viernes 26 de julio de 2024
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Damián Biss: “Rawson ha sido víctima de ‘discriminación’ desde el gobierno nacional”

El intendente radical de la capital de la provincia de Chubut resaltó la importancia que adquiere el acompañamiento del radicalismo a nivel nacional a los municipios gobernados precisamente por la UCR y sostuvo que la debilidad que transmite el Presidente hace que algunos de sus aliados empiecen a dudar de la continuidad del gobierno.

El intendente radical de la Ciudad de Rawson, Damián Biss, dijo que su ciudad ha sido víctima de “discriminación” en la distribución de fondos especiales asignados por parte del gobierno de Alberto Fernández; juzgó que la relación entre su municipio y la administración provincial sólo se reduce a un marco “institucional” ya que aquella está en manos de justicialismo y destacó la importancia que significa el apoyo del radicalismo a nivel nacional a su gestión y a la de sus correligionarios que están al frente de otras comunas en todo país.

Biss, en una entrevista con Nuevos Papeles, reflexionó sobre el escenario político nacional y tras expresar que “la debilidad que transmite el gobierno nacional y el Presidente hace que algunos de sus aliados empiecen a dudar de la continuidad del gobierno”, y tras destacar la “responsabilidad” con la que actúa el radicalismo y Juntos por el Cambio al “garantizar” la institucionalidad, manifestó no tener dudas que la coalición está en condiciones de ganar las elecciones del 2023 a nivel nacional y provincial y que la UCR “puede encabezar el próximo proceso electoral que permita que un radical llegue a la presidencia de la Nación”.

El jefe comunal asistió y fue uno de los expositores en uno de los distintos paneles en las recientes deliberaciones del Foro Nacional de Intendentes Radicales, que se desarrolló en el polideportivo Parque Norte de la Ciudad de Buenos Aires y que congregó a más de 400 intendentes radicales de todo el país que, acompañados por sus correligionarios gobernadores, de Jujuy, Gerardo Morales, a la vez titular del Comité Nacional de la UCR y de Corrientes, Gustavo Valdés, analizaron distintas temáticas vinculadas a sus gestiones.

En el encuentro, además, fueron designadas las autoridades del Foro Nacional de Intendentes Radicales, cuya presidencia quedó a cargo de Inés Brizuela y Doria, intendente de la capital de la Provincia de La Rioja, en tanto que la vicepresidencia primera quedó en manos de su colega de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suárez; la vicepresidente segunda fue ocupada por Horacio Sancio (San Jerónimo-Santa Fe) y vicepresidencia tercera por Miguel Fernández (Trenque Lauquen-Provincia de Buenos Aires). En tanto, las cuatro secretarías quedaron a cargo de Miriam Prunotto (Estación Juárez Celman-Córdoba), Daniel Gardonio (Puerto San Julián) Santa Cruz), Eduardo Tassano (Corrientes) e Iván Poncio (Fraile Pintado-Jujuy).

¿Qué mirada tiene de la situación que atraviesa la Argentina? Se lo preguntamos porque a veces gobernadores o bien legisladores nacionales tienen una apreciación pero puede que un intendente, quizás por tener un contacto más directo con los habitantes de su ciudad, tenga otra apreciación desde la realidad que impone gestionar un municipio. ¿Cuál es su observación?

Nosotros tenemos miradas muy distintas a las que puede tener quien desempeña la función en un ejecutivo provincial o cumple un rol en el plano porque somos los que ejercemos el gobierno de más cercanía con el vecino; estamos y convivimos con los problemas de cualquier comunidad. Uno observa, por lo menos en el mediano y largo plazo, una situación bastante compleja para todos desde el punto de vista de la economía. Nosotros, particularmente, al ser capital de provincia enfrentamos muchos problemas.

Además, Chubut ha tenido una situación difícil, por ejemplo, en el plano de la educción muchos días sin dictado de clases.

Así es. Ahora en Chubut se iniciaron las clases pero hay alguna discusión salarial que puede implica, seguramente, que podamos tener algunos paros de docentes y retraso en la normalidad en la continuidad de las clases y, si esa situación se plantea, entraríamos en el cuarto año con irregularidad en el dictado de clases presenciales con lo cual este es uno de los problemas que tiene la provincia más allá de que hace un año atrás tenía un atraso salarial de tres meses. Todas estas cuestiones repercuten muchísimo más en la capital de la provincia que en el resto de las localidades.

¿En el caso de Rawson específicamente?

Y Rawson puntualmente estaba en un escenario muy complejo. Cuando nosotros asumimos estábamos con tres meses de atrasos en el pago de los sueldos,  sin la prestación de los servicios básicos. En estos dos años de gestión hemos hecho un gran esfuerzo muy grande para lograr la paz social, el equilibrio económico y lo que vemos es que el contexto económico en general no es nada favorable; la pandemia, la gran crisis que está viviendo el país y el mundo primero con la pandemia y, ahora, se suma la guerra con la invasión de Rusia a Ucrania que, seguramente, desde el punto de vista energético va a tener implicancias importantes en nuestro país. Así que vemos la situación con preocupación y esperando que haya mancomunión entre todas las fuerzas políticas, más allá de que nosotros estemos en el radicalismo y en Juntos por el Cambio. Pero tiene que haber un gran esfuerzo de todos los espacios políticos para, primero garantizar gobernabilidad y tomar decisiones que deben ser compartidas por todos los espacios o, al menos, por los más importantes.

En el marco de la apertura del Fono Nacional de Intendentes de la UCR que se desarrolló días atrás, el presidente del radicalismo, Gerardo Morales, introdujo una advertencia acerca de la discriminación que existe desde el gobierno nacional hacia los gobiernos provinciales que responden a otro color político. ¿Qué es lo que está ocurriendo en el caso de Chubut?

Yo recuerdo una reunión de la que participé, junto a Inés Brizuela y Doria, intendente de la capital de la provincia de La Rioja, Inés Brizuela y Doria, ni bien habíamos asumido, con ambos bloques del radicalismo en el Congreso de la Nación, de diputados y de senadores. En ese momento que tuvimos la oportunidad de exponer sobre nuestras respectivas experiencias electorales que se había dado, en ese entonces, en las elecciones del 2019 y plantee que había un gran desafío para los gobiernos municipales, fundamentalmente, para aquellos del interior del país para poder sobrevivir en escenarios muy complejos desde el punto de vista econonómico. Ambas ciudades tenemos situaciones similares. La intendente Brizuela y Doria inició su gestión en un municipio muy complicado y, justamente, en esa oportunidad yo planteaba la necesidad imperiosa de que ambos bloques, junto a los referentes de nuestro partido a nivel nacional, tenían que hacer fuerte hincapié y pelear por las obras, por los proyectos y por el financiamiento de cada uno de los proyectos que cada uno de nuestros municipios tenía en mente.

De lo que usted dice entonces esa discriminación existe y lo que sucede con el caso de La Rioja lo ubica como ejemplo

En nuestro caso tenemos un gobierno provincial adverso políticamente a la UCR y a veces se nos dificulta la situación y nos demanda, diría, el triple de esfuerzo para, a diferencia de lo que sucede con los gobiernos municipales que son afines al oficialismo a nivel nacional, llevar adelante proyectos, conseguir financiamiento para las obras. Esto sucede en todo el país y lo que ocurre, en el caso de La Rioja con Inés Brizuela y Doria, es un ejemplo claro y palpable de lo a veces el peronismo, en función de gobierno, genera al tener una actitud negativa con los municipios que no son gobernador por el peronismo y que no se alinean con las políticas que ellos implementan. Y es ahí donde debe estar el radicalismo para pelear por cada uno de nuestros intendentes y le exija al gobierno de La Rioja y al gobierno nacional que remedie esta situación de asfixia y, de alguna manera, de desestabilización que están generando en estos algo más dos años de gestión que han transcurrido. Pero, además, también es el caso de muchos otros de nuestros intendentes del interior del país, que pertenecen el radicalismo, y que deben llevar adelante sus administraciones con gobernadores provinciales justicialistas y además con un gobierno nacional también peronista.

Y en su caso como intendente radical con un gobierno provincial que a veces se exhibe afín al gobierno nacional ¿cuál es la situación? 

Nosotros tuvimos un año y medio con presentación de muchísimos proyectos tanto en el ámbito nacional como provincial. En el caso de Chubut la gestión es la de un gobierno de un partido provincial que se conformó con distintos sectores que se desencadena desde el gobierno de Mario Das Neves que fue un gobernador peronista pero que, luego, como se recordará, fue por el armado de otro espacio político y conformó una tercera fuerza. El gobernador Mariano Arcioni es gobernador como consecuencia de ese armado de Das Neves. En el primero año y medio la relación con el gobierno provincia fue correcta desde el punto de vista institucional aunque no desde lo político obviamente. Tuvimos en aquel tiempo acompañamiento en las obras que nosotros planteamos como más importantes para nuestro municipio pero esa relación se vio afectada en diciembre del año pasado cuando se aprobó el proyecto de zonificación minera sobre el cual el radicalismo había expresado su rechazo con mucha anterioridad porque ya habíamos fijado esa posición desde la convención provincial del partido en el 2010 y eso se tradujo en que se ha enfriado la relación institucional entre nuestro gobierno y el de la provincia. Se trata de cuestiones que no debieran suceder.

La relación institucional debe prevalecer por encima de cualquier circunstancia y más aún cuando nosotros tenemos un perfil, diría, más conciliador que confrontativo.

Nosotros hacemos todo lo necesario para, en primer lugar, mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y, por ahí, eso no se entiende desde otros espacios políticos. Nuestra responsabilidad es defender los intereses de la ciudad porque para eso nos han elegido los vecinos de la ciudad.

Los municipios dependen para su administración de los recursos que provienen de la coparticipación que, en general, depende en su distribución de los gobiernos provinciales. ¿En el caso de Rawson sufre discriminación de parte del gobierno provincial?

No en ese sentido. Sí ha habido discriminación en el reparto de fondos especiales asignados por el gobierno nacional y nosotros nos hemos expresado públicamente en disconformidad con esta situación. Nuestra ciudad tiene aproximadamente 50 mil habitantes y hemos recibido el 10% o el 15% menos de fondos de ATN (Aportes del Tesoro Nacional) que ha bajado el gobierno nacional y de los ATP que implementó el gobierno de la provincia y se ha beneficiado a muchos otros municipios con menor cantidad de habitantes y esto, lo sabemos, es direccionado según el color y el espacio político al que pertenece quien gobierna o milita desde otro espacio político. Por eso hemos tenido que plantarnos en determinadas circunstancias a pesar del disgusto que le pueda causar nuestra postura al gobierno provincial o al gobierno nacional.

El Foro Nacional de Intendentes Radicales que se realizó hace algunos días pareció enviar una señal de la UCR en cuanto a mostrar su decisión de fortalecer Juntos por el Cambio pero, también, con un rol protagónico en la coalición si se compara con lo que sucedió en su momento con la participación de su partido en la gestión de Cambiemos.

Sí, sin duda es así. Nosotros lo vemos de esa manera desde el radicalismo de Chubut y es algo que nos entusiasma. Tenemos la mala experiencia de un gobierno de Cambiemos porque el radicalismo fue una pieza fundamental para, lo que entonces fue Cambiemos, llegue al gobierno. De alguna manera nuestro partido no tuvo la representatividad que debiera haber tenido en un gobierno nacional si se tiene en cuenta la historia del radicalismo así como sus cuadros técnicos y políticos que pueden hacer un aporte muy importante.

Nosotros estamos en esta construcción a nivel provincial porque nuestro partido es, a nivel local, el más importante por su peso territorial. Nosotros en la provincia tenemos diez intendentes que pertenecen a Juntos por el Cambio y, de ellos, ocho son radicales, los únicos dos diputados provinciales son radicales, hemos tenido representación en la Cámara de Diputados de la Nación hasta el año pasado con la banca que ocupó Gustavo Menna.

Me parece que la actitud que empieza a tener el radicalismo con la presidencia del radicalismo en manos de Gerardo Morales, junto a quienes integran la mesa de conducción del Comité Nacional de la UCR, es muy buena. Y, además, nos entusiasma ver cómo emergen figuras y el protagonismo que tienen los tres gobernadores radicales, en Jujuy con Morales, en Corrientes con Gustavo Valdés y en Mendoza con Rodolfo Suárez, lo que consolida lo que es el radicalismo en función de gobierno.

Normalmente, a lo largo de la historia, hemos tenido radicales en el gobierno a la altura de las circunstancias y, lamentablemente, la gente nos elige cuando se necesita un piloto de tormenta y esos radicales tienen que manejarse con escasos recursos y con ingenio con los recursos que tiene a disposición. Veo un radicalismo más movilizado, unido y con una idea más clara respecto de una estrategia nacional que es lo que necesitamos y, obviamente, en ese esquema los intendentes y los gobernadores son pieza fundamental para dar una fuerte discusión de cara a las candidaturas en Juntos por el Cambio para las elecciones del 2023.

¿Imagina a Juntos por el Cambio gobernando en el 2023 con un Presidente que, perteneciendo a la coalición, sea radical?

Sí, por supuesto. No sólo a nivel nacional sino a nivel de mi provincia. Juntos por el Cambio ganó las elecciones legislativas en el 2021 a nivel nacional y a nivel provincial y sin duda el radicalismo y Juntos por el Cambio en general vamos a generar un proyecto competitivo para pelear la elección para gobernador en Chubut y lo mismo también a nivel nacional. Creo que si comenzamos a trabajar en una estrategia clara de construcción nacional no me cabe duda que el radicalismo puede encabezar el próximo proceso electoral que permita que un radical llegue a la presidencia de la Nación y en algunas otras provincias con candidatos muy potentes a gobernador.

Cuáles serían a su entender los trazos gruesos de un programa de gobierno que debiera acompañar a esa apuesta de Juntos por el Cambio para concitar la adhesión del electorado.

Yo creo que tanto en el país como el caso de la provincia de Chubut se dan discusiones que poco tienen que ver con la vida cotidiana del ciudadano y con resolver los problemas de los ciudadanos y eso ocurre a nivel nacional como también podría decir a nivel provincia. Hoy tenemos problemas estructurales que implican que el próximo gobierno no solamente necesita tener fortaleza política para gobernar sino que llegue con un plan de gobierno claro y que tome decisiones en políticas públicas a largo plazo. Me parece que al país lo que le falta es la consolidación de perfiles concretos a nivel industrial, productivo,  medioambiental, que en este último caso se abordó en uno de los paneles del encuentro del Foro Nacional de Intendentes Radicales y que tiene que ver con la cuestión del cambio climático que es lo que viene que tiene una fuerte impronta a nivel mundial y Argentino no se puede quedar afuera de esa agenda. Y lo veo al radicalismo como el partido con mayor contenido con cuadros técnicos y políticos justamente para armar un plan de gobierno que trascienda el gobierno 2023-2027 sino con políticas públicas a largo plazo y que, independientemente de quien gobierne, se puedan implementar y desarrollar en el tiempo. Para eso se necesita un gran acuerdo político y vimos el slogan del Foro que decía un radicalismo para unir y gobernar y, precisamente, el radicalismo es el partido para generar esos puentes entre todos los espacios políticos en general y tomar decisiones estructurales que nos permitan salir de esta fuerte crisis que soportamos hace ya muchos años y, fundamentalmente, desde el punto de vista económico.

Está claro que en el oficialismo se ha desatado una puja que tuvo otro capítulo en relación al acuerdo entre la administración de Alberto Fernández y lo que se llama el núcleo duro del kirchnerismo. ¿Qué visión tiene de esta crisis desatada en el gobierno nacional? 

La veo como una irresponsabilidad total y de hecho está a las claras que fueron los partidos políticos los que han garantizado la gobernabilidad. Y digo esto porque si no se llegaba a este acuerdo con el FMI seguramente íbamos a caer en default  Veo una gran irresponsabilidad lo que está sucediendo en el gobierno nacional. Creo que la institucionalidad es lo más importante y hay un gobierno que llegó por el voto popular y que hay que sostenerlo pero, obviamente, marcando las diferencias que tenemos y marcando los errores que se cometen y que son muchos y por eso estamos viviendo la situación que vivimos pero creo que lo que hay que garantizar es la gobernabilidad y la institucionalidad que es lo más importante en una República y veo a sectores del gobierno que atentan contra esa gobernabilidad y esa institucionalidad. Y lo veo a Juntos por el Cambio poniéndolo el hombro al país en un momento en el que no le toca gobernar pero que sin duda le toca hacer una tarea importante para que la crisis que vivimos no se profundice.

Se ha dicho desde la conducción nacional del radicalismo y desde sus bloques parlamentarios que se observa un Presidente de la Nación débil. ¿Usted tiene la misma visión?

Sí. Y de alguna manera tiene que ver con la construcción que desarrolló el justicialismo para ganar una elección y gobernar el país. Creo que hay un fuerte componente de sectores radicalizados como La Cámpora que han ocupado espacios preponderantes y áreas en el gobierno como la ANSeS, el PAMI y organismos del Estado que son realmente importantes a nivel social y que los han tomando como bastiones y lo que está sucediendo en este momento es que la debilidad que transmite el gobierno nacional y el Presidente hace que algunos de sus aliados empiecen a dudar de la continuidad del gobierno y de los próximos pasos que ellos deben dar a nivel electoral. Y por eso marco la clara diferencia entre un espacio político y otro. A nosotros nos embarga una sensación muy fuerte de responsabilidad y de acompañar todo aquello que sea para garantizar la cuestión institucional.

No nos podemos permitir que en un país con tantos problemas, con tanto desempleo, con tanta inflación, con baja calidad en la prestación de los servicios mínimos como pueden ser, entre otros la salud o la inseguridad, tenga que vivir una situación como la que ya hemos vivido los argentinos en otras épocas.

Hemos pasado demasiadas crisis y la gente no se merece esta situación y ahí la política tiene que hacer un gran esfuerzo para sobrellevar este momento especial que estamos viviendo y, fundamentalmente, para tener bien en claro el camino a seguir a partir del 2023 cuando se renueven las autoridades no sólo a nivel de la presidencia de la Nación sino también a nivel de las gobernaciones y los municipios.

¿Juntos por el Cambio ampliando su base de cara al 2023 con sectores por ejemplo del peronismo?, ¿Cuál es el límite?

Sí. De hecho nosotros en Rawson hemos llegado a la intendencia con un espacio incluso más amplio de lo que significa Juntos por el Cambio quizás a nivel nacional porque integramos a partidos vecinales y algunos sectores del peronismo más moderados y con un gran descontento con su conducción partidaria. Creo que a nivel provincial se va a dar esta situación porque hay sectores del justicialismo más responsables que quieren acompañar este proceso electoral que, seguramente, va a implicar un cambio a nivel nacional y en muchas provincias y también ampliar a aquellos espacios que hoy son de oposición. Creo que la conformación de Juntos por el Cambio nos ha garantizado, en esta grieta que se ha generado en la política nacional en los últimos años, encolumnar lo que es el voto opositor y eso nos ha permitido en el 2020 ganar la elección legislativa a nivel nacional, en muchas ciudades tanto como en muchas provincias.

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