“Una nena de 12 años fue atacada por seis compañeros: la golpearon y le tiraron basura en la cara”, “Una madre irrumpe en clase y golpea a un estudiante mientras lo acusa de hacer bullying a su hijo”, “Quedó internado un nene que fue golpeado en el aula seis veces en quince días”. Estos son sólo algunos de los titulares que arroja la búsqueda en internet de la palabra bullying: la punta del iceberg de una problemática que afecta los derechos de niños, niñas y adolescentes de todo el mundo, especialmente en Argentina. A pesar de todo, la violencia, el abuso escolar y el cyberacoso son cada vez más frecuentes y marcan la vida de miles de chicos y chicas que lo padecen.
Los primeros jueves de noviembre de cada año se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela. Declarada en noviembre de 2019 por la UNESCO, la fecha busca sensibilizar a las personas de todo el mundo acerca del problema de la violencia y el ciberacoso, sus terribles consecuencias y la necesidad de ponerles fin. La fecha sirvió de pretexto para un encuentro realizado en la Cámara de Diputados de la Nación titulado “Desafíos Actuales para la Prevención del Bullying” del cual participaron distintas organizaciones, autoridades legislativas y miembros de la comunidad educativa.
El Observatorio de Familias y Juventudes de la Cámara de Diputados ofició de anfitrión del encuentro, en el que lanzaron la Alianza Antibullying Argentina: un conglomerado de organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la concientización y prevención del fenómeno. Equipo Anti Bullying Argentina, Hablemos de Bullying, y Si Nos Reímos, Nos Reímos Todos, fueron algunas de estas organizaciones que compartieron herramientas y experiencias de trabajo en la búsqueda de fortalecer el compromiso de autoridades, sociedad y comunidad educativa por erradicar este fenómeno.
Federico Cermelo, director del Observatorio, planteó que “lo peor que podemos hacer con el bullying es banalizarlo, diciendo que es una cosa de chicos, cuando en realidad es un problema de grandes” y dejó en claro que “si el bullying no es abordado estamos construyendo una ciudadanía violenta, discriminatoria e intolerante”.
Si bien no existen estadísticas oficiales a nivel nacional, algunas de las organizaciones y especialistas plantean que la mayoría de los casos ocurre entre los 11 y los 13 años. Incluso pueden darse situaciones prematuras en niños de menor edad. Un estudio realizado por la ONG Bullying Sin Fronteras señala que 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes sufren este tipo de maltratos en Argentina, lo cual revela la magnitud de esta preocupante realidad.
Ante este panorama se recomienda que padres y docentes estén atentos a cualquier señal: enojo, irritabilidad, cambios de humor, problemas en el desempeño escolar, apatía o desmotivación pueden estar dando pistas de un caso de bullying. También se llama la atención sobre la importancia de trabajar en la prevención de manera grupal y colectiva: la violencia y el acoso son conductas que deben detectarse y desaprenderse.
Dónde llamar
Familias, estudiantes, docentes y miembros de la comunidad pueden informar situaciones problemáticas en el 0800-222-1197, la línea gratuita del Ministerio de Educación de la Nación. De este modo, y junto con las provincias, se brinda orientación y se interviene ante situaciones conflictivas que afecten la convivencia en las escuelas o en situaciones de vulneración de derechos.
También el Centro de Asistencia al Suicida ofrece asistencia e información llamando al 135 ó 0800-345-1435.
Publicado en El Auditor el 8 de noviembre de 2022.