Ricardo Gil Lavedra, camarista integrante del Tribunal del juicio más importante de la historia argentina, Mónica Pinto, ex decana de la Facultad de Derecho, Ricardo Gelpi, Rector de la Universidad de Buenos Aires y Gonzalo Álvarez, presidente de EUDEBA coincidieron en conceptos fundamentales al destacar una de las obras más importantes publicadas en nuestra historia reciente.
El histórico informe de la CONADEP (Comisión Nacional para la investigación de la Desaparición de Personas) cuyo texto final fue entregado por Ernesto Sábato al presidente Raúl Alfonsín luego de arduos nueve meses de trabajo se transformó en lo que Gonzalo Álvarez destacó como un “best”, pero además “long” seller.
El libro Nunca Más, fruto de la tarea encomiable de un comité de diversos (sobre todo diversos) expertos, ha devenido en la publicación icónica de nuestros últimos cuarenta años de historia.
Tanto el rector de la UBA como el presidente de la Editorial Universitaria, destacaron en sus intervenciones la función insoslayable de la Universidad en la construcción de una sociedad más equitativa, basada en la justicia y en la existencia de una editorial que sea capaz de publicar testimonios fundacionales en nuestra reciente y naciente historia democrática.
El informe de la CONADEP resultó sustancial para el posterior juicio a los comandantes que sojuzgaron a la nación bajo su oprobio autoritario. Las víctimas, los sobrevivientes, los familiares, los testigos prestaron su confianza en el equipo que reunió Alfonsín. Tres valientes dirigentes del campo religioso como Marshall Meyer, Carlos Gattinoni y Monseñor De Nevares, valientes periodistas como Magdalena Ruiz Guiñazú, científicos como René Favaloro y Gregorio Klimovsky, Daniel Salvador, presente y aplaudido en el homenaje, con la conducción de Ernesto Sábato tuvieron a su cargo la horrorosa pero necesaria tarea de recoger y clasificar testimonios como se señaló en el acto: escribiendo a mano en hojas oficio que se archivaban en cajas de cartón.
El Nunca Más fue traducido a varios idiomas, se publicó en diferentes países, pero no solo constituye un ejemplo como valor literario sino que en diferentes lugares del mundo se multiplicaron por necesidades de tragedias padecidas en otras geografías, comisiones por la verdad y la justicia ante hechos aberrantes.
Pero nuestra CONADEP fue fundacional. No había habido un acontecimiento similar ni en la Argentina ni en el resto del mundo.
Dos de las primeras medidas que tomó el presidente Alfonsín a poco de asumir para marcar el camino, que no estaba trazado, fue derogar la autoamnistía con la que se pretendía cubrir la dictadura en retirada y constituir la CONADEP para que Nunca Más los delitos de lesa humanidad quedaran impunes en nuestra historia.
Nunca se había emprendido semejante cometido y la democracia era débil ante una fuerza militar con el parque intacto. Se requería valentía, coraje y decisión política. Todo lo que Alfonsín tuvo. De manera que actuó en consecuencia, más allá de conveniencias personales o cálculos de rentabilidad.
En la referencia de Gil Lavedra al laureado film “1985” sostuvo que la tarea de viajar por el país a recoger testimonios, a diferencia de los que se cuenta en la película, estuvo a cargo de la CONADEP y que como señala Mónica Pinto, la articulación territorial en la organización de los testimonios, fue crucial como elemento para sostener la idea de plan comando deliberado y sistemático para el aniquilamiento de la población civil en nuestro país.
En estos tiempos en los que estamos discutiendo cuestiones esenciales e irremplazables, constitutivas de nuestra sociedad como lo es la existencia misma de la Universidad Pública, se inscribe el homenaje al Nunca Más como un rezo laico, como un preámbulo de todo lo que hemos dejado atrás para siempre.
En momentos en los que nadie en su sano juicio puede cuestionar la importancia de lo que aquí se discute.
La historia, la nación, la construyen las personas: La CONADEP, la Universidad, la Editorial Universitaria también.
Es necesario seguir construyendo sobre denominadores comunes indiscutibles: Siempre en democracia, con Universidad Pública fortalecida.
Está claro que nunca más habrá una dictadura en nuestro país porque hace cuarenta años se puso una piedra fundamental con el Nunca Más.
Como homenaje a los cuarenta años del Nunca Más y a los treinta años de la Constitución Nacional, en el Stand 923 de EUDEBA se puede conseguir ambos ejemplares a un precio de $ 25000.