Holanda, Europa y el mundo se conmovieron por el violento ataque que numerosos grupos de manifestantes propalestinos realizaron contra civiles israelíes que habían viajado a Ámsterdam para alentar a su equipo de fútbol, el Maccabi Tel Aviv. Tras los incidentes cinco personas se encuentran hospitalizadas y 62 detenidas por la policía holandesa.
La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, declaró que “los israelíes fueron atacados, insultados y les arrojaron pirotecnia y fuegos artificiales”. Por su parte el rey de Holanda, Guillermo Alejandro expresó: “Una fuerte condena hacia los agresores y su horror y consternación”. El monarca declaró “Fallamos a la comunidad judía de los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial, y anoche fallamos de nuevo”.
Israel envió aviones para rescatar a los israelíes, y ponerlos a salvo de nuevos ataques. El presidente de ese país, Isaac Herzog aseguró que el ataque contra civiles israelíes fue un “pogromo antisemita”.
En Holanda, a partir de la guerra de Gaza, ya se venían denunciando amenazas contra escuelas e instituciones judías.
El término pogromo es una palabra de origen ruso que significa “causar estragos, demoler violentamente”. Históricamente, el término se refiere a ataques violentos contra comunidades judías en el Imperio Ruso, y en otros países. Los perpetradores de los pogromos estaban organizados y recibían apoyo de los gobiernos y de la policía. Violaban y asesinaban a sus víctimas y saqueaban sus propiedades.
“La noche de los cristales rotos”, organizada por los nazis, fue uno de los pogromos más crueles y recordados en la historia y precursor del Holocausto. Esa noche militantes nazis atacaron a los judíos alemanes, rompiendo los cristales de sus comercios, asesinando a los hombres, violando a las mujeres y robando sus pertenencias. Al otro día fueron arrestados 30.000 judíos y enviados a campos de concentración,
En ese país, la niña Anna Frank escribió su Diario cuando estaba escondida para no ser capturada por los nazis. Finalmente Anna fue detenida y su joven vida acabaría en un campo de concentración. Pero su historia ayudó y ayuda a varias generaciones a rechazar el odio y la persecución racial, étnica o religiosa.
Holanda, que tiene una larga tradición en defensa de los derechos humanos, sufrió la invasión nazi y el asesinato de sus ciudadanos de origen judío.
Es bueno recordar que jugadores del seleccionado de fútbol holandés, La naranja mecánica, se negaron a dar la mano al dictador argentino Jorge Rafael Videla, al recibir sus medallas por ser el subcampeón del mundial de fútbol de 1978, que se disputó en Argentina. Los holandeses conocían muy bien las violaciones a los derechos humanos que la dictadura cometía en nuestro país.