La película sobre la vida de Bergoglio, ¿deja bien parado al imposible Papa argentino? Breve reseña sobre uno de los grandes estrenos recientes de Netflix.
Los dos Papas es la película recientemente estrenada en Netflix que cuenta la histórica abdicación de Benedicto en favor de su sucesor, Francisco, el imposible papá argentino. La película escrita por el guionista neozelandés Anthony McCarten y dirigida por el brasileño Fernando Míreles está inspirada en hechos reales según anticipa el principio y se rubrica al final. Ambos están interpretados mimética y deliciosamente por dos grandes actores británicos, Anthony Hopkins que hace todo bien y más, y Jonathan Pryce que está igual a Bergoglio. La película, filmada en Italia, Uruguay y Argentina espanta por los flash backs argentinos con actores hablando porteño, Cristina Banegas y Juan Minujín, entre otros, que no se empatan con la vida de Ratzinger de la que no se hizo el mismo gasto de producción.
Es una película sobre la vida de Bergoglio que lo deja mal parado en relación a su papel durante la dictadura y por el contrario lo inocenta en cuanto a su posición sordomuda sobre los casos de pedofilia en la iglesia argentina. El truco cinematográfico es viejo: presentan a los dos papás como una extraña pareja de hombres que en un momento se dejan llevar por el placer y el descontrol, en este caso, beber vino mientras uno toca al piano viejas canciones de cabaret berlinesas o comen pizza y Fanta en la sacristía de la capilla sixtina o se bailan unos tangos sin mujeres como les gusta hacer todo a ellos. Es una conversación inexistente entre los dos pontífices que atrapa por su escepticismo vaticano y por el duelo actoral entre los dos actores de la escuela británica.