Pese al revés que supuso la negativa de la Corte Suprema al pedido de licencia del juez Ariel Lijo para asumir como nuevo miembro, lo que incluyó el rechazo de su par Manuel García-Mansilla, el Gobierno que encabeza el presidente Javier Milei apuesta a retomar las negociaciones con la oposición por los pliegos.
En Casa Rosada consideran que no está dicha la última palabra, y que, con legisladores y gobernadores opositores, incluido del peronismo, todavía hay hilo para cortar y debates para plantear.
Tras haber tomado nota de los reclamos, en específico los del kirchnerismo, en el Ejecutivo están dispuestos a escuchar las propuestas que los referentes de los distintos espacios tienen bajo la manga la posibilidad de negociar las vacantes en 150 juzgados de todo el país, aunque se mantienen firmes respecto al Procurador General del Tesoro.
En las vísperas de la reunión que protagonizará la Comisión de Acuerdos, a las 11, en la Cámara de Senadores, por los pasillos de Balcarce 50 mantienen un hilo de esperanza tras considerar que hay margen más allá de la resolución del Congreso.
Hasta última hora del miércoles, al pliego de García-Mansilla le faltaba una firma. Es decir que solo había reunido ocho rúbricas de las nueve necesarias que representan la mitad más uno del total de la comisión conformada por 17 miembros.
La llave está bajo la alfombra del radicalismo, específicamente en las lapiceras de Maximiliano Abad, Mariana Juri y Carolina Losada, que con Eduardo Vischi, aliado natural del oficialismo, enfrentando con el opositor Martín Lousteau, pujan por determinar el rol del espacio en el mapa político.
A varios metros, en la administración libertaria mantienen la fantasía de que la convocatoria para hoy se caiga. Por eso, repiten que la firma de José Mayans en el dictamen del kirchnerismo que acumuló un total de seis rubricas es invalida y argumentan su ausencia en la audiencia pública en agosto, por lo que su adhesión no debería ser convalidada.
Los nombramientos en comisión, a través del decreto 137/2025, no fueron bien recibidos por las distintas fuerzas políticas que, desde su publicación, buscaron rechazar los pliegos en el Congreso. Pero las protestas públicas no trastocaron las voluntades de los libertarios que aseguran que pelearán por los jueces hasta el final.
La determinación de los que rodean a Milei es no retirar ni cambiar ninguno de los magistrados propuestos. Con Lijo como el favorito de todos, a pesar del tropiezo de la Corte, se juegan a conquistar los respaldos por García-Mansilla, quien juró ante el Máximo Tribunal y debutó dándole la espalda a la voluntad de la administración libertaria sobre el futuro de su compañero.
“Lijo es su candidato, no pueden elegir a los dos. Tenemos que acordar un esquema razonable”, reveló una importante fuente de Gobierno ante la agencia Noticias Argentinas, abierto a negociar.
En el tintero del debate aún queda la posibilidad de conversar una futura ampliación de la Corte, y en todo caso, incorporar mujeres a la misma, todo con la garantía de que las propuestas que le presentó el asesor presidencial, Santiago Caputo, al mandatario para ampliar de tres a cinco el Máximo Tribunal queden efectivas.
Ante este panorama, el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, designado por Caputo para encarnar las negociaciones deberá tomar nota y aceitar la muñeca si es que quiere regalarle un triunfo a un oficialismo golpeado.
El gobierno busca reflotar los pliegos de Lijo y García-Mansilla
