viernes 26 de julio de 2024
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El 2024 electoral abre con Taiwan

Este año más de la mitad de la población mundial renueva autoridades y la primera será en una zona muy caliente de Asia. El 13 de enero el territorio de la República de China que obsesiona a Xi Jinping elegirá nuevo presidente.

Es que, en la isla, la política local refleja las posiciones en pugna: el Partido Demócrata Progresista (PPD) y el Kuomintang (KMT), reflejan el independentismo, por un lado, y la integración con la “Única China” por el otro.

Actualmente gobierna el PPD y si bien estaba arriba en las encuestas hasta hace poco, en la última semana se ha recortado la diferencia para la carrera presidencial. Según el portal My Formosa dan al líder del PPD y actual vicepresidente, William Lai, un 35,2 por ciento, apenas por delante de su principal rival del KMT, Hou Yu-ih, con un 30,6 por ciento. El martes, el United Daily News, de tendencia pequinesa, situó a ambos candidatos en un 31 por ciento.

El candidato Lai, es médico y parlamentario, mientras que su rival, Hou, es ex policía y alcalde de Nuevo Taipei. Conscientes de que el ambiente se ha vuelto cínico respecto de las elites políticas, ambas partes han elegido testaferros que pueden reclamar raíces humildes: Hou proviene de una familia que se ganaba la vida como comerciante en el mercado de alimentos, mientras que Lai, el epítome de un hábil profesional taiwanés, creció con una madre viuda después de que su padre muriera en un accidente minero.

Los dirigentes del Partido Comunista del presidente chino Xi Jinping, cada vez más firmes en su afirmación de que Taiwán es parte de China y deseosos de que el partido gobernante en Taipei sea derrotado, están tratando de influir en las elecciones mediante una intensa campaña en las redes sociales.

Difícilmente podría ser un período más febril en términos de temores de seguridad en el Estrecho de Taiwán, donde las insistentes maniobras militares de Pekín han sido “respondidas” por un importante impulso respaldado por Estados Unidos a las defensas de la isla. Sólo el 15 de diciembre, Estados Unidos aprobó otros 300 millones de dólares para gastar en equipo de defensa, lo que provocó una respuesta de China de que el gasto dañaría “los intereses de seguridad y amenazaría la paz y la estabilidad a través del Estrecho de Taiwán”.

Los oponentes de Lai están jugando duro con estas implicaciones de la votación para la seguridad y lo acusan de acercar a la isla al conflicto debido a sus comentarios anteriores a favor de la independencia de la isla. Este punto es un núcleo delicado de las relaciones entre China y los EE.UU. porque los segundos, desde la política de seguridad trazada por Nixon/Kissinger determina que los estadounidenses no apoyan – abiertamente – el movimiento independentista taiwanés. En ningún foro internacional apoyan esa postura para mantener en calma al dragón comunista que pretende integrar el territorio a la órbita de Pekín, tal como hizo con Hong Kong.

De más está decir que una guerra abierta por Taiwán sería un desastre para una economía global que muestra fuertes signos de recuperación y entusiasmo para 2024. Una toma por la fuerza tendría mayor que el impacto de la invasión rusa de Ucrania, debido en particular al papel crítico de la isla en el suministro de microchips.

Xi, opera a Taipei en todos los flancos, a la andanada de Tik-Toks y ejercicios en el estrecho, le suma la presión económica. Según el periódico japonés Nikkei, unos 300 ejecutivos de grandes empresas taiwanesas que operan en China fueron convocados a una reunión por el director de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, Song Tao, un aliado cercano del presidente chino Xi, a principios de diciembre y los alentaron rotundamente a volar de regreso a Taiwán para apoyar un resultado pro-Beijing en enero.

La “reunificación” de Taiwán con China es “inevitable”, afirmó el líder chino Xi Jinping en un discurso este martes, reiterando la postura de larga data de Beijing sobre la isla que abrazó la democracia en 1990 luego de la dictadura militar iniciada en 1949. “La realización de la reunificación completa con la patria es un camino inevitable del desarrollo, es justo y lo que el pueblo quiere. La patria debe ser y será reunificada”, dijo Xi en un discurso con motivo del 130º aniversario del nacimiento del fundador de la República Popular China, Mao Zedong.

“Debemos promover el desarrollo pacífico de las relaciones a través del Estrecho y evitar resueltamente que alguien separe a Taiwán de China de cualquier manera”, dijo Xi en su discurso de este martes, en una aparente advertencia velada no sólo a aquellos en Taipei sino también a Washington.

Taiwán se convirtió en uno de los temas más espinosos en las relaciones entre Estados Unidos y China. Durante una cumbre celebrada en San Francisco el mes pasado, Xi dijo al presidente estadounidense Joe Biden que la “reunificación” de China con Taiwán es “imparable”, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de China. En la conferencia de prensa posterior al encuentro, Joe Biden no tuvo reparos en llamar a Xi “dictador” ante la mirada desesperada del secretario de estado Antony Blinken.

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