Ku Klux Klan (KKK) es un grupo de odio racial estadounidense de extrema derecha, conocido por promover por medio de actos violentos y propagandísticos el racismo, la xenofobia y el antisemitismo, así como la homofobia, el anticatolicismo y el anticomunismo. Creado en el siglo xix, inmediatamente después de la guerra de Secesión por norteamericanos partidarios de mantener la esclavitud.
Hoy el KKK es una pequeña organización ilegal, pero sigue actuando con otros nombres para eludir a la Justicia.
El KKK cometió muchísimos asesinatos de afroamericanos y judíos, y también persiguió a los católicos, ya que los consideraba herejes, al no ser protestantes, como los padres blancos ingleses que fundaron Estados Unidos.
Muchos investigadores acusan al KKK de estar atrás de los asesinatos de John Fitzgerald Kennedy, primer presidente católico de EEUU, y de Martin Luther King, el pastor protestante que lideró el movimiento contra la segregación racial en norteamérica.
En 1964, cuando ya el presidente John Kennedy –asesinado en Dallas, Texas, un año antes– había ordenado la inclusión de alumnos negros en escuelas de blancos enviando la Guardia Nacional para que la orden se cumpliera, Misisipi fue escenario de un canallesco episodio de resonancia mundial.
Tres jóvenes activistas por los derechos civiles, James Earl Chaney, Andrew Goodman y Michael Schwener, desaparecieron sin dejar rastros. Ante la clara sospecha de que fueron asesinados por una patota del Klan, intervino el FBI. Y sus agentes, aunque rechazados, repudiados y burlados, pidieron refuerzos y rastrearon el lugar palmo a palmo. Primero apareció en un lago la camioneta de los muchachos, y más tarde sus cadáveres, sepultados en un terraplén.
Diez de los responsables recibieron condenas durísimas. Sobre todo el Gran Caballero KKK, poderoso empresario local. En 1988, el director Alan Parker reconstruyó minuciosamente el caso en su film Mississippi en Llamas, acaso la obra más perfecta sobre el tema, actuada por Gene Hackman, Willem Dafoe y Frances Mcdormand.
El KKK respaldo a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, lo que aumentó su desprestigio social.
La semana pasada en Argentina fuimos testigos de un episodio digno del racismo del KKK. La presidenta de la Federación Universitaria de Rosario, Flor del Alba Cruz Valdez fue objeto de un brutal ataque racista por parte de cuentas en redes sociales que se identificaban con los libertarios y su oposición a la marcha universitaria. Flor del Alba es una joven de 25 años, nacida en República Dominicana y que desde los 8 vive con su familia en nuestro país, Militante de la Franja Morada, estudia gracias al gran esfuerzo de su familia y a la universidad pública.
Los argentinos sufrimos en nuestra historia la actividad de varios grupos racistas y xenófobos. Alianza Libertadora Nacionalista, Tacuara, Guardia Restauradora Nacionalista, Tradición, Familia y Propiedad, Concentración Nacionalista Universitaria, Revista Cabildo. Algunos de estos grupos asesinaron gente por motivos raciales.
Lo que más llamó la atención es que desde el Gobierno no se repudió el ataque racista, cuando esta agresión es un grave y claro delito penal, sancionado por la Ley Antidiscriminatoria, impulsada oportunamente por Fernando de la Rúa.
Flor tuvo inmediatamente la solidaridad de las federaciones universitarias, el radicalismo, algunos sectores del Pro y también del diario Página 12. Pero lo que alerta, y es alarmante, es la falta de pronunciamiento de otros sectores políticos ante un hecho gravísimo.