La decisión del Gobierno nacional de bajar en forma temporal las retenciones agrícolas tendrá un costo fiscal de 800 millones de dólares, según estimaron en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La medida tendría un impacto en los precios y un impulso para las economías regionales, según estimaron los especialistas.
La decisión regirá desde 27 de enero hasta el 30 de junio próximo, e incluirá al maíz, trigo, girasol, soja y sus derivados.
La iniciativa oficial incluye la eliminación permanente de gravámenes para las economías regionales que tenían retenciones desde el 2,5% hasta el 5% como máximo, entre las que estaban el azúcar, algodón y arroz, en un contexto de precios internacionales bajos y alta carga tributaria.
Las alícuotas de los derechos de exportación a la soja bajarán de 33% a 26%; las de los derivados de la soja se reducirán de 31% a 24,5%; en el caso del trigo la baja irá del 12% a 9,5%; en la cebada de 12% a 9,5%; para el sorgo será de 12% a 9,5%; para el maíz de 12% a 9,5%; y en el caso del girasol irá de 7% a 5,5%.
Así lo anunció el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta.
El funcionario dijo que las economías regionales, que tenían un residual y no habían bajado las retenciones a cero, ahora lo harán.
Algunos ejemplos son el azúcar, algodón, cuero bovino, apicultura, tabaco, arroz y otros productos.
Los productores venían advirtiendo sobre los márgenes negativos en los principales cultivos, donde la carga impositiva se acerca al 70%.
En el último año del Gobierno del Presidente Alberto Fernández, el campo atravesó una de las peores sequías de la historia, con pérdidas que se acercaron a los US$20.000 millones y que impactaron en el ingreso de divisas para el país y la rentabilidad de los productores.
Cuál es el costo fiscal de la baja de retenciones
