El Super Tazón es uno de los eventos deportivos masivos más importantes de los EE.UU. Es lo convierte en un ícono cultural y comercial de envergadura en el que cada segundo de publicidad vale una fortuna y el entretiempo ofrece espectáculos musicales de primer orden. Este año, apareció Jesús.
“Y herida por un sable sin remache ves llorar la Biblia contra un calefón”, rezan las estrofas finales del tango Cambalache que compusiera Enrique Santos Discépolo, en 1929, como expresión de la desjerarquización de la sociedad, porque resultaba que el “siglo veinte, (era un) cambalache, problemático y febril…” Que hubiera dicho don Enrique ante la campaña propagandística en la que “el barba” hizo su aparición en la grilla publicitaria del evento.
Si, junto a las bebidas alcohólicas a granel, los automóviles, las papas fritas promocionadas por un legendario dúo narco de ficción (Breaking bad) y las casas de apuestas en línea – casi todos productos pecaminosos – aparecieron dos anuncios de 30 y 60 segundos para promocionar a Jesús.
La campaña creada por la Servant Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Kansas también conocida como The Signatry, tiene por nombre ‘He Gets Us’ (él nos atrapa) y se ha propuesto “reintroducir a la gente a Jesús” y viene realizando, desde hace un año, esta tarea “promocional” en otros eventos deportivos y en los Grammy.
En el primer spot, se insta a los espectadores a “ser como niños” mientras reproducen imágenes fijas y en movimiento de niños, que van desde reunirse después de la cuarentena hasta compartir auriculares en un colectivo. La segunda pieza intercalaba imágenes de ira y división para promocionar un mensaje de inclusión con lemas como “ama a tus enemigos” o “Jesús fue un refugiado”, paragonándolo con los inmigrantes o llamando a la unidad de un país sumido en una grieta importante.
Los anuncios publicados por ‘He Gets Us’ ocuparon el octavo y el puesto 15, respectivamente, en el Medidor de anuncios de USA TODAY, que clasifica los anuncios según la calificación de los consumidores.
También generó cierto revuelo en las redes sociales el “Super Bowl cristiano” colocándose entre los trending topic de Twitter el lunes por la mañana. Aunque las críticas vinieron tanto de izquierda como de derecha, dando la razón a los anunciantes en tanto “acercar” posiciones enfrentadas.
En el primer caso, la diputada demócrata por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez tuiteó: “Algo me dice que Jesús *no* gastaría millones de dólares en anuncios del Super Bowl para hacer que el fascismo parezca benigno”.
Del otro lado, Charlie Kirk, fundador del grupo universitario de derechas Turning Point USA, afirmó que los anuncios “complacen a los progresistas”, y calificó a la campaña como “uno de los peores servicios al cristianismo en la era moderna” y llamó a sus promotores “embaucadores woke”.
Pero ya sabemos que cuando alguien dice que no es político o que no es de derecha o izquierda, es cuanto menos conservador. De 2018 a 2020, la Servant Foundation donó más de 50 millones de dólares a Alliance Defending Freedom, otra organización sin fines de lucro conocida por luchar contra el derecho al aborto y las leyes contra la discriminación, según Lever News. El Southern Poverty Law Center incluyó a Alliance Defending Freedom como un grupo de odio anti-LGBTQ en 2016.
Si bien los donantes de la fundación son anónimos, una figura importante reconoció públicamente que su familia era uno de sus mayores patrocinadores. El fundador y multimillonario de la cadena de tiendas de artesanías Hobby Lobby, David Green, así lo contó al conductor del programa de entrevistas Glenn Beck, “mi familia estaba ayudando a financiar los anuncios.”
Green y Hobby Lobby obtuvieron una importante victoria patronal en 2014 cuando la Corte Suprema dictaminó que Hobby Lobby y otras “corporaciones de propiedad cerrada” pueden continuar negándose a proporcionar cobertura de seguro médico para algunas o todas las formas de control de la natalidad en base a objeciones religiosas. El fallo afectó a más de 60 millones de trabajadores estadounidenses en ese momento.
“El objetivo es que los dos anuncios no solo inspiren a aquellos escépticos hacia el cristianismo a hacer preguntas y aprender más sobre Jesús, sino que también alienten a los cristianos a vivir aún mejor su fe y exhibir el mismo amor y perdón que Jesús modeló”, dijo el presidente de Haven la agencia detrás de los anuncios, Jason Vanderground.
Esa estrategia reconoce la mercantilización de Jesús, en tanto marca, en la búsqueda de detener la disminución constante del redil cristiano a manos de otras creencias o de la incredulidad. En ese sentido Vanderground dijo a la agencia AP que, “estamos tratando de transmitir el mensaje a las personas espiritualmente abiertas, pero escépticas”, tal como define al público objetivo que consume el Super Tazón.
En septiembre de 2022, el Pew Research Center estimó que si los cristianos en los EE. UU. continúan abandonando la religión al ritmo actual, la feligresía se reducirá del 64 por ciento actual a “entre un poco más de la mitad (54 por ciento) y solo por encima de un tercio (35 por ciento) de todos los estadounidenses para 2070”.
El estudio también estima que, si continúan las tendencias actuales, aquellos que no se identifican con ninguna religión aumentarán del 30 por ciento actual a “entre el 34 y el 52 por ciento de la población de EE. UU.”.