viernes 29 de marzo de 2024
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Arte de la mano de la arquitectura

El arte contemporáneo diluye fronteras. Las técnicas, los conceptos, los soportes y hasta las intenciones estéticas se confunden ante la extrema posibilidad de la mixtura y la hibridación constante. En el caso de la relación entre arquitectura y pintura, por lo general, las intervenciones tienen que ver con el uso pictórico de soportes urbanos de tipo arquitectónico. En parte, la idea de artes de campo expandido intenta explicar esta relación poniendo la atención en la capacidad de la pintura para iluminar y destacar espacios y establecer, al mismo tiempo, un diálogo con las ciudades.

Es menos frecuente que la arquitectura sea el disparador para la pintura. Es lo que sucede en la muestra de Luciana Levinton en el Museo de Arte Decorativo de Buenos Aires. Bajo el título Después de la arquitectura, y curada por Lara Marmor, la exposición recrea, entre el homenaje y la influencia, la obra de la arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi.

Basada en los trabajos en Brasil de Bo Bardi, Levinton reinscribe en clave pictórica las líneas fundamentales del humanismo racionalista, dándole un curioso giro hacia una de las formas de la abstracción. La muestra evoluciona hacia Bo Bardi y se nutre de ella para utilizarla como soporte.

En la primera pared de la sala, una serie de 42 pinturas del mismo tamaño forman una suerte de cartografía urbana que mezcla deliberadamente lo vintage con lo contemporáneo. Son piezas de pequeño formato en las que Levinton utiliza hojas de viejos números de la famosa revista Summa como base para desplegar su obra.

Partiendo de una mancha irregular en óleo –en todas las obras la mancha es igual o parecida, lo que cambia es el color– genera una sensación de unidad plástica, al mismo tiempo que forma un hilo de comunicación posible entre el conjunto de obras y el espectador. Sobre estas manchas, y avanzando sobre el espacio de la hoja amarillenta de la revista, aparecen las construcciones pictóricas de registro arquitectónico que son la firma de Levinton.

Este conjunto de obras opera, virtualmente, como una introducción al desarrollo de la exposición. En las otras salas, en obras de un formato mucho más grande, la artista usa a Bo Bardi para encontrar su propio canal expresivo.

Aquí hay un punto importante. Si bien esta muestra de Levinton no se entiende sin la reinterpretación de la arquitecta italiana, sus obras tienen una dimensión propia y se justifican visualmente más allá de su ejercicio de reversión. El resultado del trabajo de investigación y el juego de mirar la obra de Bo Bardi con ojos experimentales le otorgan a las obras de Levinton un relieve artístico que supera la referencia. En alguna medida, la artista utiliza las construcciones como un soporte más, que sostiene su pintura del mismo modo que lo hace el uso del color, de la línea y de las texturas. Esto queda muy claro al observar el juego de tres obras que están colgadas en la pared frontal de la sala principal del museo.

Se trata de tres óleos, de metro y medio por lado, inspirados en una construcción que Lina Bo Bardi llevó adelante en San Pablo en 1977. En una vieja fábrica de tambores abandonada ideó un centro comunitario, instalando dos bloques de hormigón a los lados de la construcción original, uniéndolos con pasarelas flotantes del mismo material.

Las obras de Levinton parten de esas pasarelas. Su experimento suprime parte de la estructura y el entorno real de la construcción para quedarse con una síntesis que le permite desplegar su forma pictórica. Las líneas y los planos de color terminan por diseñar un ejercicio que va entre lo abstracto y lo geométrico sin rehuir del juego con el espacio. Las figuras de estas obras aparecen flotantes, desafiando la lógica y la física, usando la libertad para plantarse en el terreno de la poesía visual, alejada de conceptualismos y búsquedas formales. La sucesión de planos mantiene en la obra el mismo rigor estructural que en el original arquitectónico, pero el juego de colores y líneas lo altera y lo independiza.

La mano de la curadora se ve en esa misma sala. A su instancia, se decidió que estas pinturas dialoguen con otra que refiere a la construcción del arquitecto Louis Kahn, en la ciudad de Dhaka, en Bangladesh. El punto de unión son las formas caladas en el hormigón, común en las estructuras de ambos creadores. La pintura de Levinton pictoriza estos calados y logra una composición interesante en el que el primer plano se lo lleva el volumen de los huecos, pero que la diferencias de trazos y de texturas juega también un rol fundamental.

Todas estas obras de Levinton, realizadas en 2019, pueden verse como una continuidad evolutiva de su obra. En anteriores exposiciones, tanto en el país como en el extranjero, las referencias a la arquitectura eran más claras y más literales. La definición en obras como las de Brasilia o el Guggenheim de Nueva York era mucho mayor y hacía más reconocible la referencia que en las obras de la actual exposición en Buenos Aires.

De alguna manera, el “después” al que alude el título de la muestra manifiesta un pasaje expresivo de la artista que tiene su base en la pintura.

La exposición ofrece, además, dos trabajos basados en sendas construcciones paradigmáticas de Bo Bardi, el Restaurante Coati en San Salvador, Bahía, y la famosa Casa Oficina de San Pablo. Estas obras, también de gran tamaño, trabajan otro registro visual apelando a los matices que pueden establecerse con el tratamiento del negro como color base. Sobre un fondo oscuro, las líneas van sugiriendo los planos constructivos reales, dejando lugar para la exploración y permitiendo al espectador completar la obra.

En la última de las salas del museo se proyecta, en loop, un documental filmado por la cineasta austríaca Belinda Rukschcio. El film rescata la figura de Lina Bo Bardi y permite entender su influencia y, asimismo, el impacto de su obra y su personalidad en la expansión contemporánea de los trabajos de Luciana Levinton.

Publicado en Revista Ñ el 28 de febrero de 2020.

Link https://www.clarin.com/revista-enie/arte/arte-mano-arquitectura_0_QVhqXpfS.html

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