Los ciudadanos de los Estados Unidos elegirán este martes a los representantes que serán los encargados de votar por Kamala Harris o Donald Trump como nuevo Presidente.
En ese país, la forma de elegir a sus representantes es distinta a la que se emplea en la Argentina, donde los ciudadanos escogen directamente por el candidato que quieren en las urnas.
En este caso norteamericano, la elección es indirecta, por lo que los votantes no eligen entre postulantes, sino que delegan esa tarea en el Colegio Electoral, integrado por 538 representantes.
Este es un factor que podría demorar el resultado de la contienda y la clave estará en siete estados aunque Pensilvania, el más poblado, se destaca como el que tiene mayores probabilidades de inclinar la balanza hacia la demócrata Harris o el republicano Trump.
Entonces, el momento en que se sabrá quién es él o la próxima presidenta de los Estados Unidos dependerá de lo ajustado que sea el resultado final.
Por ejemplo, si los números de los estados decisivos como Pensilvania y Georgia son muy parejos, se podría tener que esperar varios días para confirmar una victoria.
Por ejemplo, en los comicios de 2020, la victoria del actual mandatario Joe Biden se supo el sábado posterior a la elección.
Este año, tras inversiones de los distintos estados para agilizar el recuento de votos, los resultados podrían conocerse más rápido y una estimación optimista asegura que el miércoles temprano puede ser una opción.
Se prevé que entre el 98% y el 99% de los sufragios de Pensilvania estén contabilizados para el miércoles por la mañana, lo mismo que en Michigan y Wisconsin.
Las elecciones de los Estados Unidos se realizan el primer martes de noviembre, en este caso el 5, más allá de que los norteamericanos tienen la opción de votar de forma anticipada.
Para ganar, un candidato tiene que alcanzar los 270 votos del Colegio Electoral.
Cada uno de los 50 estados del país tiene un número distinto de electorales: es igual a la cantidad de sus senadores y sus representantes en la Cámara baja, por lo que tienen más peso los que están más poblados.
El que tiene más representantes es California, con 55 electores, mientras que Delaware tiene solo tres.
Por esta razón, el sistema lleva a que los postulantes se enfoquen más en las estados indecisos que en los que son tradicionalmente de un partido u otro.
Una de las características de este sistema electoral es que un candidato puede ser el más votado, pero no necesariamente se quedará con la victoria.
Por ejemplo, en las elecciones en las que enfrentaron Donald Trump y Hillary Clinton, la demócrata obtuvo más votos de ciudadanos, pero el republicano ganó porque tuvo más electores.
Algo similar pasó en 2000, cuando Al Gore obtuvo el 48,4% de los votos contra 47,9% de George Bush, aunque el candidato republicano ganó las elecciones porque llegó a 271 electores.
En los Estados Unidos, el mandato de los presidentes es de cuatro años y solo puede ejercer por dos períodos consecutivos.
El actual presidente, Joe Biden, fue el postulante demócrata original de esta elección, pero un pésimo desempeño en su debate con Trump determinó que se le sugiriera dejar paso a Harris, más joven y lúcida.