miércoles 11 de diciembre de 2024
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El documento de la Marcha Federal Universitaria

En el final de la multitudinaria marcha de ayer, la presidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires leyó un documento en el que se plantea el estado actual de las universidades tras el ahogo presupuestario al que las está sometiendo el gobierno nacional.
El documento se titula “La Universidad Pública: Base de la democracia y el desarrollo social” expresa:

“La Universidad Pública argentina atraviesa un período crítico como consecuencia
de las políticas implementadas por el gobierno nacional; agradecemos las
manifestaciones de la sociedad en apoyo del sistema universitario público y
convocamos a la ciudadanía a trabajar para sostener las universidades abiertas
haciendo docencia, investigación y extensión. Las universidades públicas son uno de
los motores de la democracia, la producción y los lazos sociales.

Nuestras universidades han sufrido un fuerte ajuste en términos reales en los
denominados gastos de funcionamiento; la partida que mes a mes el Poder Ejecutivo
envía a las Universidades para que puedan funcionar (mantener edificios, realizar
obras, sostener programas de becas, residencias y comedores, incentivar el
desarrollo científico, financiar hospitales, laboratorios y proyectos de investigación, y
pagar servicios básicos, alquileres, seguros y la protección de sus sedes). Llegamos a
marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a valores de septiembre de 2022. El
incremento del 70% de estas partidas, dispuesto para el mes de marzo, más el
reciente anuncio, en el marco de esta convocatoria, de un 70% adicional, constituyen
un aliciente aún insuficiente en tanto la inflación fue de un 300% en el mismo período
de tiempo. Además, las obras del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria,
que habilitaba la posibilidad de desarrollar la infraestructura incorporando obras que
por su envergadura es imposible afrontar con propio presupuesto, se encuentran
paralizadas y no hay certezas ni información respecto de su continuidad.

Cabe destacar que más del 90% de lo que el Estado invierte en la Educación
Superior se destina al pago de salarios de quienes trabajan como docentes y
nodocentes en las universidades.

En estos últimos meses, el salario de las trabajadoras y trabajadores ha perdido 50
% respecto de la inflación. Este deterioro salarial se hermana con el del resto de los
sectores del mundo del trabajo. Ello lleva a retomar consignas de hace más de 20
años: ¡Ningún trabajador o trabajadora de las universidades nacionales por debajo de
la línea de pobreza!

Reivindicamos los Convenios Colectivos sectoriales – docentes y nodocentes – y el
espacio paritario nacional con participación plena del Gobierno Nacional, quien hasta
ahora malversa su participación, imponiendo aumentos paupérrimos de manera
unilateral. De esta manera, se cancela de hecho la negociación colectiva, pilar del
diálogo social, y uno de los principios y derechos fundamentales del trabajo reconocidos por la OIT. Exigimos paritarias libres, sin techos, para garantizar salarios
acordes a la situación inflacionaria y que permita recuperar con urgencia lo que se ha
perdido. Sin salarios dignos de docentes y nodocentes, la universidad pública es
inviable. También es indispensable que se mejore de manera urgente la situación de
las jubiladas y jubilados que atraviesan otro período de pérdida salarial, y que se
restituya inmediatamente el FONID para toda la docencia inicial, primaria, media,
terciaria y preuniversitaria. Rechazamos la política de ajuste y disciplinamiento. La
comunidad universitaria se organiza, resiste y se solidariza con todos los sectores
que hoy atraviesan una situación similar o peor por afrontar despidos masivos.

La educación es un derecho humano fundamental porque se impone sobre el
ingrato azar de la desigualdad. Defender esta concepción de la educación es de vital
importancia y, más aún, en una universidad argentina en la que sus estudiantes se
enfrentan al aumento generalizado de precios que impacta sobre salarios, servicios,
alquiler y transporte, poniéndose en jaque el acceso, la permanencia y el egreso. Las
y los estudiantes trabajan y cuidan sus familias. En ese contexto, las políticas de
becas son fundamentales para democratizar; sin embargo, su recorte es alarmante:
tanto así, que al retraso respecto de la inflación que sufren las Becas Progresar y
Manuel Belgrano se le suman recortes en términos de montos, requisitos y periodo de
inscripción. Estas decisiones del Gobierno Nacional hacen que el desguace sobre las
herramientas conquistadas sea prácticamente total. Hoy las Universidades carecen
del presupuesto suficiente para sostener becas propias. Se necesitan presupuesto y
políticas de bienestar estudiantil para poder estudiar. Ante esto, asumimos la tarea de
defender inclaudicablemente el acceso a la educación a las grandes mayorías.
No queremos que nos arrebaten nuestros sueños: nuestro futuro no les pertenece.
Somos orgullosos hijos e hijas de la Universidad Argentina; somos la Universidad
pública, gratuita e irrestricta en el ingreso, de excelencia, con libertad y equidad.
Somos la Universidad para el gran pueblo argentino. Por eso, lucharemos, en una
irrenunciable resistencia democrática y pacífica, por la educación que queremos, por
el país que anhelamos.

Por otra parte, los sectores científico-tecnológicos y de investigación nacionales
atraviesan uno de los momentos más críticos de su historia. A través de las
universidades y centros de investigación distribuidos federalmente, la Argentina se ha
caracterizado por ser una referencia de ciencia y tecnología en el mundo entero,
dotando de desarrollos de punta y profesionales de excelencia al sector público y
privado. Nuestras científicas y científicos son desprestigiados respecto de la calidad
de sus trabajos, cuestionados respecto del valor que la ciencia y la tecnología tienen
para el desarrollo nacional y privados del reconocimiento que poseen su arduas
labores, muchas veces de dedicación exclusiva. La ciencia y la tecnología forman
parte de la Universidad Pública ya que la investigación es uno de sus pilares. Muchas
investigadoras e investigadores no llegan a fin de mes y carecen de información cierta
sobre la posibilidad de continuar con sus proyectos por los recortes en Conicet, así
como en Institutos dependientes de las Universidades. La ciencia y tecnología son
aspectos sustanciales para la producción de soberanía, desarrollo y progreso. “Un país que no invierte en ciencia, renuncia a su soberanía”.

El desfinanciamiento de la universidad y el sistema científico va en desmedro de los
declamados objetivos de lograr el crecimiento económico. Es un retroceso para la
economía del país que puede tener en las exportaciones basadas en la economía del
conocimiento un sustento significativo. Gracias a su sistema universitario y científico,
Argentina es el primer país de América Latina en I+D+I. En este país se fabricó uno de
los diez reactores de energía más importantes del mundo. Entre 2018 y 2022, la
producción de software generó 19.500 millones de dólares. Más de 100 nuevas
empresas en biotecnología han puesto al país también en el primer puesto de
América Latina. Gracias a la investigación aeroespacial en la Universidad Pública,
Argentina es uno de los diez países que tienen capacidad para diseñar y producir
satélites. Defendemos el acceso a la educación superior pública como un derecho.
Creemos en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder
transformador de la Universidad como formidable herramienta de movilidad social
ascendente y en el aporte diferencial y sustantivo que la producción científica hace en
la sociedad del conocimiento. TODOS los problemas que tenemos se resuelven con
más educación y Universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología.
Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la
Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del
desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la
sociedad Argentina a defenderla.

Buenos Aires, 23 de abril de 2024.

Frente Sindical de Universidades Nacionales

Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)

Federación Universitaria Argentina

 

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