En una entrevista a dos voces a los precandidatos al Parlasur Lilita Puig y Alejandro Perotti nos planteamos aclarar algunas cuestiones importantes sobre esta elección supranacional que, por segunda vez, se lleva adelante junto a las elecciones nacionales de este año.
El inicio de la entrevista es el momento en el que ambos candidatos responden sobre las típicas impugnaciones que se hace a este Parlamento regional
En términos generales, ¿pueden contarnos cuáles son las funciones que tienen los parlamentarios como el Parlasur?
El Parlamento tiene amplias funciones. En virtud de su autonomía institucional se rige por un reglamento propio y a través de disposiciones se administra a si mismo. Tiene comisiones especializadas que recepcionan las iniciativas de los parlamentarios o de otros órganos del Mercosur.
A diferencia de lo que comúnmente se dice, el Parlamento tiene competencias para intervenir en el proceso normativo del MERCOSUR, a través de distintas vías. En primer lugar, el Protocolo le otorga la facultad de elaborar anteproyectos de normas sobre armonización de las legislaciones de los Estado Partes, los cuales remite directamente a los Congresos nacionales (tal como ocurrió con el Estatuto de las Cooperativas del Mercosur).
También puede presentar proyectos de normas al Consejo del Mercado Común (como ocurrió con los proyectos de Normas Nº 01/10 sobre “Uso de la Bandera del Mercosur” y Nº 02/10 “Proyecto de Protocolo Constitutivo de la Corte de Justicia del Mercosur”, los cuales fueron remitidos al Consejo del Mercado Común en diciembre de 2010).
A su vez, tiene una atribución sumamente importante: cuando los órganos decisorios del Mercosur están por adoptar una norma regional que en alguno o en todos los Estados Partes necesitará de ley para su vigencia, previo a esa adopción, deben (algunos pensamos que obligatoriamente) consultar al Parlasur sobre el contenido de la misma; el Parlasur analiza el proyecto y elabora un dictamen; si el órgano decisorio acata las sugerencias hechas por el Parlasur ello tiene un efecto trascendente, pues, una vez aprobada por el Mercosur, los Congresos nacionales tienen un plazo máximo de 6 meses para aprobar o rechazar esa norma (de lo contrario los parlamentos internos no tienen ningún plazo máximo para aprobarlas, pudiendo demorar 2, 3 o más años).
Asimismo, puede hacer recomendaciones a los órganos decisorios del bloque (que pueden versar, entre muchos temas, sobre la necesidad de adopción de una norma en particular).
Como se puede observar, el Parlasur tiene la posibilidad de incidir profundamente en el proceso legislativo del Mercosur, legitimando democráticamente la producción normativa, pues no puede olvidarse que los órganos decisorios regionales (es decir, los que producen las normas) están conformados íntegramente por funcionarios de los Poderes Ejecutivos nacionales.
Por otro lado, el Parlamento también puede hacer declaraciones sobre cualquier cuestión vinculada al proceso de integración, realizar informes sobre temáticas específicas y solicitar opiniones consultivas al Tribunal del Mercosur vinculadas a asuntos jurídicos.
Cada vez que se votan los parlamentarios para el Parlasur, surgen voces que impugnan el derecho a votar a quienes allí nos representan. ¿A qué se debe este escenario que se plantea?
Es una pregunta de respuesta compleja. Creo que hay varias variables que intervienen.
Por un lado, un amplio desconocimiento del MERCOSUR, de su historia, de sus logros y aciertos (también de sus fallas), de sus muy variados y numerosos órganos y de la propia actividad de esta entidad internacional.
Pero además, el Parlamento, dado que no representa ni sigue las instrucciones de los gobiernos (que son quienes manejan y administran el Mercosur a través de los funcionarios que integran los órganos), viene, de alguna manera, a romper un status quo que ha funcionado por años, caracterizado por la opacidad y la falta de transparencia en la gestión del proceso de integración. Pues bien, el Parlamento – lo cual es propio de la actividad parlamentaria – viene a preguntar, debatir, recomendar, analizar, criticar, proponer, discutir, investigar, pedir información, sugerir, y todo ello desde visiones políticas diversas, propio de las diferentes familias ideológicas a las cuales adhieren los parlamentarios. Obviamente, para los estamentos institucionales que tradicionalmente han actuado en el Mercosur (que por cierto, saben cómo “manejar” la integración y sus vericuetos), el Parlamento es una figura que, de crecer y desarrollarse, puede llegar a incomodar, de modo tal que no tienen incentivos en apoyarlo.
Esa diversidad política de la que hablamos, de la que goza el Parlamento, le da a su intervención, y al propio Mercosur, una riqueza difícil de igualar.
En definitiva, el Parlamento viene a reducir el “déficit democrático”, vicio político de gestión institucional que han sufrido (y sufren) todos los procesos de integración en el mundo, incluyendo la Unión Europea.
Además, la atención pública del Mercosur se reduce en tanto nos alejamos de las fronteras con Brasil, Paraguay y Uruguay donde la cuestión de la integración, sobre todo con Brasil, tiene que ver con una vecindad pacífica. No olvidemos que hasta la reunión de los Presidentes Alfonsín-Sarney (a mediado de los ‘80) las fuerzas armadas de ambos países tenían hipótesis de guerra mutuas que implicaron, en alguna medida, el impedimento a la construcción de caminos y puentes en la Mesopotamia, o la diferencia de la trocha de los trenes, o el acantonamiento de los regimientos militares en zona de frontera, todo ello a fin de reducir el riesgo de invasión con el consecuente impacto en la falta de desarrollo en esas provincias y regiones. Un claro ejemplo de esto lo constituye la Ley (reservada) Nº 19.248 (21/09/71) que traduce una clara política de rivalidad y de “guerra fría” no declarada con nuestros hermanos brasileños.
Toda esa situación (incluyendo los problemas de límites con Chile) ha sido afortunadamente eliminada de todo escenario probabilístico merced a nuestro Mercosur. Y en esto el Parlamento tienen un rol importante, cobijando a todas las familias políticas de la región en un espacio parlamentario de sano debate y análisis.
Se sabe que el Mercosur existe pero, se cree que es una cuestión compleja propia de especialistas en economía o en derecho internacional; que es una cuestión de tecnócratas.
En este marco de desinformación cae también el Parlamento del MERCOSUR. ¿Cuántos argentinos conocen que existió una Comisión Parlamentaria Conjunta antes del Parlamento?. La misma estaba integrada por representantes de los cuatro países y su inclusión en el Tratado de Asunción en 1991 fue en el último artículo. Parece que las tecnocracias de las cancillerías no querían saber nada de un control parlamentario (y diríamos que aún hoy se resisten al mismo).
¿Cuántos argentinos saben que el Congreso nacional aprobó por unanimidad el Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur (2005), que en su artículo 1 consagra el sufragio universal como fundamento de la representación política y establece explícitamente que los parlamentarios se elegirán en forma directa?. Esta norma tiene una jerarquía superior a las leyes conforme lo establece nuestra Constitución (Art.75, inc. 22). El Protocolo y otras normas también establecen un período de transición para la elección directa ya que los países deben adaptar sus normas internas para ir logrando esa meta y ahora ese período se extendió hasta el 2030.
Argentina recién aprobó la elección directa en 2014, 9 años después de que se estableciera el Parlamento. Y hubo desde 2012 varios proyectos dirigidos a reglamentar la elección de los parlamentarios en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, de los distintos bloques: la Coalición Cívica, la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista. Finalmente, tuvo mayoría este último. Y, lamentablemente, esta construcción institucional se mezcló con la situación política argentina y muchos creyeron e hicieron creer que la elección directa tenía por objetivo hacer del Parlamento una guarida de corruptos por los fueros que – erradamente – informaron que beneficiarían a los electos.
Quienes saben de leyes conocían que el único fuero consagrado es la protección para ir desde el lugar de residencia a las reuniones plenarias del Parlamento y para votar y opinar con absoluta libertad (como lo reconoció la Corte Suprema en el caso “Milagro Salas”, 2017), todo ello para evitar la persecución política de los parlamentarios. Si bien la ley argentina que estableció la elección directa (Nº 27.120) fijó que “los parlamentarios del Mercosur en representación de la ciudadanía argentina, serán asimilados en el derecho interno a los diputados nacionales” incluyendo lo que se refiere “a inmunidades parlamentarias” (Art. 16), la Cámara Nacional Electoral (caso “Milman” 2015) y la Corte Suprema (caso “Milagro Salas”, 2017) reconocieron que esa extensión de las inmunidades de los diputados nacionales a los parlamentarios mercosureños argentinos resultaba reñido con la Constitución nacional, ya que sólo esta norma suprema y no una ley puede conferir tales inmunidades, por lo que no podía tener lugar esa ampliación.
Como se ve, nunca existieron inmunidades con el alcance que pretendió dárseles para denostar al Parlasur.
Volviendo al desconocimiento. No creemos que muchas personas conozcan que legisladores o legisladoras integraban la delegación argentina, cuando la representación era indirecta, ni tampoco se puede decir que durante las gestiones anteriores a 2015 – cuando se produce la incorporación de los electos directamente – el Parlamento tuviera una continuidad de reuniones y actividades como las fue teniendo a partir de ese fin de año. Es clarísimo, y ello se observa en las reuniones y actividades del Parlasur, que los parlamentarios electos por voto directo, al estar full time abocados a sus funciones legislativas regionales, marcan una diferencia abismal con sus colegas electos indirectamente de otros países que, al ser también diputados y senadores nacionales, casi nulo tiempo pueden atribuir a sus funciones en el Parlamento regional.
A estas cuestiones del desconocimiento hay que agregarle la desconfianza que se tienen sobre el trabajo legislativo en general, sea nacional o regional. Hay quienes creen que solo hay que hacer leyes y, en realidad, los parlamentos son los ámbitos de la deliberación informada y de la construcción de los consensos sobre las agendas públicas.
Pero además, el Parlasur no es el único órgano del bloque que tiene escaso conocimiento, lo mismo ocurre con el Tribunal Permanente de Revisión, que es desconocido para la opinión pública.
Otra función importante del Parlamento es la elaboración de un informe anual sobre la situación de los Derechos Humanos en los Estados Partes, que debería ser tenido en cuenta para determinar la situación de la democracia en nuestros países. Ello se realiza mediante audiencias públicas localizadas.
En la segunda parte de la entrevista Lilita Puig responde desde su actual experiencia en dicho parlamento regional:
Hay una cuestión que es importante aclarar y es respecto al financiamiento, o más bien al no financiamiento, de quienes allí nos representan.
Una cosa es el financiamiento del Parlamento y otra la de los parlamentarios. Cada país aporta al sostenimiento del órgano y anualmente, se establece el monto que corresponde a cada estado. Con ello se financian las actividades del Parlamento. Por ejemplo, las audiencias públicas en los estados miembros, las actividades del Observatorio de la Democracia que concurre a las elecciones de la región, las reuniones interparlamentarias, y el funcionamiento y la administración del órgano que incluye las Secretarias Parlamentaria, Administrativa, Relaciones Internacionales y Comunicación, las comisiones y el plenario. Órgano con poco personal permanente, lo que atenta contra la realización de concursos para garantizar la profesionalidad. La racionalidad indica que debería haber un equipo permanente de asesores para asistir a las comisiones especializadas conectados a las redes de oficinas parlamentarias , a los servicios internacionales de las bibliotecas de los congresos, relaciones con las universidades de la región que tienen convenios con el Parlamento como la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo AUGM, entre otros, como también vinculados a las redes de científicos como INGS. El Parlamento del MERCOSUR tienen entre sus responsabilidades el de la compatibilización legislativa. Y esa tarea requiere de conocimiento experto y apoyo.
El financiamiento de los parlamentarios está a cargo de cada país. No existe, todavía, una norma que establezca un valor común de las dietas, ni tampoco un aparato administrativo que se ocupe de esa tarea. No está previsto en el Presupuesto del parlamento el pago de dietas. De todos formas, una vez que se establezca, los fondos serán aportes de los estados nacionales para el pago de las dietas o de lo que se establezca. Es delirante pensar que los organismos intergubernamentales o supranacionales se financian de otro modo que no sea con los aportes de los estados nacionales.
Los parlamentarios argentinos no hemos cobrado nada desde 2015 por decisión del gobierno argentino. Ello implicó un reclamo de la Cámara Nacional Electoral y ha dado lugar a juicios que seran onerosos para el estado. La ley estableció, como lo decían otros proyectos legislativos, que los parlamentarios eran equivalentes a los diputados nacionales. Ello no se ha modificado.
El gobierno argentino debió hacerse cargo de pasajes y viáticos al no pagar las dietas.. De no hacerlo habría producido una barrera infranqueable para que los parlamentarios fuéramos a las reuniones.
¿Cuáles son las tareas que se llevan adelante en función del proceso de integración, tanto regional como con otros bloques supranacionales?
Hay que destacar la obligación que tiene el Parlasur de hacer informes basados en audiencias públicas sobre la situación de los derechos humanos en los países del MERCOSUR. En estos últimos años se han realizado las mismas en Venezuela, Paraguay, Brasil y Argentina. Ello ha dado lugar a grandes controversias políticas dado el posicionamiento del peronismo respecto de la dictadura venezolana. Ellos adhieren a la postura de la dictadura venezolana que considera toda crítica a los derecho humanos como una injerencia que viola la soberanía del estado. Postura que es violatoria de la propia constitución venezolana en cuestiones de derechos humanos.
Los parlamentarios que se ocupan de cuestiones de infraestructura han sido muy activos en relación al FOCEM y las vías de comunicación intercontinentales. También el roaming entre los países del Mercosur merecieron una temprana Recomendación del parlamento. En el sitio del Parlamento constan los actos que se han aprobado en estos años.
En lo personal estoy dedicada al seguimiento del Acuerdo sobre el Acuífero Guaraní, tarea que llevo hace varios años. Primero, para lograr la aprobación del Acuerdo por Paraguay y, luego, para conformar una comisión de seguimiento del cumplimiento del tratado, que se haya muy postergada por problemas relativos a los cambios de gobierno en los países. En épocas de calentamiento global hay que cuidad el acuífero.
También persisto en hacer cumplir la Recomendación 3/2018 que fue aprobada por unanimidad y que pretende conformar una agenda común con los congresos de la región denominada TIAR Temas de Interes Regional Preferencial. En mayo de 2018 proponíamos que fueran de tratamiento preferencial por el Parlasur y los congresos de los países miembros los siguientes asuntos: • Lucha contra el narcotráfico, • Lucha contra la trata de personas, • Prevención y eliminación de la violencia de género. • Implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático del 2015. Ello implicaría una buena articulación con los congresos de la región y el Parlasur se ocuparía de establecer un Proyecto de norma para tratamiento en los congresos. Este fue un proyecto de la Parlamentaria argentina María Luisa Storani. A los radicales nos preocupan las cuestiones institucionales.
En estos años el Parlasur se ha vinculado con los parlamentos del Pacto Andino, de América Central, el Parlatino , la Unión Interparlamentaria Mundial y el Parlamento Europeo. Con los de nuestra región se está avanzando en una agenda común. Recientemente, el Panamá, se decidió trabajar en forma conjunta sobre el problema de la inmigración irregular.
En el mes de diciembre se constituyó la Comisión Transitoria de Acompañamiento al Acuerdo Mercosur-Union Europea, que integro. Ella fue el resultado de los vínculos construidos con los parlamentarios europeos a lo largo de estos últimos 4 años, cuando se estrecharon los lazos con la Comisión del parlamento europeo que se ocupa del MERCOSUR.
Nuestra comisión se ocupó de tener reuniones con los negociadores de los cuatro países miembros, cosa que no podría hacer un parlamento nacional, y luego se concurrió a Bruselas entre el 5 y el 7 de junio donde se tuvieron reuniones con comisiones del Parlamento y de la Comisión Europea, específicamente con los negociadores del lado europeo. También se establecieron nexos para que esa organización colabore con propuestas para el fortalecimiento administrativo del Parlamento del Mercosur.
¿Vez concretamente que en el mediano plazo se pueda lograr un proceso de integración económica con la UE? De hecho, si bien hoy los presidentes de los países miembros volvieron a plantear el tema, Uruguay no se adhirió al documento final.
Uruguay esta a favor del Acuerdo y así lo manifestaron en las reuniones con los europeos. Uruguay esta disconforme con el funcionamiento del MERCOSUR . Esperemos que un nuevo gobierno argentino pueda ayudar a resolver la actualización del MERCOSUR a las nuevas condiciones del comercio internacional y también a optimizar la dimensión política. Los últimos 4 años han sido de retroceso en las relaciones políticas entre el gobierno argentino y el uruguayo y ello impactó en el Mercosur.
Los europeos con los que hablamos, tanto parlamentarios, como representantes del movimiento obrero y de las empresas, miembros del servicio exterior europeo de la Comisión, y de distintos grupos políticos consideran que “hay una ventana de oportunidad” cuando se den la Presidencia española de la Comunidad Europea y de Brasil en el MERCOSUR. Fueron terminantes, es ahora o nunca. La incertidumbre política de Europa que tendrá elecciones parlamentarias el año que viene y las presidencias próximas de Bélgica y la dudosa de Hungría solo grantizan que no habrá lugar para el acuerdo. Por lo cual, no hay muchas opciones. Están a la espera de propuestas superadoras de la carta adicional que mandaron al Mercosur, que presenta una propuesta para negociar – y esto fue muy destacado por el negociador principal- donde el MERCOSUR debería plantear sus alternativas sin por ello tocar el acuerdo. En este sentido, abrir el acuerdo es ponerle fin.
De allí que los dichos del Canciller Cafiero en la reunión de Iguazú son un verdadero atentado al Acuerdo.
Discurso contradictorio el de la Argentina, Por un lado, reivindica el acuerdo y por otro, habla de su desactualización y revisión. Como si no supiera que hay una decisión tomado de no abrir el acuerdo. Tanto desde el MERCOSUR como desde la Unión Europea.
La propuesta adicional es una oportunidad para hacer lo que dice el canciller y ello no debería implicar plantear la apertura del Acuerdo. La falta de conocimiento del gobierno sobre el juego político al interior de la Comunidad Europea es realmente incomprensible.
Para los europeos el MERCOSUR debería ser la puerta de ingreso a América Latina. Aún con sus limitaciones, que pueden superarse, el MERCOSUR es la única asociación con capacidad de sumar a los otros países de la región porque cuenta con una estructura organizativa y administrativa que otras instancias regionales no tienen.
Además, luego de los tratados de libre comercio firmados por la Unión Europea con Canadá y Chile y las negociaciones que la Comunidad Europea lleva adelante con Brasil ,la Argentina estaría negándose a una oportunidad única para modernizar sus empresas y compartir la nueva agenda global en materia de cambio tecnológico y energético. Ni que hablar de lo que significa alejarse de las posibilidades de cooperación por parte de los países europeos. No hay que olvidar, tampoco el daño que han hecho al reconocimiento del país los devaneos del Presidente con Rusia y China como también los vínculos institucionales entre el Partido Justicialista con el Partido Comunista Chino. Estos años de gobierno kirchnerista la argentina ha renunciado a su cercanía política con las ideas occidentales respecto de la democracia. La actuación de respaldo indirecto o explícito a las dictaduras latinoamericanas nos dejó en un lugar distinto. El pensamiento iliberal que caracterizó al peronismo de los 50 y que se reflejó en las expresiones políticas de los 70 , en sus distintas variantes extremas, fue actualizado por el peronismos en sus gobiernos de este siglo XXI.
Negarse al acuerdo es la peor respuesta que se podría dar. El costo para la argentina sería enorme. Hay que preguntarle a estos gobernantes cual es la alternativa al Acuerdo que nos llevaría hacia el desarrollo y una inserción internacional que nos ayude a ser parte activa en el mundo de hoy, donde las regiones son la característica de la nueva etapa de la globalización.. De eso, no se habla
En caso de ser elegida, este sería tu segundo mandato en el Parlasur, ¿cómo imaginas en términos de diferencias y continuidades en ambos casos el futuro?
Creo que seguiré trabajando en el fortalecimiento institucional del Parlamento, en la concreción de la escuela de gobierno para la integración, en las cuestiones relativas a uso común de los recursos naturales, en una reforma del reglamento para que los proyectos que se presenten no tengan que ver con cuestiones nacionales que ya se tratan en los congresos respectivos, y ´por supuesto, todo lo que tenga que ver con el fortalecimiento de la democracia en nuestros países y evitar que los intereses estratégicos de alguno de los países permita el abandono de la cláusula democrática que fue lo que definió la suspensión de Venezuela. En este aspecto, me preocupan las declaraciones del actual Presidente de Brasil al respecto.
La gran asignatura pendiente del MERCOSUR es la libre circulación de personas. Es inentendible que en la era digital todavía tengamos que hacer migraciones de ida y de vuelta al pasar las fronteras de nuestros países. La pandemia operó en contra al tener que mostrar la certificación de salud. Terminaron fortalecidas las oficinas del control migratorio, Esta cuestión es un tema crucial para que el MERCOSUR no sea percibido solo como un acuerdo comercial.
Igualmente, hay que avanzar en las cuestiones de residencia, de salud y de educación. Facilitar la residencia de unos y otros en nuestros países. Es inaceptable la existencia de normas divergentes.
La cuestión de la atención de la salud también es prioritaria, hemos tenido demasiados conflictos. Los estados nacionales se deben hacer cargo de los gastos que ocasionan sus nacionales en los hospitales públicos de otro país pero, no se debe desproteger a nadie que necesite atención médica.
También hay que avanzar en el reconcomiendo de los títulos profesionales. Un viejo problema poco conocido. Todos los países tenemos problemas de falta de profesionales y hay que poner en agenda la cooperación entre países. No es una cuestión fácil. Hay intereses corporativos que juegan fuerte.
Latinoamérica y por ende, el MERECOSUR, es la región del planeta con menos intercambio estudiantil regional de grado y posgrado. Son datos del Banco Mundial. . Hace décadas que quienes hemos tenido vinculación con la problemática de la fuga de cerebros hemos sostenido la necesidad de agendas de investigación comunes y la formación de doctores y especialistas en nuestros problemas. No quiero decir que hay que negarse a una formación en otros continentes sino a mejorar los vínculos entre nuestros países. Brasil y Argentina se destacan por su desarrollo científico y tecnológico . Necesitamos agendas compartidas para formar a nuestros investigadores. La experiencia de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo que cuenta con universidades de todos los países miembros del MERCOSUR debería potenciarse.
Por último, hace unos días se conoció que en Venezuela se vetó la participación en las elecciones de líderes políticos de la oposición. ¿Seguirá entonces la aplicación de la cláusula democrática a dicho país?
Sin duda. Nuevamente, las inhabilitaciones a los candidatos como se hizo en la elección anterior cuando el gobierno intervino los partidos políticos ,manipulo las elecciones y proscribió candidatos. También han modificado la composición del Tribunal Electoral colocando miembros adictos al gobierno. Eso no se hace sino se piensa en hacer trampas. Lo único que les queda por hacer para mantenerse en el gobierno.
Hemos luchado con los venezolanos de la oposición cuando estaban en el Parlamento por el retorno a la democracia en su país. Creo que deberíamos conocer más sobre la situación de los exilados. Lamentablemente, la postura del peronismo favorable a la dictadura, nos lo ha impedido hasta ahora. Anhelo que los argentinos valoren la lista del Parlasur para que cambie la orientación de la delegación y contemos con un grupo mayoritariamente democrático y dispuesto a dar las luchas políticas necesarias.- Las decisiones a favor de las dictaduras fueron el resultado de la composición de la delegación argentina cuyo número es determinante en las votaciones del pleno.. Los demócratas quedamos en minoría, sin visibilidad mediática por los prejuicios existentes.