martes 15 de abril de 2025
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El cisne rubio

Para los que hace lustros venimos pregonando la necesidad de una nueva arquitectura financiera internacional y un orden económico más justo, nunca imaginamos, aunque asistimos con pasmo, que – siguiendo con la metáfora edilicia – el nuevo orden comenzaría por un derrumbe que reducirá a escombros toda la estructura de la globalización. Y mucho menos que los que determinarían la demolición fueran los EE.UU. que en un solo acto – el establecimiento de los llamados aranceles recíprocos – han dado por tierra no sólo con las cadenas de distribución y los equilibrios económicos en general, sino con los lazos de amistad con sus aliados desde la segunda posguerra.

Tal es el cimbronazo que enemigos acérrimos como China y Japón se han sentado a discutir en conjunto qué medidas tomarán para enfrentar el descalabro económico en ciernes. Europeos, taiwaneses, vietnamitas, y todos aquellos alcanzados por la onda expansiva de la Bomba Trump están aturdidos: su protector los dejó rumbo a la intemperie.

Falta saber si algunos podrán negociar una morigeración de las medidas – una tentadora fuente de corrupción – pero sea cual fuere el resultado de ir a negociar con el “cisne rubio” las nuevas reglas son los del “cara a cara con el jefe”. Basta de soft power y de patrañas liberales, el rey está desnudo y le gusta estarlo.

La política de aranceles no deja duda de lo que se busca, en principio: compensar lo que la relación bilateral produce de déficit en las cuentas estadounidense, por lo tanto, no hay política, son los fríos números de almacenero los que mandan. Salvo México – sólo afectado con un 25% de gravamen a su acero, aluminio y autos – , el lema parece ser “basta de OMC y otras patrañas que los chinos utilizaron en su favor”, de acá en adelante las reglas son estas y cual zapatazo de Kruschev, Trump ha dejado sentado el epitafio del último período de la globalización.

A partir del 2 de abril se sucedieron tres días de estrépito de los mercados mundiales, con caídas similares o peores que la crisis de 2008, que han dejado a todos tecleando y a millones de estadounidenses protestando en las calles por el recorte del empleo público y por la pulverización de los fondos de pensión de los trabajadores. Si Trump logra calmar el frente interno y negociar, en acuerdos bilaterales, un nuevo orden comercial mundial, su fórmula habrá tenido un primer triunfo que podría ser pírrico si la segunda etapa es, como no hay duda que será, de recesión, inflación y crisis social.

Así como señalamos el acercamiento entre Japón y China, el resto de los países aumentó su interés por las asociaciones ni bien asumió Trump. Canadá, el vecino castigado por el presidente estadounidense, en boca de su flamante primer ministro Mark Carney, propuso liderar la coalición de aliados “abandonados por Trump” porque comparte con ellos “nuestros valores», como el Reino Unido, la UE y ciertas economías asiáticas. Todo parece indicar que el sortilegio de los “valores compartidos” ha sido la primera víctima de la Bomba Trump. El nuevo esquema de comercio está asentado sobre valores diferentes, algunos de los cuales están en construcción.

Trump sabe que sobre el valor “cooperación” China ha utilizado la OMC y otras instituciones “de buen fe” para sacar provecho y vulnerar las reglas, sin que los EE.UU. hayan podido hacer algo al respecto. Que sobre el valor “seguridad”, los países europeos han relegado en el presupuesto de Washington los gastos de la OTAN y que sobre el valor “libre comercio” Asia toda ha inundado su país de productos que inflan cada año el déficit fiscal. De modo que “competencia”, “autarquía” e “independencia nacional” reemplazan esos valores perimidos para la nueva administración, muy interesada en una revolución cultural oscurantista y conservadora.

Se abre, entonces, un mundo de escenarios. Es notable que China pueda ofrecer – como lo venía haciendo desde que lanzó la iniciativa de la Franja y de la Ruta – aquello que los EE. UU. ofrecieran desde el final de la Segunda Guerra Mundial: financiamiento y cooperación.

Para los que todavía creen en la globalización, el desafío del “resto del mundo” será generar nueva institucionalidad, liderados por la UE, China, Canadá u otros que formen bloques comerciales. Pero eso deberá ocurrir dejando afuera al jugador más importante del mundo. ¿Será posible? ¿Podrán los EE.UU. emprender una guerra comercial contra China sin aliados, o con algunos pocos? Tal vez Trump no ha comprendido que con la globalización es difícil ganarle a China, pero sin ella será imposible.

Mientras tanto deberemos convivir con la incertidumbre, o abandonar la certeza de los mercados estables, todo el tiempo que Donald Trump esté en la Casa Blanca dando golpes de arancel y, tal vez, proponiendo invasiones territoriales (Groenlandia) y otras delicias del siglo XIX en el que parece manejarse con mayor soltura.

Trump ha destruido la confianza en los EE.UU.

Post scriptum

El contenido de esta columna ha ido variando constantemente durante la última semana de marchas y contramarchas del minué arancelario de Trump, de modo que para poder darle un cierre diremos esto último a raíz de la “marcha atrás” para todos, salvo para China:

Ya desde la asunción de Trump, los inversores comenzaron a buscar alternativas al dólar. Durante las décadas de la última etapa de la globalización, el mundo ha seguido al dólar e invertido en los Estados Unidos. Con este tsunami arrasador del orden de posguerra los inversores comienzan a reforzar esa idea de redirigir billones de dólares hacia otros países, debilitando a Estados Unidos en el orden económico internacional.

Luego de la vuelta atrás de los aranceles, por 90 días – que de todos modos los mantiene muy por encima de los de la gestión Biden – muestra que el dólar sigue cayendo y que en este río revuelto de incertidumbre no son precisamente las industrias estadounidenses las que han ganado y mucho menos sus trabajadores. El futuro luce como la Franja de Gaza.

Publicado en Relato mata dato el 12 de abril de 2025.

Link https://relatomatadato.com.ar/relatos/el-cisne-rubio/

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