Recientemente, trascendió el resultado de un informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) sobre la evolución de la pobreza en el primer semestre de 2024. Dicho informe, señala que la pobreza en Argentina alcanza al 52,9% de la población. De esta forma, desde que asumió Javier Milei y designó a Sandra Pettovello como ministra de Capital Humano, la pobreza aumentó 11 puntos porcentuales en menos de un año y ya alcanza a unos 25 millones de habitantes.
¿Qué cambios hubo con respecto a las políticas sociales? Primeramente, hay que señalar que hubo una división del Potenciar Trabajo en programas focalizados de menor escala con enfoques de acompañamiento social y de empleabilidad.
Con respecto a la articulación institucional de la implementación de los programas sociales, se evidencia un corrimiento de responsabilidades de los movimientos sociales tradicionales como el Movimiento Evita, Barrios de Pie o el Polo Obrero. Al mismo tiempo, la gestión de Pettovello se ampara y apoya en otra clase de instituciones de beneficiencia menos politizadas, como las Iglesias Evangélicas y Cáritas, entre otras, con quienes se celebraron convenios recientemente.
A su vez, hay un corrimiento de enfoques ya que algunos beneficiarios del Potenciar Trabajo pasaron a ser receptores de programas de empleabilidad propios de la cartera de Trabajo, y no lo que sería Desarrollo Social.
Al mismo tiempo, durante la gestión de Pettovello se realizó una revisión de los contratos con comedores populares, que sufrieron también la “motosierra” y la “licuadora”. El achicamiento en términos fiscales es de la mitad del presupuesto anteriormente asignado: se pasaría del 1,3 del PBI, aproximadamente, a un 0,6%, que podría caer aún más de cara al presupuesto del año que viene.
Sin embargo, en el Gobierno son optimistas ya que si se cumplieran las metas de inflación (18% anual) y crecimiento (5%), muchos ciudadanos en situación vulnerable que no se ve contenida por los planes sociales podría verse motivada a buscar empleo en el marco de una posible expansión del mercado de trabajo.
Lo que si puede destacarse para bien es que se ampliaron los montos de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar. No obstante, hay que señalar la existencia de un problema de desacople ya que son dos programas con contraprestaciones y beneficiarios con características similares, que llegan a recibir sus prestaciones económicas por dos ventanillas del Estado diferentes de forma superpuesta.
Es decir, si bien por un lado hay un aumento de la pobreza y marcado desfinanciamiento de programas como el Potenciar Trabajo, hay también un aumento de las prestaciones de otros programas que se superponen pero ofrecen ayuda a los más vulnerables, como la AUH y la Tarjeta Alimentar.
Otro capítulo aparte corresponde a la parálisis y el desfinanciamiento del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), que promovía mejoras de infraestructura de baja complejidad en los barrios vulnerables. Estas obras, cabe mencionar, estaban articuladas con el Potenciar Trabajo, ya que en muchos casos las obras eran realizadas por beneficiarios de ese programa social que vivían en esas zonas urbanas.
En definitiva, las políticas económicas del Presidente Javier Milei no están trayendo resultados económicos favorables, y la caída del empleo y el aumento de la pobreza son un claro reflejo de ello. El desempeño de Pettovello, por su parte, está muy por debajo de sus expectativas. Los dos objetivos planteados para su cartera, como la reducción de la pobreza y el incremento del Capital Humano, muestran resultados contraproducentes. ¿Habrá un cambio de rumbo? ¿O Milei optará por un cambio de Ministra? Por ahora, el futuro económico del país es una incógnita. Al igual que el rumbo del Ministerio de Capital Humano y la continuidad de la Ministra.
