miércoles 11 de diciembre de 2024
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Lilana Heker: “Vengo a reivindicar el valor de la lectura”

Luego de la intervención de Alejandro Vaccaro y de Jorge Macri tomó la palabra la más esperada del evento: Liliana Heker dejó claras y contundentes definiciones acerca de la cultura y de las políticas llevadas a cabo por el gobierno nacional.

“El libro, ese objeto impar, celebra una nueva Feria en el marco de la generalización de la pobreza y el aumento de la miseria, en un contexto de reducción o eliminación de programas culturales y de grave intento de desfinanciar la universidad pública”.
Destaca Heker que aún en las peores circunstancias de nuestra historia como sociedad nos hemos sabido refugiar en los ámbitos que nos permiten el arte y la cultura:

“Y sin embargo acá estoy. Hay gente en este apremiante contexto que hoy nos viene a buscar. Que viene a buscar eso preciso o difuso que alguien procura encontrar en un libro: eximía representación de todo lo que hoy es atacado. El libro es inspirador, aún en las peores situaciones: en la dictadura, encerrada en cuatro paredes, no dejé de escribir.
Teatro abierto fue una presencia muy fuerte durante la dictadura. Cabal ejemplo que en los peores momentos aflora el arte como expresión de rebeldía. Pero no solo quiero hablar de la creación”.
La reconocida autora destaca el valor de la lectura:
“Hoy vengo a reivindicar el valor de la lectura. ¿Qué significa saber leer en sus más profundos significados? Por un lado significa estar alfabetizados, lo cual implica poder interpretar textos y consignas. Leer, amplía infinitamente el horizonte humano, nos permite conmovernos ante el dolor ajeno. Y no solo se trata de la literatura: Es teatro, es cine, es artes plásticas.
Todo se puede leer y nos transforma en lectores que reinterpretamos. La obra de arte nos convierte en lectores. Maravilloso es el acto de leer y no solo ficción si no también ciencias, humanidades, biografías, ensayos.
Saber leer es mucho más que estar alfabetizados, pero interpretar las letras es la base del entendimiento, para no ser engañados por discursos unívocos y autoritarios”.
Como lectores plenos nos transformamos en ciudadanos de pleno derecho:
“La democracia plena implica un pueblo soberano, capaz de elegir libremente no solo a sus gobernantes sino también su destino. La formación de ese pueblo se inicia fundamentalmente desde el principio de la vida con una alimentación completa y nutritiva. Este proceso se acompaña con educación y acceso a la salud y a la vivienda digna. Precisamente la miseria es la ausencia de soberanía. La condición imprescindible de la soberanía es saber leer para desentrañar la realidad”.
En este tramo del discurso vinculó la acción deliberada del gobierno en desmedro de la educación y la cultura:
“¿Por qué esta intención del gobierno de atacar la cultura, la ciencia y la universidad?
No se trata meramente de una distracción para hacer peores cosas. Estos tipos me hacen acordar de Goebbels: “cuando escucho la palabra cultura desenfundo la pistola”.
Y tampoco es ahorrar para darle a los que menos tienen: Eliminar las instituciones culturales no resolverá el problema del hambre. La cuestión es que si los argentinos no somos capaces de analizar los mensajes configuramos un escenario propicio para las intenciones del gobierno”.
Se refirió a las promesas del gobierno respecto a beneficios a futuro o la que se contrapone, volviendo a glorias del pasado:
“¿De qué nos están hablando? Analicemos las dos promesas de bienestar que nos ofrece el gobierno que justifican los actuales sacrificios:
“Dentro de treinta y cinco años seremos un gran país”.
Considero que a esas alturas estaremos muertos de vejez, de hambre o por falta de medicamentos. Me hacen acordar al año verde de nuestras infancias.
La otra promesa es llegar a ser tan prósperos como lo fuimos hace un siglo atrás. ¿Lo fuimos? ¿Sabemos a qué sociedad nos estamos refiriendo?
¿A la de la clase acomodada de la vaca atada mientras el pueblo se moría de hambre?”
Y entonces, Heker linkea la acuciante situación de la cultura con las intenciones del gobierno de Milei:
“Es por eso, por creer o permitir estos embustes, que sostengo que algunos de nosotros estamos perdiendo la capacidad de leer o interpretar mensajes.
Al menos un número importante de argentinos están perdiendo esa capacidad elemental.
Repasemos algunos ejemplos de irresponsabilidad verbal de algunos funcionarios:
“No es verdad que a los jubilados les vamos a pagar en dos cuotas, se les pagará en dos momentos distintos”.
“El estado es una organización criminal”
“La justicia social es aberrante”
O expresiones de un diputado de una crueldad manifiesta que no se preocupan en disimular:
“Si un padre necesita a su hijo en el taller tiene derecho a no mandarlo a la escuela”
Cuando llegó el momento de reivindicar a la juventud de nuestro país, se permitió un repaso por diferentes momentos de nuestra historia:
“En momento de reivindicar a los jóvenes hablemos de los que acuden masivamente a las marchas a favor de la universidad pública. Jóvenes fueron los que hicieron la reforma universitaria. Jóvenes se opusieron al despotismo del primer peronismo y jóvenes también los que pelearon para que Perón vuelva”.
Para volver al razonamiento macabro de decisiones políticas y sus consecuencias:

“Cancelar la cultura, desfinanciar la universidad, es negar a estos jóvenes, hacedores de la historia, la posibilidad de elegir.
La ignorancia puede tener entonces un peso estratégico, permitiendo el desarrollo de tanto insulto, tanto grito y tanta teoría Express”.
Por ello destaca la importancia de hacer oír la voz de artistas e intelectuales, los que aún tenemos voz para ser escuchados:
“Ante la angustia del hambre o ante el hecho de ser despedido sin causa le opondremos marchas multitudinarias. Demostraremos que la sensibilidad vence al insulto.
Hablemos ahora de la voz de los que sí tenemos voz y la tenemos que levantar para decir e insistir que argumentos y solidaridad construyen más que los gritos y el odio.
Que fue lo que nos pasó para llegar a este estado de cosas?
Diversos factores nos hicieron desembocar en la situación actual, pero ante el actual estado de cosas elevamos la voz. Voces que deben levantarse para nombrar el país que queremos.
Hacia el final de su intervención, Heker necesita definir quiénes integramos la población de este país y cuál debe ser nuestra tarea para preservar nuestro más valioso capital humano:

¿Quiénes integramos este país? ¿Solo la gente del bien? ¿O todo el pueblo sin distinción?
Somos los que elevamos la voz para exigir alimentos educación salud vida digna.
Ahora. No dentro de 35 años.
Se trata de esto:
Cuando las papas queman es necesario coincidir en lo esencial.
Hay un detalle de los argentinos que nos permite conservar la esperanza en este infierno.
He ido a muchas ferias del libro en todo el mundo, me he codeado con gente prestigiosa pero la gente estaba ausente.
Acá la presencia del público es protagónica.
La presencia de la gente me hace mostrar la hilacha optimista.
La gente participa. La gente se apropia.
Tenemos un destacado movimiento teatral.
Genios del cine, científicos, escritores, humoristas, músicos, editores.
Tenemos sentido del humor y nos seguimos encontrando en el café a conversar.
Seguimos arreglando todo con alambre y eso también es cultura y es lo que hay que preservar
Estoy lejos de la idealización. Por algo estamos como estamos
Pero lo mencionado constituye nuestro capital humano que es esto y no otra cosa
Cerrando su participación en la inauguración enumerando entre encendidos aplausos:
No renunciemos a lo esencial:
Alimentación.
Educación.
Salud
Esa es la base.
Universidad pública.
Medios culturales.
Hoy inauguramos esta feria y abogamos por más ferias en todo el país con creatividad, concurrencia y lectores.

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