martes 19 de marzo de 2024
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Elsa Llenderrozas: “Las perspectivas económicas globales son de un freno y caída profundas”

Elsa Llenderrozas es Directora de la Carrera de Ciencia Política de la UBA y especialista en Relaciones Internacionales. Dialogamos con ella sobre la nueva situación mundial mientras se transita la pandemia más importante del último siglo.

De un día para el otro, el mundo tal como lo conocíamos, cambió. Algunos países europeos, fundamentalmente con los que guardamaos mas lazos sociales como Italia y España, entraron en una cuarentena obligatoria luego de estallar una crisis sanitaria de niveles mayúsculos, Francia, por ejemplo, lo hizo más tarde. Otros, paradogicamente, no registran la crisis, como Croacia, al que pareciera que hasta ahora no afectara. Alemania, en cambio, toma medidas, a la vez que no registra altos grados de mortalidad. ¿Qué Europa veremos después de estos meses? ¿Una con más cerrazón nacional (Gran Bretaña se adelantó casi tres años en esto) o la Unión Europea retomará la iniciativa?

Lo que hemos visto son decisiones individuales, nula coordinación de políticas, baja cooperación. Todo la centralización y coordinación que puede hacer la Unión Europea en el plano financiero y económico no se observa frente a esta pandemia. La clausura de los vuelos, el cierre de fronteras y, en definitiva, la suspensión de la libre circulación de las personas es un golpe muy duro a los pilares del espacio comunitario. Incluso algunos miembros subrayaron la falta de solidaridad de sus socios.  Pero las características de la pandemia, y lo propuesto para enfrentarla (distanciamiento social y aislamiento) promovieron esas reacciones. Todos hemos visto la capacidad de respuesta de China, el envío de ayuda técnica y de materiales a Italia y a otros países.  Sin duda es un golpe duro a la cohesión de la Unión Europea pero a pesar de que algunos intelectuales ven un futuro de retracción y ensimismamiento, la Unión Europea tiene instituciones muy sólidas, reglas, normas e instrumentos para reaccionar. Por supuesto, todo dependerá de la magnitud del impacto económico de la pandemia, que todavía no se puede anticipar.

En este sentido, ¿cuál será el rol de las organizaciones como la OMS o la OMC, dado que la primera asumió (dadas las circunstancias) un rol supranacional activo inédito?

Es interesante porque esto es lo que señalaba David Mitrany, el padre del funcionalismo en la integración regional, la idea de organizaciones con funciones específicas, básicamente técnicas, que tendrían un papel clave para enfrentar esos problemas comunes a nivel global, fomentar la cooperación y construir un sistema mundial más pacífico. En este caso, los órganos más políticos de la ONU perdieron protagonismo frente al rol que asumió la OMS. En la reciente Declaración del G20 también se coloca a la OMS a la cabeza del proceso mundial de combate del COVID-19. Es posible que organismos que tienen roles específicos puedan conseguir más visibilidad y relevancia, pienso también en los referidos a cuestiones como cambio climático.

Una vez más se resalta el liderazgo de Angela Merkel en esta crisis. Sin embargo, la Canciller alemana ya había adelantado que se retiraría de la política activa. ¿Cómo se reordenará el liderazgo europeo luego de esta pandemia? ¿Dependerá de como administre la situación interna en Francia Macrón?
El liderazgo de Macron dependerá de la capacidad de administrar la respuesta interna a la pandemia, a su capacidad de movilizar recursos de todo tipo. La pandemia está golpeando duramente a Italia, España, Francia y Alemania. Cada caso ha mostrado capacidades de gobierno y recursos estatales distintos. Algunos ya arrastraban crisis políticas y sus líderes tenían baja popularidad. La pandemia profundizará esos procesos. Y por supuesto todo está condicionado a la recuperación económica después del freno de actividades. Las perspectivas económicas globales son de un freno y caída profundas. Los economistas europeos son más pesimistas sobre esto que los norteamericanos. Pero el efecto será global.

El Mercosur está teniendo estrategias diferentes según cada miembro. Pero se destaca el nivel de irresponsabilidad de Bolsonaro, que incluso enfrenta los reclamos de gobernadores de sus propio partido. Sin llegar a la casi criminal estategia del presidente de México, sin embargo es claro que priorizó la economía. Viendo la experiencia británica, estas estrategias son de corto plazo, pero genera una nueva “grieta” entre paises responsables e irresponsables. ¿Qué pensás al respecto? ¿Qué será del Mercosur o del Grupo de Puebla después del COVID-19?
Era imposible que el Mercosur diera una respuesta más o menos coordinada a esta crisis, ya que tenía una patología preexistente grave, para seguir con las analogías sanitarias. Cada país respondió individualmente, de manera aislada y hoy tenemos incluso enormes tensiones en las fronteras que todavía no se resolvieron. El cierre de las fronteras provocó un conflicto muy grande en las ciudades de mayor circulación. Por otro lado, aun con un Mercosur en funcionamiento, hubiera sido muy difícil coordinar políticas entre sus miembros porque sería complicado ajustar posiciones. Alberto Fernández tiene un enfoque completamente diferente del tema del que tiene Bolsonaro. La oposición brasileña bajo el liderazgo de Lula no ha levantado suficientemente la voz. Por otro lado, Alberto tampoco encuentra un aliado en López Obrador que adoptó una postura irresponsable de minimizar la amenaza. Comparativamente nuestro país ha mostrado más cooperación y coordinación entre el gobierno federal y las provincias. Ha bajado el nivel de competencia y todos parecen estar remando para el mismo lado. Igual actitud ha tenido el presidente Lacalle Pou, convocando a la dirigencia de todo el arco político. El Grupo Puebla no tiene socios activos en estos momentos. Toda reconstrucción de una alianza regional tendrá que esperar. La prioridades son salir lo mejor posible de la crisis del coronavirus y la recuperación económica.
Desde el punto de vista de la Ciencia Política, pareciera que hoy Hobbes se impuso sobre Locke y Montesquieu. ¿Vamos a una sociedad más controlada por parte del Estado o se podrán seguir ampliando los límites de la libertad individual?

Son muchas las tendencias que indican que vamos a mayores mecanismos de control social: desde los efectos de la pandemia hasta la tecnología aplicada a múltiples aspectos de la vida cotidiana. Todo parece indicar que a futuro tomaremos decisiones y actuaremos más condicionados por la infotecnología, como nos advierte Harari.

Si bien no es tu especialidad, ¿qué podemos esperar en términos económicos uan vez pasada la crisis?

Los pronósticos son dramáticos. La cantidad de sectores afectados por la crisis es inmensa. La inestabilidad de los mercados financieros ha sido profunda. La recesión golpeará la economía global: empresas a la quiebra, desempleo en aumento, crisis de demanda y de oferta se agudizarán. No me atrevo a pronosticar la situación ya precaria de Argentina en este contexto tan desfavorable.

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