sábado 18 de mayo de 2024
spot_img

El impacto regional de las elecciones argentinas

En la madrugada del 23 de octubre, una vez conocido el resultado de la primera vuelta de las elecciones argentinas, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva felicitó por WhatsApp al ministro – candidato Sergio Massa por su brillante desempeño.

Según informó Clarín, el mensaje señalaba: “imenso meu amigo”. Detrás de este breve texto se puede observar de forma clara el gran alivio de Lula, que comenzaba a ver a Javier Milei algo más lejos de la Casa Rosada.

Esta breve anécdota tiene una elevada carga simbólica, ya que la identidad del próximo presidente argentino no es intrascendente ni para la mayor parte de los gobernantes ni para las cancillerías latinoamericanos.

En estos comicios se juegan muchas cosas, algunas importantes para el subcontinente, lo que los obliga a estar muy atentos al desenlace definitivo de la segunda vuelta del 19 de noviembre.

Para comenzar, preocupa el futuro de Mercosur, sin olvidar los equilibrios regionales, o la apuesta brasileña por la integración de América del Sur en lugar de América Latina. También la posición de los distintos gobiernos frente a algunos conflictos globales, como la condena o no de la invasión rusa de Ucrania o el enfrentamiento entre Israel y Hamás.

Para Lula, un posible triunfo de Milei es motivo de preocupación por varias razones. En primer lugar, por la propia relación personal, que se avizora tormentosa. El precedente de lo ocurrido en el (no) trato entre Jair Bolsonaro y Alberto Fernández y su impacto en el vínculo bilateral es toda una llamada de atención. Pero hay más, como el futuro de las negociaciones del Tratado de Asociación Mercosur – Unión Europea, o el deseo, de momento fallido, de resucitar Unasur.

Otro tema preocupante para Lula es la incorporación de Argentina a los BRICS. La cumbre que decidió ampliar el grupo fue una victoria china, que impuso sus puntos de vista. En ella, Brasil quedó en una posición más comprometida y con menor capacidad de influencia.

En realidad, el único logro que cayó del lado brasileño fue la invitación a Argentina, que si bien satisfizo al actual gobierno, fue rechazada, de forma contundente, por Milei e incluso por Patricia Bullrich.

Una derrota de Massa también influiría negativamente en la correlación de fuerzas dentro de la CELAC, donde los gobiernos “progresistas” cuentan como propia la ficha argentina.

Si bien no está claro como un nuevo gobierno peronista gestionaría la relación con Cuba, Venezuela y Nicaragua, éste podría ser menos beligerante con los autócratas de turno que uno de orientación libertaria.

Como ocurre en otras latitudes, la política exterior ha estado al margen de la campaña electoral. Por eso, antes de conocer la identidad del próximo ministro de Exteriores, suelen primar las conjeturas o las especulaciones sobre las certezas.

Pero, algunos dichos y hechos de los dos candidatos que quedan en liza permiten sacar algunas conclusiones importantes, aunque queda margen para la duda y la incertidumbre, especialmente en lo que respecta a la relación con Estados Unidos y China y su enfrentamiento global, tanto en la región como en Argentina.

La misma noche en que Bolsonaro ganó las elecciones, el oficioso diario chino Global Times le advirtió que en la relación bilateral hay ciertas líneas rojas que no deben cruzarse, aludiendo a su visita a Taiwán durante la campaña electoral.

Y si Brasil quería que China siguiera siendo su mayor socio comercial, algo que Estados Unidos nunca sería, debería respetar las reglas de juego chinas. Las presiones de los exportadores de carne y soja transformaron la retórica contraria con el gigante asiático.

Milei puso graves reparos a cómo se llevan las relaciones con China y Brasil, dos países “comunistas”, que al mismo tiempo son los principales socios comerciales de Argentina.

Sus dichos causaron inquietud en diversos actores económicos. Sin embargo, algunos trascendidos apuntan a que el apoyo de algunos sectores de Juntos por el Cambio a su candidatura incluiría un compromiso de no jugar con las cosas de comer.

Como se ve, las elecciones argentinas son seguidas con mucha atención más allá de las propias fronteras y dada la trascendencia de lo que está en juego hubiera sido conveniente que muchas de estas cuestiones se debatieran previamente con mayor profundidad.

Según sea el desenlace y después de conocer la identidad del ganador, unos u otras sacarán pecho, intentando arrogarse la paternidad de la victoria.

Estos comicios se decidirán entre el voto de castigo a los oficialismos y la reivindicación a ultranza del papel del Estado, teniendo presente que la difícil elección a la que han sido convocados los argentinos no solo tendrá consecuencias internas sino también regionales, muchas de gran calado.

Publicado en Clarín el 5 de noviembre de 2023.

Link https://www.clarin.com/opinion/impacto-regional-elecciones-argentinas_0_5Y3RfhSsQ4.html

spot_img

Veinte Manzanas

spot_img

Al Toque

Fernando Pedrosa

Eurovisión 2024, entre la impostura y la cultura popular

Alejandro Garvie

La batalla del proteccionismo

Rodolfo Terragno

Contra la inmigración y el aborto