialoguistas para conversar sobre cómo blindar los artículos en riesgo del paquete fiscal.
La idea de este grupo de gobernadores es convertirse en una suerte de garantía de gobernabilidad para el presidente Javier Milei, quien enfrenta dificultades políticas y económicas en su gestión, además de una resistencia férrea al plan de gobierno por parte de sectores de la oposición más dura.