miércoles 4 de diciembre de 2024
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La Eurocámara aprueba más fondos para Ucrania

El pleno del Parlamento Europeo dio este martes luz verde a la revisión del presupuesto de la UE hasta 2027, que incluye el nuevo paquete de ayuda a Ucrania de 50.000 millones que vetó hasta febrero el Gobierno ultranacionalista húngaro de Viktor Orbán.

Los 499 votos a favor de los eurodiputados, frente a los 67 en contra y las 21 abstenciones, abren la puerta al primer tramo de ayudas para Kiev, que ascenderá a 4.500 millones de euros y llegará a las autoridades ucranianas a lo largo del mes de marzo para evitar potenciales problemas de liquidez en medio de la agresión rusa sobre su territorio.

“Nos hubiera gustado poder aprobarlo antes pero el veto de Hungría en diciembre bloqueó cualquier avance y negociación con el Parlamento Europeo”, explicó en el debate previo a la votación la eurodiputada del PSOE Eider Gardiazábal, una de las ponentes del expediente legislativo.

La revisión presupuestaria requiere unanimidad entre los Estados miembros y Budapest la bloqueó en la cumbre de diciembre. Finalmente levantó su veto en la reunión de líderes el pasado 1 de febrero sin conseguir que el resto de socios aceptara su principal petición: tener derecho de veto anual sobre los fondos a Kiev.

Una vez sea aprobado formalmente – todavía falta el visto bueno definitivo de los Estados miembros – la UE podrá empezar a transferir los 50.000 millones que ha presupuestado como asistencia macrofinanciera durante los próximos cuatro años, 33.000 de los cuales serán créditos y los otros 17.000 millones, ayudas directas.

Este apoyo, remarcó Gardiazábal, será “determinante” para que el Gobierno ucraniano pueda “mantener sus funciones” y siga “prestando servicios públicos básicos” y servirá también para que Kiev “se pueda defender, pueda ganar y pueda empezar a trabajar en su futuro”.

En total, la revisión del Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2021-2027 asciende a 64.600 millones de euros (descontando los préstamos a Kiev) y busca reforzar las dotaciones de prioridades comunitarias específicas.

Así, suma 2.000 millones a los programas comunitarios de migración y protección de fronteras, 7.600 millones para los Balcanes, Siria, Jordania, Líbano y Turquía, 2.000 millones para reforzar el instrumento de flexibilidad y otros 1.500 millones para la reserva de solidaridad y emergencias.

Además, la UE se dota de un sistema “en cascada” para pagar los intereses extraordinarios de la deuda del fondo de recuperación (unos 15.000 millones) y crea la plataforma STEP (Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa), que invertirá 1.500 millones a través del Fondo Europeo de Defensa en tecnologías limpias.

La idea inicial de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con esta plataforma era crear un “fondo de soberanía” europeo para avanzar en tecnologías clave para la transición verde y la transformación digital, pero la iniciativa no cuajó entre los Estados miembros.

Finalmente, Bruselas propuso dotar a STEP con un presupuesto de 10.000 millones que también iba dirigido a programas como Horizonte (centrado en la I+D), el Fondo de Innovación o el plan europeo de inversiones Invest EU.

Pero las negociaciones a nivel de jefes de Estado y de Gobierno limitaron la dotación y el alcance de la plataforma a los 1.500 millones finalmente acordados para el Fondo Europeo de Defensa, algo insuficiente para los eurodiputados, que han respaldado aun así el resultado final.

“Deberíamos haber sido más ambiciosos y coherentes con nuestra propia posición financiando un verdadero programa de autonomía estratégica”, resumió en el debate la socialista española Gardiazábal. EFE

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