sábado 12 de julio de 2025
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Las opiniones de los votantes sobre el partido contrario son cada día menos favorables

Por John Sides.

No es ninguna novedad que la gente tienda a tener una opinión desfavorable del partido contrario. Pero es una tendencia que vale la pena monitorear, y el recién publicado Estudio Nacional Electoral Estadounidense (ANES, por sus siglas en inglés) de 2024 ofrece una actualización sobre esta tendencia.

El ANES pide a los encuestados que califiquen al Partido Demócrata y al Partido Republicano en una escala de cero a cien llamada “termómetro de sentimientos”. Así es como se les describe a los encuestados:

“También nos gustaría conocer sus sentimientos sobre algunos grupos de la sociedad estadounidense. Cuando lea el nombre de un grupo, nos gustaría que lo calificara con lo que llamamos un termómetro de sentimientos. Las calificaciones entre cincuenta y cien grados significan que tiene sentimientos favorables y cálidos hacia el grupo; las calificaciones entre cero y cincuenta grados significan que no tiene sentimientos favorables hacia el grupo y que no le importa mucho ese grupo. Si no siente particular calidez o frialdad hacia un grupo, lo calificaría con cincuenta grados. Si llegamos a un grupo del que no sabe mucho, simplemente dígamelo y pasaremos al siguiente”.

El gráfico siguiente se centra en las personas que se identifican con el Partido Demócrata o Republicano o se inclinan hacia alguno de ellos. (Esta es la gran mayoría de los estadounidenses, ya que la mayoría de los independientes dicen inclinarse hacia un partido). El gráfico muestra las calificaciones promedio que las personas dan a su propio partido y al partido contrario.

Es importante señalar que el ANES inicialmente preguntaba sobre los sentimientos hacia los “demócratas” y “republicanos” (1964-1982) —es decir, sobre los partidarios— y luego cambió a preguntar sobre “el Partido Demócrata” y “el Partido Republicano”. También es relevante separar a las personas según cómo realizaron la encuesta: ya sea hablando con un entrevistador en vivo o completando la encuesta por sí mismos (en línea o en papel).

Las valoraciones de los estadounidenses sobre el partido contrario siguen cayendo

Calificaciones promedio del partido propio y del partido contrario en una escala de 0-100 (1964-2024)

Las opiniones de las personas sobre su propio partido son positivas, en promedio. Después de una pequeña disminución entre 1964 y 1976, esas calificaciones se han mantenido bastante estables.

Pero las opiniones de las personas sobre el partido contrario se han vuelto menos favorables. En las entrevistas en persona o por teléfono (líneas continuas), la calificación promedio del partido contrario era cuarenta y ocho en 1978, muy cerca de la calificación de cincuenta, que significa “no siento particular calidez o frialdad”. En 2016, había bajado a treinta y uno. En 2020, no hubo entrevistas en persona debido a la covid-19, pero en 2024, cuando se reanudaron esas entrevistas, el promedio fue de veintiséis. (El gráfico combina a demócratas y republicanos, quienes son igualmente desfavorables hacia el partido contrario).

Las encuestas autocompletadas (líneas discontinuas) muestran que las opiniones sobre el partido contrario son aún menos favorables: aproximadamente seis a ocho puntos más bajas que en las entrevistas en persona. Esto refleja la conocida tendencia de los encuestados a ocultar o suavizar opiniones negativas cuando hablan con un entrevistador. ¡La ironía es que el ANES puede haber estado subestimando los sentimientos negativos hacia el partido contrario al depender de entrevistas en persona durante la mayor parte de su historia!

Al interpretar este gráfico, es importante tener en cuenta un par de cosas.

Primero, no deberíamos atribuir contenido emocional a estas preguntas de encuesta. Las preguntas indagan sobre la visión favorable y sentimientos fríos o cálidos. Pero verán a gente hablar de esta tendencia como si sugiriera “hostilidad” o incluso “odio”. Tal vez haya evidencia de tales sentimientos en otras preguntas de la encuesta. Pero los termómetros de sentimientos por sí solos no registran esas emociones.

Segundo, no deberíamos asumir que los encuestados están pensando en los demócratas o republicanos comunes que podrían encontrar en la calle. De hecho, algunas investigaciones apuntan a que cuando se les pregunta sobre “el Partido Demócrata” o “el Partido Republicano”, la gente piensa principalmente en los líderes y activistas del partido. Eso puede explicar por qué las evaluaciones del partido contrario son más bajas que las evaluaciones de los partidarios contrarios.

Obviamente, hay más que decir sobre esta tendencia, que a menudo se denomina polarización afectiva. Este es un buen artículo de revisión sobre sus causas y consecuencias.

Una pregunta final es cómo deberíamos sentirnos respecto a la polarización afectiva. Es habitual lamentar estos sentimientos más fríos hacia el partido contrario. Hay enormes proyectos dedicados a tratar de hacer a la gente menos polarizada. Eso parece un objetivo lo suficientemente valioso.

Sin embargo, en cierto sentido, los sentimientos más fríos son comprensibles y racionales. Durante muchos años, los partidos han ofrecido ideas y visiones cada vez más diferentes para el país. Y los ciudadanos ciertamente notan esta distancia.

En ese mundo, ¿no deberíamos esperar que la gente vea al otro lado de manera menos favorable? ¿No sería un poco extraño si no lo hicieran?

Publicado en Agenda Pública el 9 de julio de 2025.

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