El experto en temas de defensa y excombatiente en Malvinas, Guillermo Lafferriere, expresó en la red social Twitter algunos argumentos sobre el desacierto que sería reinstalar en nuestro país el servicio militar.
Lafferriere primero se hace eco de voces que indican que desde el Ministerio de Defensa se estaría estudiando esa posibilidad, señalando que esto sería un error gravísimo al “ir por un ejército de conscriptos (SMO)” dado que “1) Las FFAA en ningún país del mundo son una suerte de gigantesco reformatorio. Eso es un enorme error de concepto 2) Jamás en Argentina el SMO fue universal. Siempre hubo caminos espúreos para eludir el mismo gracias a la corrupción de quienes administraban el sistema 3) No existen desde hace décadas espacios en las FFAA para albergar mayor cantidad de soldados que los que hoy tienen 4) Ni aún generando “espacio” hay capacidad humana para administrar un SMO con centenares de miles de jóvenes anualmente”.
Y afirma una “dolorosa verdad”: “Ya a mediados de los 70 del Siglo XX era evidente la obsolescencia del SMO. Aún en plena epoca del proceso, y con todo el poder político de los militares se registraban cosas tales como: – Imposibilidad de vestir acordemente a todos los incorporados – Imposibilidad de proveer calzado en condiciones a todos los soldados – Carencia absoluta de seriedad en el adiestramiento de las tropas. Se limitaba a un período de +/- 6 semanas e inmediatamente las tareas de cuidado del cuartel tenían prioridad por sobre otra cosa (los reglamentos decían una cosa, sucedía otra) – El soldado era visto como mano de obra barata (sigue siendo así hoy…). Es decir alguien con quien cortar pasto, pintar cosas, hacer obritas en los cuarteles y en algunos casos tareas personales incompatibles con la vida militar 2) Todo lo anterior era posible en una estructura militar que como he expresado muchas veces abandonó a la preparación para la guerra hace décadas y ha puesto su foco en formalidades, ceremonias y cuestiones absolutamente ajenas a lo militar. La Argentina tiene una tendencia enorme a vivir de mitos y leyendas. En este caso a la idea que el SMO era una herramienta útil.”
En ese sentido señala: “Lo fue sin dudas cuando se instauró hace más de 100 años y donde el ciudadanos aprendía a ser soldado, pero eso se pervitió hasta llegar al desastre en 1994”.
Si bien afirma que “La Argentina necesita de una profunda reestructuración militar, algo que debo ser de los que más ha aportado en esta red desde hace años (busquen). El desafío de tener una defensa seria en el país es tan inmenso como el de generar una economía de mercado en un país corporativo como la España de Franco. (…) El SMO sería un desastre para un sistema que ya es absolutamente inútil para la defensa del país. De darse ese SMO harán muy felices a esos militares que siempre soñaron ser pintores y arquitectos pero nunca soldados de verdad”.
