La presidenta del centro de estudiantes de Ciencia Política y Relaciones Internacionales comparte con Nuevos Papeles sobre su experiencia como militante de Franja Morada, la importancia y vigencia de la educación pública y los proyectos para actualizar el plan de estudios de Comunicación Social.
Flor del Alba Cruz es hoy la presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario (CP y RR.II. – UNR). No fue, ni mucho menos, algo que tuviera en mente cuando llegó por primera vez a esta casa de estudios: no conocía la ciudad, a la que había llegado desde Pergamino, la localidad bonaerense en la que se crio tras llegar de República Dominicana en 2007, cuando todavía era una niña. Su madre, por una relación amorosa, cambió el Caribe por el Sur, y como tantas otras familias a lo largo de distintas épocas, halló un hogar en la Argentina para echar raíces junto con su hija, que aquí cursó la primaria, secundaria y ahora ultima sus pasos rumbo a la licenciatura de Comunicación Social, entre las aulas y la militancia, los compañeros en los salones y cientos —quizá miles— de conocidos y desconocidos que se le acercan para saludarla, hacerle una consulta o dejarle sugerencias por alguna inquietud o demanda estudiantil.
“En 2016, cuando empecé a cursar, siempre había gente de Franja Morada. Estaban para acompañar, ayudar a interiorizarse con la vida universitaria, cosa que orienta mucho a la gente que viene desde otro lugar”, recuerda Flor en palabras para Nuevos Papeles.
Mantiene fresco el recuerdo de Jesús, un compañero que se le acercó con un volante. De ahí en más comenzó a juntarse con la agrupación y casi sin darse cuenta, las horas de materias y seminarios fueron alternándose con las reuniones para debatir sobre qué se puede mejorar o cambiar, especialmente si algo les parecía injusto. Dio un paso adelante con la determinación de involucrarse. Arrancó con la entrega de folletos, y al tiempo daba la bienvenida a los nuevos, ahora del otro lado del mostrador.
“Me atrajo la política, la Franja, y un gran grupo humano que siempre busca vincularse con los demás”.
Aunque su rol puede llegar a demandarle bastante tiempo y energía señala que el primer requisito para desempeñarse como se debe es el de ser buenos estudiantes, pues de lo contrario resultaría prácticamente imposible ganarse la confianza del resto de los alumnos. Y a eso, por supuesto, debe sumársele la vocación de transformar la realidad del entorno, con oídos para quienes comparten ideas, pero sobre todo con quienes piensan diferente, una característica que toma mayor relevancia en tiempos en los cuales, reconoce, hay segmentos antisistema.
“Siempre hay que hablar, dialogar, no solo para convencer sino también para escuchar qué tiene el otro para decirnos, porque de eso también se aprende. Nosotros, como radicales, creemos que las demandas hay que canalizarlas a través de la política, que para muchos jóvenes ha servido para tomar colectivamente algunas causas que antes parecían más individuales, como el aborto o el cuidado del medioambiente”.
Un nuevo plan de estudios
El plan de estudios para los alumnos de Comunicación Social en la UNR está vigente desde 2001. 20 años después los cambios en el área son considerables: los canales de televisión y los diarios y revistas compiten contra las plataformas de streaming y los portales digitales, y las redes sociales cambiaron la manera en que millones de personas buscan acceso a información, noticias, datos. Y especialidades como la fotografía, el diseño gráfico y la web se actualizan periódicamente.
“Vemos que a la hora de recibirnos hay problemáticas para insertarnos en el mundo del trabajo”, advierte del Alba Cruz.
Rescata, sí, el análisis social, filosófico y político, pero insiste en dotar de más herramientas a quienes están en proceso de formación. Para darle visibilidad a sus planteos, desde la Franja han organizado cursos, pero alertan que son áreas que deben quedar contempladas porque no alcanza con una pequeña jornada para que se dé por hecho que se dominan estas habilidades que suelen ser, por lo general, bastante práctica y constancia.
En la facultad, de hecho, se han ejecutado reformas Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales y Trabajo social. No ha sido necesario aún en Turismo porque es de creación reciente.
“Hay materias que hablan, por ejemplo, sobre redes sociales. Talleres, seminarios, pero en sí el cambio es mucho más profundo. Después de la pandemia hemos discutido mucho sobre esto: herramientas, pensar estructuras de enseñanza con estudiantes, graduados, docentes, para poder pensar en que tengamos algo del siglo XXI”.
Que sea para todos
En medio de la crisis que sufre la Argentina, para Del Alba Cruz hay dos metas, ambas conectadas entre sí: que todos puedan acceder a la universidad y una vez dentro, en efecto, puedan cursar hasta el final.
La Federación Universitaria de Rosario (FUR), en conjunto con la UNR y el Banco Municipal de Rosario firmaron recientemente un convenio para facilitar que los estudiantes puedan abrir sus cuentas bancarias y contar con tarjetas de débito y crédito, que se complementan con descuentos en comercios como librerías o supermercados o al pagar el boleto de colectivo.
“Siempre hay que buscar la posibilidad para que ninguno deje de estudiar. No solo apoyo económico, también en lo académico, en la salud mental”, recalcó.
Por delante, a Del Alba Cruz le viene un 2023 recargado, con miras a recibirse en 2024. Le interesan los estudios de Género y las causas sociales, aunque no cierra las puertas a nuevas posibilidades que puedan abrírsele en el camino.
Eso sí, mientras siga en la UNR, e incluso después, mantiene la convicción de reforzar, desde donde esté, el pilar que para ella y millones de estudiantes significa la educación pública argentina, esa que desde Franja Morada ha sido siempre motor para sobrellevar las crisis, resolverlas y prepararse para tiempos mejores que estén por venir.
Flor del Alba Cruz: “Siempre hay que dialogar, escuchar qué tiene el otro para decirnos”
La presidenta del centro de estudiantes de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales comparte con Nuevos Papeles sobre su experiencia como militante de Franja Morada, la importancia y vigencia de la educación pública y los proyectos para actualizar el plan de estudios de Comunicación Social
Flor del Alba Cruz es hoy la presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario (CP y RR.II. – UNR). No fue, ni mucho menos, algo que tuviera en mente cuando llegó por primera vez a esta casa de estudios: no conocía la ciudad, a la que había llegado desde Pergamino, la localidad bonaerense en la que se crio tras llegar de República Dominicana en 2007, cuando todavía era una niña. Su madre, por una relación amorosa, cambió el Caribe por el Sur, y como tantas otras familias a lo largo de distintas épocas, halló un hogar en la Argentina para echar raíces junto con su hija, que aquí cursó la primaria, secundaria y ahora ultima sus pasos rumbo a la licenciatura de Comunicación Social, entre las aulas y la militancia, los compañeros en los salones y cientos —quizá miles— de conocidos y desconocidos que se le acercan para saludarla, hacerle una consulta o dejarle sugerencias por alguna inquietud o demanda estudiantil.
“En 2016, cuando empecé a cursar, siempre había gente de Franja Morada. Estaban para acompañar, ayudar a interiorizarse con la vida universitaria, cosa que orienta mucho a la gente que viene desde otro lugar”, recuerda Flor en palabras para Nuevos Papeles.
Mantiene fresco el recuerdo de Jesús, un compañero que se le acercó con un volante. De ahí en más comenzó a juntarse con la agrupación y casi sin darse cuenta, las horas de materias y seminarios fueron alternándose con las reuniones para debatir sobre qué se puede mejorar o cambiar, especialmente si algo les parecía injusto. Dio un paso adelante con la determinación de involucrarse. Arrancó con la entrega de folletos, y al tiempo daba la bienvenida a los nuevos, ahora del otro lado del mostrador.
“Me atrajo la política, la Franja, y un gran grupo humano que siempre busca vincularse con los demás”.
Aunque su rol puede llegar a demandarle bastante tiempo y energía señala que el primer requisito para desempeñarse como se debe es el de ser buenos estudiantes, pues de lo contrario resultaría prácticamente imposible ganarse la confianza del resto de los alumnos. Y a eso, por supuesto, debe sumársele la vocación de transformar la realidad del entorno, con oídos para quienes comparten ideas, pero sobre todo con quienes piensan diferente, una característica que toma mayor relevancia en tiempos en los cuales, reconoce, hay segmentos antisistema.
“Siempre hay que hablar, dialogar, no solo para convencer sino también para escuchar qué tiene el otro para decirnos, porque de eso también se aprende. Nosotros, como radicales, creemos que las demandas hay que canalizarlas a través de la política, que para muchos jóvenes ha servido para tomar colectivamente algunas causas que antes parecían más individuales, como el aborto o el cuidado del medioambiente”.
Un nuevo plan de estudios
El plan de estudios para los alumnos de Comunicación Social en la UNR está vigente desde 2001. 20 años después los cambios en el área son considerables: los canales de televisión y los diarios y revistas compiten contra las plataformas de streaming y los portales digitales, y las redes sociales cambiaron la manera en que millones de personas buscan acceso a información, noticias, datos. Y especialidades como la fotografía, el diseño gráfico y la web se actualizan periódicamente.
“Vemos que a la hora de recibirnos hay problemáticas para insertarnos en el mundo del trabajo”, advierte del Alba Cruz.
Rescata, sí, el análisis social, filosófico y político, pero insiste en dotar de más herramientas a quienes están en proceso de formación. Para darle visibilidad a sus planteos, desde la Franja han organizado cursos, pero alertan que son áreas que deben quedar contempladas porque no alcanza con una pequeña jornada para que se dé por hecho que se dominan estas habilidades que suelen ser, por lo general, bastante práctica y constancia.
En la facultad, de hecho, se han ejecutado reformas Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales y Trabajo social. No ha sido necesario aún en Turismo porque es de creación reciente.
“Hay materias que hablan, por ejemplo, sobre redes sociales. Talleres, seminarios, pero en sí el cambio es mucho más profundo. Después de la pandemia hemos discutido mucho sobre esto: herramientas, pensar estructuras de enseñanza con estudiantes, graduados, docentes, para poder pensar en que tengamos algo del siglo XXI”.
Que sea para todos
En medio de la crisis que sufre la Argentina, para Del Alba Cruz hay dos metas, ambas conectadas entre sí: que todos puedan acceder a la universidad y una vez dentro, en efecto, puedan cursar hasta el final.
La Federación Universitaria de Rosario (FUR), en conjunto con la UNR y el Banco Municipal de Rosario firmaron recientemente un convenio para facilitar que los estudiantes puedan abrir sus cuentas bancarias y contar con tarjetas de débito y crédito, que se complementan con descuentos en comercios como librerías o supermercados o al pagar el boleto de colectivo.
“Siempre hay que buscar la posibilidad para que ninguno deje de estudiar. No solo apoyo económico, también en lo académico, en la salud mental”, recalcó.
Por delante, a Del Alba Cruz le viene un 2023 recargado, con miras a recibirse en 2024. Le interesan los estudios de Género y las causas sociales, aunque no cierra las puertas a nuevas posibilidades que puedan abrírsele en el camino.
Eso sí, mientras siga en la UNR, e incluso después, mantiene la convicción de reforzar, desde donde esté, el pilar que para ella y millones de estudiantes significa la educación pública argentina, esa que desde Franja Morada ha sido siempre motor para sobrellevar las crisis, resolverlas y prepararse para tiempos mejores que estén por venir.