Con motivo de la publicación el 22 de julio de un artículo de Rodrigo Estévez Andrade, el nieto de Gregorio Pomar, a través del autor, nos hizo llegar una carta que es necesario publicar, aclarando puntualmente uno de los hechos que allí se señalan.
La carta, que transcribimos en su totalidad, señala:
Señor Rodrigo Andrade
Soy Gregorio Pomar, nieto del Tte Cnl Gregorio Pomar, que encabezó la revolución del 20 de julio de 1931 en Corrientes.
En Nuevas Palabras, con la firma de R Estévez, se publicó un elogioso artículo recordando el episodio y al Tte Cnl Pomar.
En el relato, se menciona el “asesinato” del jefe del RI9. Este término lleva implícita la existencia de un asesino.
La lamentable muerte del Tte Cnl Montiel, jefe del RI9, se produjo como resultado del enfrentamiento de dos hombres de armas en el marco de una revolución.
Uno, defendiendo las instituciones democráticas avasalladas, como bien describe la nota en cuestión, y el otro, tratando de evitar el levantamiento del regimiento del que era jefe, abortando así la revolución en marcha.
Pomar y Montiel en el despacho del jefe de regimiento:
Pomar expresando que el regimiento estaba sublevado.
Montiel negando el hecho y propinado a Pomar un golpe de puño que lo arroja al suelo, al tiempo que hace un gesto de extraer su arma.
Pomar desde el suelo hace un disparo que mata a Montiel.
Basta buscar la definición de asesinato de la RAE para ver que esto no lo es.
En la seguridad de que se utilizó este término poco feliz por desconocimiento , le envío esta carta queriendo enmendarlo, y en defensa de la honorabilidad del Tte Cnl Gregorio Pomar, que siempre lamentó ese desenlace.
Y para conocimiento del Sr Estévez y los calificados lectores de NP, le pido cordialmente su publicación.
Atentamente, lo saludo