José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, consideró que el líder opositor estará mejor en Madrid que encerrado en una sede diplomática. Recordó cuando acogieron a Leopoldo López, otro dirigente venezolano.
Edmundo González tuvo a disposición la residencia del embajador español en Caracas si hubiera optado por permanecer en Venezuela en lugar de partir al exilio.
“Le ofrecí que si hubiera querido podría haber seguido allí el tiempo que hubiera considerado, indefinidamente”, comentó José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, en declaraciones a Onda Cero.
Albares fue uno de los funcionarios del gobierno de Pedro Sánchez que se comunicó con González cuando ya iba a bordo de un avión de la fuerza aérea española rumbo a Madrid. Recordó el precedente de Leopoldo López, otro dirigente opositor venezolano que fue preso político del dictador Nicolás Maduro y que luego estuvo año y medio en la residencia del embajador español.
“Lo hubiéramos hecho igual”, consideró Albares. “Creo que está mejor en España que en un régimen de semiclandestinidad”, agregó.
Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, anticipó el sábado que “Edmundo González es un héroe al que España no va a abandonar”. Horas después se lo atendió y se le otorgó asilo político.
En España hay alrededor de 100.000 venezolanos, muchos de ellos con status de refugiados. También otros dirigentes políticos, como el propio López o Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, quien estuvo preso en la cárcel de Ramo Verde.
De momento España no reconoce a González como presidente electo, aunque tampoco da por válida la reelección de Maduro. Insisten en que se muestren las actas de los comicios. Las únicas que se conocen, cargadas en una web con los comprobantes que reunió la oposición, dan por ganador a González con cerca del 70% de los votos.
Asedio a la embajada argentina
Países Bajos reveló que González Urrutia estuvo en su embajada en Caracas desde el 29 de julio hasta el 5 de septiembre, cuando fue trasladado a la residencia del embajador español. En Madrid se reencontró con una de sus hijas.
Mientras avanzaban aquellas gestiones, la residencia del embajador argentino en Caracas se mantuvo sitiada por agentes de inteligencia chavista entre la noche del viernes y las primeras horas del domingo. Amenazaban con irrumpir y detener a seis colaboradores de María Corina Machado que permanecen asilados.
Brasil, que está a cargo de los intereses argentinos en Venezuela, además del Palacio San Martín, repudiaron los ataques. A Buenos Aires y Brasilia los respaldaron Uruguay, Chile y Paraguay. La dictadura chavista quiso enviar el mensaje de que ni aun en una embajada hará sentir seguro a ningún asilado político.