miércoles 13 de noviembre de 2024
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Antídoto para la campaña desquiciada de Trump

El mitin del expresidente Trump en Dayton, Ohio, comenzó ayer con la voz de un locutor dirigiéndose a la multitud de MAGA: “Damas y caballeros, por favor levántense por los rehenes del 6 de enero que fueron tratados horrible e injustamente”.

Honrar a los partidarios de Trump procesados por irrumpir en el Capitolio se ha convertido en una tradición en sus actos proselitistas y en un preludio apropiado para sus discursos provocativos y falaces que probablemente definirán el tono de su campaña durante los próximos siete meses.

Después de ponerse de pie y saludar la interpretación alternativa del himno nacional del Coro de la Prisión J6, Trump elogió a los acusados del 6 de enero como “patriotas increíbles” y prometió ayudar a los “rehenes” desde su primer día en el cargo.

Lo que siguió fue un discurso destinado a generar títulos para la prensa en el que Trump pintó una visión apocalíptica de un Estados Unidos invadido por “animales” inmigrantes si el presidente Biden es reelegido.

Los asesores de campaña de Biden ven estos actos como una fuente inagotable de flancos débiles y de material publicitario, por lo que buscan generar un fuerte contraste con Trump en política, retórica y optimismo sobre el futuro de Estados Unidos. Ensayar el señalamiento de las mentiras y realzar los logros obtenidos: pesimismo vs optimismo, sería la idea general.

La clave para ese esfuerzo es un equipo de respuesta rápida responsable de recortar y difundir videos de Trump escupiendo insultos, obscenidades y retórica deshumanizante sobre los inmigrantes.

Después de que la campaña de Biden emitiera un comunicado condenando la advertencia hecho por Trump acerca de un “baño de sangre” si pierde, los republicanos acusaron a los críticos y a los medios de sacar de contexto sus comentarios.

La campaña de Trump dice que el expresidente no se refería a la violencia política, sino a cómo las políticas de Biden podrían afectar la industria automotriz y la economía estadounidense.

Ahora que la mayoría de los escépticos republicanos de Trump han aceptado a regañadientes que él será el candidato de su partido, enfrentarán una nueva presión para defender la indefendible retórica extrema del expresidente.

Sin embargo, muchos ex aliados de Trump se han negado a hacerlo, incluido el ex vicepresidente Mike Pence, quien conmocionó al mundo político cuando dijo el viernes que “no puede, en conciencia,” respaldar a Trump. “Es simplemente inaceptable”, dijo Pence en el programa “Face the Nation” de CBS News cuando se le preguntó sobre la descripción que hizo Trump de los prisioneros del 6 de enero como “rehenes”.

Es posible que esa retórica que lo llevó a la presidencia en 2016 no surta el mismo efecto en un electorado que ha visto mejorar sus condiciones de vida y al que Trump azuza con catástrofes de inmigración, ataques a la edad de Biden u otros temas. Por su parte, la apuesta de la campaña de Biden por el optimismo deberá “enamorar” en sumo grado para evitar la siempre eficaz apelación al odio y al malestar utilizado por la derecha populista.

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