viernes 26 de julio de 2024
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De Loredo cuestionó duramente declaraciones de Milei dijo que el diálogo “está cortado”

A sólo dos días de la frustrada sanción definitiva de la llamada Ley Ómnibus, después que el gobierno resolvió retirarla y girarla nuevamente a comisión, en medio del debate en particular del proyecto, el jefe del Bloque de Diputados Nacionales de la UCR, Rodrigo de Loredo no ocultó su enojo con esa decisión del oficialismo; admitió que a partir de lo sucedido “el diálogo está cortado” con el gobierno y sin tapujos rechazó enérgico las expresiones del Presidente de la Nación que calificó de delincuentes a los legisladores; sostuvo que tales manifestaciones eran “gravísimas en términos institucionales” y remarcó que aunque en lo personal “me tiene sin cuidado” las “barbaridades y estupideces que diga” Javier Milei, manifestó que resulta “paradojal” los dichos del Jefe de Estado porque la bancada radical, pese a esos agravios, tuvo un comportamiento comprometido con la búsqueda de la sanción de la iniciativa tras los aportes que había impulsado para “mejorar” su contenido respecto al texto inicial enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso.

De Loredo habló extensamente ante los periodistas en la tarde del miércoles, en una improvisada conferencia de prensa en las puertas del Palacio del Congreso. Desde un principio se mostró sorprendido y enojado a partir de la maniobra dispuesta por el Presidente Milei, quien desde Israel ordenó, cuando se desarrollaba el martes la sesión de la Cámara baja que daba tratamiento en particular, retirar la iniciativa. “No sé. No tenemos ninguna novedad”, dijo al iniciarse el diálogo con la prensa y, de inmediato, hizo una primera alusión a las generalizadas descalificaciones que hizo el Jefe de Estado cuando expresó: “No tenemos idea porque, además, las declaraciones que vemos del gobierno; las que son ‘fake news’ son más suaves que las oficiales, de manera que el diálogo está cortado”, remarcó

Añadió que tal circunstancia “no es un buen sendero, no avizora nada bueno para los argentinos una dinámica de ese tipo. Yo estoy personalmente triste, frustrado; trabajamos muchos para que saliera un texto legal que le sirva a los argentinos. Los fundamentalismos lo impidieron”, subrayó De Loredo, quien desde un principio de sus expresiones rescató la labor desplegada desde su bancada. “El radicalismo permitió que haya dictamen, el radicalismo permitió que se apruebe en general; estábamos aprobando las delegaciones; había una mínima disidencia”, apuntó.

El jefe de la bancada radical en la Cámara baja reveló que cuando en diciembre pasado la administración de Milei envió al Congreso el voluminoso proyecto llamado ‘Ley Ómnibus’ hizo consultas al oficialismo y reseñó: “La pregunta que les formule era si efectivamente querían aprobar estos textos; si querían aprobar estos texto de ley porque las cosas que se mezclaban, el ímpetu con las que la traían me hacía dudar; se los pregunté de ‘buen aleche’: ¿Ustedes quieren que se apruebe esto?” y emparentó entonces aquellas preguntas con lo ocurrido en la sesión del martes cuando expresó: “Bueno, no sé si con esto me están contestando porque nos sorprendió el retiro de la ley” pero también dijo que les había hecho en ese momento “tres sugerencias”, entre las que incluían, la de “lograr que las cosas pasen; eso es un saber hacer porque se puede tener mucha voluntad, muchas ideas, pero las cosas tienen que suceder para lo cual necesitas orden y gestión” y le fustigo al oficialismo que la  realidad demostró que “la verdad que el desorden es total”.

“Les sugerí, y fue por mucha de las experiencias en la que a nosotros nos fue mal, que la lógica del ‘todo o nada’ sirve para las elecciones y por eso a nosotros no nos va bien en las elecciones porque no somos amigos de esa lógica; garpa, toca las fibras, entra en un tuit, genera emociones, pero no terina cambiando las cosas. No hace que las cosas se sucedan”, reflexionó De Loredo, quien manifestó: “Y lo tercero que les recomendé por nuestra experiencia, y fue un acto de humildad, que no se confíen de los gobernadores peronistas. Y lo digo particularmente por (Martín) Llaryora”, en referencia al gobernador cordobés.

Al focalizarse en los distintos criterios que coexistían en el seno del bloque radica respecto de algunas cuestiones del proyecto oficialista, De Loredo, dejó en claro que en su bancada había esas “disidencias”. Reveló que “un sector es crítico con Javier Milei, pero es público, todo es público y lo saben y es legítimo. De hecho, ellos lo tenían contabilizados y el radicalismo tiene 34 votos y era sabido que diez o quince votos en algunas cosas no iban a acompañar” al momento de la votación en particular. En tal sentido, apuntó: “Por ejemplo, la emergencia en seguridad tuvo 30 votos, más de lo que ellos suponían desde la UCR” y luego cargó contra la administración ‘libertaria’. Dijo que “la impericia del gobierno es muy grande en saber dónde estaban los otros números y estaban en otros gobernadores. En mi bloque se puede decir que había dirigentes como Facundo Manes que, de una forma muy transparente y genuina viene y defiende por qué estaba en desacuerdo con un inciso (de un artículo del proyecto de ley) o una delegación. Me parece súper-válido en la democracia, pero el radicalismo no se prestó al juego de ‘toma y daca’”, añadió tras reivindicar la actitud que asumió el legislador bonaerense.

Subrayó: “Teneos cinco gobernadores y ningún dirigente del radicalismo iba a vota una cosa y si le daban algo iba a votar otra” y dio otro ejemplo: “Por qué no votaron unos quince diputados radicales dos incisos de las delegaciones. Pregúnteles y se lo van a contestar; no estaban de acuerdo con que se fueran a derogar o suprimir fondos fiduciarios, algunos que tienen objetivos nobles porque financian políticas de protección a las víctimas ‘de trata’ y otro inciso es que no querían que se delegue la faculta de suprimir organismos creados por ley. Eran argumentos y no ibas a cambiar ese argumento porque un gobernador recibiera una cosa o la otra. Me parece que otros gobernadores, particularmente, terminaron votando todo en contra”. Pero volvió a apuntar sus críticas al mandatario provincia cordobés y desafió: “Vayan a Córdoba y vean si Martin Llaryora no tuvo delegaciones cuando gobernó (como intendente la capital provincial) o emergencias. Gobernó plagado de delegaciones y emergencias en la ciudad. Votaron todo en contra porque no recibieron no sé qué cosa o no sé qué pidieron. Ese es un comportamiento que a mí no me parece que esté bien”, resaltó De Loredo.

A esa altura del diálogo con los periodistas, el titular de la bancada de diputados de la UCR se refirió a las expresiones de Milei desde Israel. “las declaraciones de Mlei las divido en tres aspectos: En lo personal me tienen absolutamente sin cuidado; hace tiempo que lo que diga Javier Milei me tiene sin cuidado; dice barbaridades, estupideces. No necesito que me agradezca nada tampoco; él hizo una lista del bien y del mal y me puso del lado de bien; le pido que me saque de ese lado ese; no quiero estar en ninguno de los lados de las listas que l arma. No me importa tampoco que nos aplaudan ni mucho menos que nos insulten, pero es paradojal que nosotros tuvimos un comportamiento en simultáneo a los insultos”.

Insistió: “Las declaraciones del Presidente en términos institucionales son gravísimas. Además, para con el radicalismo son sumamente injustas. Yo no les doy bola porque creo que son todas adrede, porque son todas trampas para que estemos discutiendo estas pelotudeces. Sí me preocupan porque el comportamiento de un Presidente construye cultura, cultura de comportamientos de la sociedad; no puede estar tuiteando idioteces todo el tiempo o insultando todo el tiempo”, remarcó De Loredo.

Sin poder dar, a requerimiento de los periodistas, alguna precisión de las razones en las que servirían para comprender las expresiones del Presidente, De Loredo contestó: “No lo sé; tenés que ser un oráculo para ir adivinando por qué. Nosotros estuvimos desde el minuto uno; nuestro bloque hizo una disidencia de 80 páginas, de 170 artículos, mejoró la ley; la ley se privó de sacar muchas reformas que venían. Después de las tormentas de las delegaciones venía otra tormentita con las privatizaciones. Muchos de nosotros (los radicales) íbamos a votar que se privatizara Aerolíneas, que se privatice el Correo o que se privatice AySa”.

Pero en el caso de los medios de comunicación pública (TV Pública, Radio Nacional y TELAM), De Loredo dijo que la posición del bloque de la UCR era no apoyar. “Con los medios públicos en esa primera etapa no, mi bloque iba a haber una mitad que iba a insistir con la postura que es ir empresa por empresa; otra mitad que entendía que como ya tenemos información suficiente para que pasen a estar sujetas a privatización y otro conjunto de empresas que no tienen un alto valor patrimonial no hay riesgo que se las mal venda. No somos defensores del Estado empresarial que en los discursos está muy bien, pero generó un déficit brutal de 14 millones de dólares por día que pagan los más pobres, pero tampoco estamos de acuerdo con repetir experiencias malas que vendieron a bajo precio y remataron el patrimonio público por lo que entonces teníamos una diferencia de ese tipo”, explicó.

Al proseguir con un detalle de los capítulos y artículos de la ley que estaba en pleno debate en particular en la sesión del último martes, De Loredo dijo: “Cruzábamos estas tormentas y la ley seguía cono una reforma educativa que declarábamos esencial la actividad educativa; en la que se exigía por ley la capacitación de los docentes y de los alumnos; se iba a una liberación de los mercados de hidrocarburos; se seguía con una modernización en la Argentina de la administrativa del Estado”, reseño para rescatar como aspectos relevantes de la norma.

“Seguía un régimen de promociones que no tenía la industria y nosotros (desde el bloque de la UCR) incorporamos la industria; seguía una reforma a los institutos de la cultura, que generaron tanto ruido porque después de haber sido usados y al haber sido usados (por el kirchnerismo) se los perjudicó en su prestigio de muchos institutos y artistas y la decisión del gobierno (libertario) era desfinanciarlos y nosotros contribuimos para que, en vez de que sucediera eso, tengan un límite en el gasto de personal para que todo lo que se invierta sea para la cultura, para el arte, para el cine. Todo eso seguía”, enfatizó al continuar con un detalle de algunos capítulos que vieron frustrado su tratamiento ante la decisión del gobierno de retirar el proyecto y girarlo para su nueva discusión en el ámbito de las comisiones.

De Loredo continuó: “Es muy difícil volver al consenso y las reformas necesitan de un diálogo, de confianza; eso se construye; pero (el gobierno) tiene la suerte de actores que no queremos gobernar per tenemos sentido de responsabilidad y que pase lo que pase vamos a poner eso por encima de otra cosa. Nosotros vamos a estar acá en el Congreso” y, de pronto, el jefe de la bancada de La UCR supo reponerse y se esforzó por contener las lágrimas. El legislador, visiblemente consternado, remarcó: Nosotros somos reformistas; somos reformistas y eso significa que las reformas se suceden cuando se las va construyendo y había una gran oportunidad para hacer reformas para la gente en la Argentina, per vienen los fundamentalistas de siempre que nos hunden como país y empieza todo de cero”, expresó y apuntó: “Todo eso…”, para explicar que lo invadía una sensación de emoción, bronca y hasta  impotencia frente a la situación generada desde el gobierno.

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