martes 12 de noviembre de 2024
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El UPD de Alberto Fernández

Según nos informa la probablemente verosímil wikipedia, el Ultimo Primer Día, conocido popularmente como UPD, nació en la localidad bonaerense de Mercedes, el día 2 de marzo del año 2008. Aquel día, un grupo de adolescentes reunidos en el cumpleaños de un compañero de escuela, decidió festejar toda la noche y concurrir al primer día de su ultimo año de escuela secundaria, sin dormir y con los desarreglos propios del festejo. Esta rebeldía adolescente se transmitió rápidamente por las redes sociales y el UPD, no solo se popularizó en toda la Argentina, también se exportó a Uruguay, Bolivia y Paraguay.

El UPD ya forma parte de la liturgia estudiantil e incluye a grupos de padres que ayudan a organizarlo, con festejos de toda una noche donde no falta el alcohol, la pirotecnia y el desayuno de fin de fiesta. En muchos casos, las escuelas han decidido no dar clases el primer día del año lectivo, para no lidiar con alumnos en condiciones imposibles de aprehender. Así, se completó la trilogía de los ingeniosos inventos argentinos, al dulce de leche y la birome se le suma el glorioso UPD.

Nuestro presidente Alberto Fernández, el alumno descarriado de la escuela kirchnerista, no quiso privarse de su Ultimo Primer Día. Su UPD se inició bien tempranito, cuál adolescente trasnochado, con declaraciones confusas a modo de carta.Tal vez, embriagado por los salones fiesteros de Olivos, decidió usar pirotecnia pesada y eligió el juicio político a la Corte Suprema de Justicia como mensaje para su ultimo año de mandato. Alberto y ¿su equipo? entendieron, que la mejor forma de iniciar el 2023, era despertando al pueblo con una carta escrita entre pan dulces y champagne, dictada por sus compañeros mas revoltosos, Zamora y Moreau, o quizás por su jefe de preceptores el Cuervo Larroque. Así un primero de año, como decía mi padre, el día en que los familiares, amigos y vecinos se envían buenos augurios, el presidente ataca reafirmado su campaña golpista.

Es dable advertirle al incauto lector, que no se asuste. Las posibilidades de llevar a cabo un juicio político a la Corte Suprema de Justicia son las mismas que las de Alberto de ser reelegido.

¿Porque el día del asadito familiar, el brindis y el deseo sincero, el presidente nos tira esta bombita?

La presunción más creíble es que la carta del presidente sería un TP que el alumno Alberto estaba debiendo y que decidió entregar en su UPD. Se trataría de un trabajo práctico ya demorado en su entrega, que le fuera pedido por la rectora de su escuela al principio de su gestión y que Alberto, aplazado varias veces, decidiera entregar en una presentación tan espontánea como rutilante el mismísimo día de año nuevo.

En este trabajo práctico Alberto aborda diversos temas como el desempleo, la inflación o la economía y no olvida el mundial de futbol, para llegar finalmente al juicio politico a la Corte Suprema de Justicia.

Una ensalada rusa que ya puso en la mesa navideña y que muchos no quisieron comerla, por eso la guardó en la heladera para volver a servirla en año nuevo.

El alumno Fernández, en su UPD, intenta impresionar a la rectora de su escuela, para que le perdone sus llegadas tarde y sus rabonas. Pero además no desaprovecha la oportunidad de hacerle un nuevo deshonor a su título de abogado y a su condición de hijo de un juez cuando en la carta afirma que: “Es mi deber promover acciones cuando el sistema federal es puesto en crisis a través de una innecesaria medida cautelar y del indebido planteo de una ciudad autonómica”.

¿Alberto desconoce el alcance de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires? ¿No sabe que ante conflictos entre jurisdicciones federales las provincias pueden recurrir directamente a la corte?

El alumno Fernández, sabe todo eso y mucho más, pero aquí no esta en juego decir la verdad, el UPD es además el Último Primer Deber, que debe hacerle a la rectora de su escuela para que no lo siga aplazando.

Como ciudadanos, les propongo tomar el “ejemplo” de las escuelas que decidieron dar asueto el primer día de clase, por qué sus alumnos concurrían sin dormir y desorientados por el alcohol.

Hagamos de cuenta que acá no paso nada, vamos a darle al alumno Fernandez un asueto para que descanse y vuelva mañana. Para que tenga tiempo de revisar su trabajo práctico, porque una vez entregado y ratificado, deberá rendir examen ante la historia, que no le perdonará ni a él ni a los 18 gobernadores, haber sido los peores alumnos de la democracia.

Vaya Alberto, descanse y vuelva mañana, es año nuevo, no perdamos la esperanza.

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