El ministro de Justicia y Transparencia Institucional de Bolivia, Iván Lima, presentó en las últimas horas su renuncia irrevocable, luego casi cuatro años en el cargo.
Su salida del Gobierno se daba en medio de la tensión política que se registra en el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), afectado por divisiones internas y presiones desde el ala más radical del partido liderado por el expresidente Evo Morales (2006-2019).
Lima anunció su dimisión a través de la red social X, una carta compartida dirigida al presidente Luis Arce en la que expresó su agradecimiento y subrayó los desafíos enfrentados durante su gestión.
“Tres años y 10 meses después de haber asumido el compromiso de acompañar la gestión del presidente, presento mi renuncia irrevocable”, escribió Lima en su cuenta oficial de la red social.
El ahora exministro, uno de los pilares fundamentales en el gabinete de Arce, se enfrentó a una creciente presión interna, principalmente por las críticas de Morales, quien lo acusó de manipular el sistema judicial en su contra.
La situación se agudizó en los últimos meses, cuando Lima lideró intentos fallidos de llevar a cabo un referéndum sobre la reelección presidencial y la subvención de hidrocarburos, propuestas que fueron rechazadas por separado por el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Tribunal Supremo Electoral.
Durante su gestión, Lima fue un actor central en debates judiciales complejos, como la controvertida prórroga de los mandatos de los magistrados de los altos tribunales, cuyo período terminó en diciembre pasado.