- Un nuevo 29 de noviembre
Cada 29 de noviembre quienes hacemos de la ciencia política nuestra profesión solemos festejar nuestro “Día Nacional”, conmemorar a Guillermo O´Donnell, figura indiscutida de la disciplina en la Argentina y en América Latina y realizar algún tipo de balance de lo ocurrido durante el año. Por lo general damos cuenta de algunos indicadores de crecimiento del campo, como suelen ser la creación de carreras de grado, posgrados, el ingreso de becarios, y ante todo la realización de eventos científicos que suelen intercalarse año a año y en algunas ocasiones de actividades internacionales de relevancia. Por ejemplo, en año pasado tuvimos la segunda oportunidad en nuestra historia de ser anfitriones del 27 Congreso Mundial de Ciencia Política, principal actividad de la International Political Science Association. En 1991 tuvimos el primero de estos eventos gracias a las gestiones del propio O´Donnell quien llegó a presidir el conglomerado más grande de colegas a nivel mundial.
Finalizando el pasado año Oscar Oszlak recibió la distinción Investigador de la Nación Argentina, máximo reconocimiento de nuestro país a la investigación científica siendo la primera vez que se concede a las ciencias sociales. Esto se sumaba a una serie de doctorados honoris causa recibidos el mismo año. Ya en 2024 la Latin American Studies Association le otorgó el Guillermo O´Donnell Democracy Award and Lectureship, sumando los doctorados honoris causa de la Universidad Nacional de Río Negro, la Universidad Nacional de Rosario y en los próximos días de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego.
Este año se realizó en la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe el XVI Congreso Nacional y IX Internacional sobre Democracia; una vez más las ciencias sociales tuvieron un momento de intercambio y reflexión en una situación política muy especial el gobierno “libertario” de Javier Milei y sus decisiones en materia de educación superior, ciencia y tecnología. Es necesario destacar el enorme esfuerzo realizado por la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales representada por su decana Cintia Pinillos y el rector de la universidad nuestro colega Franco Bartolacci quien en su presentación nos recordó el origen de estos eventos, hace treinta años, cuando un grupo de estudiantes propuso reunirse junto a personalidades destacadas de la disciplina para reflexionar sobre la democracia y los intentos de arancelamiento de la universidad pública por parte del gobierno de Carlos Menem.
La ciencia política después de finalizada la II Guerra Mundial estuvo estrechamente vinculada al sostenimiento de la democracia, luego de la nefasta experiencia por la que pasó la Humanidad con los regímenes políticos totalitarios del nazismo y el fascismo, algo que también deberíamos extender a las expresiones de los comunismos reales liderados durante la Guerra Fría por parte de la URSS, o los autoritarismos de derecha que perduraron en el planeta y en nuestra región dieron lugar a los gobiernos cívico-militares. La creación de la International Political Science Association por parte de la UNESCO en 1949 tuvo su principal objeto en colaborar desde el plano científico y académico con la democracia.
En la Argentina el desarrollo de la ciencia política desde la democratización en 1983 estuvo estrechamente ligada también a la consolidación y persistencia de la democracia. No debemos olvidar que el propio presidente Raúl Alfonsín fomentó la creación de la carrera de grado en la Universidad de Buenos Aires y creo espacios institucionales relevantes como el Consejo para la Consolidación de la Democracia. Este compromiso no fue solo monopolio del partido radical, la llamada “renovación peronista” también acompañó este proceso lo mismo que partidos políticos más pequeños tanto ubicados más hacia la izquierda o a la derecha del espectro ideológico.
Durante estas décadas varias luces amarillas fueron apareciendo no solo en relación al tipo de democracia que supuestamente se consolidaría en el país sino a la trama de relaciones complejas que hacen a la relación entre el Estado “y” la sociedad. Una especie de “esquizofrenia política” marcó la constante oscilación entre modelos políticos de tendencia estado-céntrica vs otros mercado-céntricos, lo que expresa también la fuerte división social e ideológica entre la ciudanía.
Durante estas décadas nuestra disciplina junto a otras como la sociología, la economía, la antropología y la siempre necesaria reflexión filosófica han tratado de dar cuenta de la complejidad de estas relaciones sociales. Sin olvidar nuestro pequeño balance vamos a trazar algunas pinceladas un poco dispersas al respecto.
- La internalización exponencial de la ciencia política
La actividad universitaria y la producción del conocimiento siempre estuvieron vinculadas al intercambio y la circulación ya en la Edad Media los académicos solían trasladarse de un sitio a otro en parte facilitados por la universalización del uso del latín como lengua común. En el siglo XVIII vemos surgir los primeros congresos científicos y las publicaciones periódicas, pero vinculadas a las ciencias naturales. Hacia fines del siglo XIX esto se traslada a las ciencias sociales. En lo que respecta a la ciencia política en 1904 se crea la American Political Science Association en los EE.UU. y dos años después aparece el primer ejemplar de la American Political Science Review. En nuestro país un grupo de abogados ligados al derecho constitucional van a crear en 1957 la Asociación Argentina de Ciencia Política liderados por Segundo Linares Quintana y décadas después en 1983 se dará lugar a la creación de la Sociedad Argentina de Análisis Político siendo su primer presidente Oscar Oszlak. A partir de ahí se fueron realizando diferentes congresos de carácter bienal y numerosos eventos más pequeños. Ya hemos mencionado a los congresos mundiales en nuestros pagos y podemos destacar la realización también en 2010 del Congreso Latinoamericano de Ciencia Política del que seremos nuevamente sede el próximo año.
Durante el período democrático la participación argentina fuera del país se mantuvo en forma creciente pero con posterioridad a la pandemia del COVID19 se produce una disminución abrupta. Este año se realizó el 12 Congreso Latinoamericano de Ciencia Política organizado por ALACIP en la ciudad de Lisboa, la presencia argentina fue muy baja siendo superada por el contingente uruguayo por ejemplo. Cabe destacar que en nuestro país hay 38 carreras de grado frente a solo 2 que se encuentran en el país Oriental. En el International Whorkshops of Public Policy organizado por la International Public Polcy Association (IPPA) en la ciudad de Guadalajara en México participaron solo 2 académicos argentinos. Esto muestra un retraimiento hacia cierto parroquialismo en oposición a la sostenida internacionalización y la construcción de redes a nivel internacional. ¿A qué se debe esto? Posiblemente no tengamos un único mecanismo para comprenderlo, pero un factor central es la disminución del salario de docentes e investigadores medios en dólares, a lo que hay que agregarle aspectos específicos de la política de ciencia y tecnología adaptada por los Estados. Esto no solo puede medirse en términos del PBI sino también comparativamente con otros países de la región como son los casos de Brasil y México, los que tienen una densidad disciplinar similar a la argentina.
Otro aspecto vinculado al anterior que podemos registrar ya a partir de 2012 es la disminución en la frecuencia de publicación de artículos científicos, lo que es más amplio si tomamos como referencia las revistas extranjeras. Aquí hay que agregar otro elemento a tener en cuenta que es el pluriempleo en el que se encuentran los politólógo/as. Exceso de horas de clases, trabajo de consultoría y también el pedido de licencia en organismos como el CONICET por razones diversas. Las condiciones laborales y salariales son centrales para el desarrollo de la actividad científica. Esto nos prende una luz amarilla que debemos analizar con detenimiento porque afecta sustantivamente al desarrollo de la ciencia política en el país.
- Un ligero recorrido por las publicaciones recientes
No es fácil dar cuenta de la producción editorial de un campo del conocimiento durante el lapso de un año, eso requeriría un estudio bibliográfico y bibliométrico muy amplio. Solo vamos a mencionar algunas obras que nos resultan ilustrativas.
Este año comenzó con un hecho editorial relevante tanto para la ciencia política como para la historia; la aparición de la séptima impresión de La formación del Estado argentino. Orden, progreso y organización nacional de Oscar Oszlak, cuyo original fue editado por la Universidad de Belgrano en 1980. A lo largo de estas décadas el libro se convirtió en un “clásico” para explorar el proceso de construcción del Estado argentino desde el enfoque histórico-estructural que Oszlak y O´Donnell fueron desarrollando en sus trabajos desde el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES). Originariamente el enfoque adoptado había sido cuestionado por los historiadores que veían el trabajo como un estudio donde predominaba un enfoque sociológico y politológico, alejado de la tradición historiográfica. Hoy en día podemos apreciar el diálogo fértil que se fue construyendo durante estos años con el “Estudio preliminar” elaborado por Eduardo Míguez. Durante la presentación del libro, que contó con la participación de Raúl Fradkin, director de la colección Historia Argentina y Raúl Carioli de la Editorial Prometeo. No solo se abordaron las características del libro y sus objetivos originarios sino la situación por la que hoy atraviesan los Estados-nación donde fui ineludible hacer referencia a la reciente llegada de Javier Milei al gobierno y su idea de destruir al propio Estado. Esto nos demuestra la enorme actualidad de la obra en el actual contexto argentino. En sus primeras ediciones el libro tenía en su tapa la frase “construir el Estado fue agrandar la nación”, en alusión directa a la frase enarbolada por la dictadura militar “achicar el Estado es agrandar la nación”. Desde luego la similitud con ciertas cuestiones de la política actual en el país no es mera coincidencia.
Uno de los libros colectivos originario en inglés más destacado sin lugar a dudas es Argentina’s Right-Wing Universe During the Democratic Period (1983–2023) Processes, Actors and Issues publicado por Routledge bajo un riguroso trabajo de edición por parte de Gisela Pereyra Doval y Gastón Souroujon; una obra que adquiere una notoria importancia dada la orientación política que adopto el país a partir del ascenso de Javier Milei al poder.
Entre varias obras colectivas principalmente en castellano aparecidas durante este año vamos a mencionar dos que expresan el trabajo coordinado de la investigación científica no solo dentro de nuestras fronteras sino articulada con la región y el mundo. En primer término, Los olvidados: el pensamiento político contemporáneo en los bordes del canon, compilado por Marina Berdandini y Gastón Souroujon que nos muestra la importancia de la investigación en el campo de la teoría política una de las fortalezas de la ciencia política en la Argentina. En segundo lugar, Políticas públicas comparadas en América Latina: discusiones teóricas y acción gubernamental en tiempos turbulentos bajo la compilación de Nelson Cardozo y Guillermina Curti. Este libro expresa como pocos la actual orientación internacional en el trabajo en redes; fue producido a lo largo de los últimos años a partir de diferentes encuentros organizados por el Grupo de Investigación en Políticas Publicas Comparadas de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (GIPPC-ALACIP) muchos de ellos realizados en forma híbrida convirtiendo a la virtualidad en una herramienta más del trabajo científico. La obra está dividida en dos partes; en la primera nos presenta la reflexión en torno al método comparado, su desarrollo y estrategias y, en la segunda una serie de investigaciones empíricas en torno a las políticas públicas sobre el COVID19. Como bien señala Gustavo Dufour en su contratapa el libro expresa un reflejo perfecto del trabajo en redes constribuyendo a la ampliación de las fronteras del conocimiento.
Producto de la reflexión sobre los cuarenta años de democracia en el país en 2023 se realizaron varias actividades y publicaciones al respecto; entre ellas este año salió a la luz el trabajo colectivo Argentina: 40 años de democracia compilado por Elsa Llenderrozas bajo el sello editorial de Eudeba.
Los estudios biográficos tuvieron un espacio de relevancia con la publicación por la editorial Edhasa de Por qué leer a Juan Carlos Torre bajo la edición de Sebastián Pereyra, Catalina Smulovitz y Martín Armelino. Si bien sociólogo de origen Juan Carlos Torre ha sido un referente fundamental de los estudios políticos en el país.
Reforzando el abordaje de las principales personalidades de la ciencia política no debemos dejar de mencionar el trabajo de Martín D´Alessandro “Guillermo O´Donnell: the Great Latin American Theorist of Democracy” perteneciente a la compilación Maestri of Political Science coordinada por Martín Bull y Gianfranco Pasquino publicada en ECPR Press.
Este año comenzó el proceso de elaboración del Oxford Handbook of Argentine Politics, a partir de la aprobación recibida por parte de Oxford University Press. Este libro pretenderá dar cuenta de la política en la Argentina, formando parte de una de las colecciones de ciencias sociales más importantes del mundo; la obra contará con la participación de más de 90 especialistas predominantemente de ciencia política pera junto a otras ciencias sociales. Posiblemente estemos frente a la obra de mayor envergadura de la disciplina en el país.
A pesar de la producción sostenida de la ciencia política argentina podemos observar que sus publicaciones periódicas poseen aspectos desactualizados en cuento a normas y buenas prácticas editoriales, principalmente si las comparamos con otras similares de la región. Lo mismo sucede con las bases internacionales en las cuales se encuentran indexadas. Esto demuestra un elemento más de cierto parroquialismo que podemos observar en la disciplina.
- La seguridad pública: una materia pendiente para la ciencia política argentina
Si hay una temática que concierne a la ciencia política en sus aspectos más específicos es la política de seguridad pública. Podemos sostener una visión restringida o ampliada del objeto de estudio disciplinar, pero el problema del poder y del ejercicio de la violencia es primordial para cualquier perspectiva que se adopte. A pesar de ello el campo en el país no ha producido una densidad de trabajos equiparables al estudio de los partidos políticos, los sistemas electorales, la teoría políticas o políticas publicas específicas. Ha habido un hiato en torno a la seguridad pública. En los diferentes congresos de la disciplina son pocos los paneles o ponencias dedicadas a esta problemática a pesar de ser central desde el punto de visto político y ocupa un lugar primordial en la agenda pública. Son pocas las excepciones que podemos mencionar teniendo como el principal referente a Marcelo Sain el cual ha publicado este año La gorra y la tonfa. Apuntes sobre la institución policial en editorial Prometeo.
Desde la antropología, pero vinculado a la ciencia política también podemos mencionar el aporte de Sabina Frederic apareciendo este año Lo que el progresismo no ve (cuando aborda la seguridad) editado por Siglo XXI. Un dato interesante y alentador es el aporte de algunos jóvenes colegas como es el caso de Pablo Navarro Urquiza quien acaba de publicar en editorial Teseo El control del narcotráfico en la provincia de Córdoba (2012-2014). Características, funcionamiento y efectos de las principales políticas implementadas.
- De la decadencia política a la erosión democrática
Desde hace una década la experiencia política en las democracias occidentales ha sido fuertemente cuestionada, no solo en América Latina sino en Europa y los EE.UU. dando lugar a la aparición de cierto “malestar” que se vio expresado en el crecimiento de las extremas derechas y de la aparición de liderazgos violentos que se expresan tanto en el discurso político como en posiciones que socaban derechos humanos fundamentales. Si bien se han mantenido los mecanismos democráticos básicos de elecciones libres y periódicas en parte de los regímenes se puede observar un marcado deterioro institucional en los mecanismos de control y en la vinculación entre los poderes del Estado. Esto se ha expresado electoralmente en un vaciamiento paulatino del centro político. Si bien en muchos casos no podemos hablar claramente de un cambio de régimen Steven Levitsky y Daniel Ziblatt han utilizado el concepto de “erosión democrática” para referirse a este fenómeno.
¿Nos encontramos frente a un proceso de decadencia política? ¿Pasaremos a un quiebre de las democracias para introducirnos en la “tercera contraola”? Intentar dar respuesta a estas preguntas es un interrogante central para la ciencia política tanto mundial como para el caso particular de nuestro país. No se trata de predecir lo que sucederá sino de prevenir situaciones que afectan nuestros valores y formas de vida social como solía sostener Sheldon Wolin.
Sin caer en anacronismos ni pronosticar catástrofes deberíamos pensar en situaciones históricas similares, de extrema polarización y desapego a la convivencia democrática. Posiblemente lo más cercano sería pensar en la Europa de los años treinta del siglo pasado y en la antesala a la II Guerra Mundial. A mediados de la década de los ochenta el politólogo Eugenio Kavaternik va a desarrollar un interesante estudio sobre lo que pasará a denominar “decadencia política” relacionando conceptos de autores tan distantes teóricamente como Antonio Gramsci, Carl Schmitt y Samuel Huntington. Es así como podemos analizar un conjunto de factores que hacen al quiebre de las democracias y la aparición de diferentes formas de autoritarismos y totalitarismos. Kvaternik acompañaba estos análisis con los aportes de Juan Linz y Claude Klein que podemos hallar en sus libros La quiebra de las democracias y De los espartaquistas al nazismo: la República de Weimar respectivamente. ¿Qué similitudes y diferencias podemos encontrar entre la extrema derecha europea de esos años y la experiencia actual? ¿Qué elementos son de actualidad para analizar a la Argentina gobernada por Javier Milei?
Nos encontramos frente a un fenómeno político nuevo, producto también de condiciones actuales donde se han experimentado cambios significativos no solo en las instituciones sociales, políticas, culturales y económicas sino también en la construcción de la subjetividad. Las nuevas tecnologías informáticas, las redes sociales y la inteligencia artificial son elementos que deben tenerse en cuenta para dar respuesta a un fenómeno complejo y que nos presenta una gran incertidumbre. Varios textos se han producido en los últimos meses para intentar dar cuenta de esto, varios de ellos por parte de disciplinas hermanas como la sociología o la antropología. Podemos mencionar en forma ilustrativa a Lanzallamas. Milei y el fascismo psicotizante de Rocco Carbone, ¿Por qué ganó Milei?. Disputas por la hegemonía y la ideología en la Argentina de Javier Balsa o las compilaciones Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir? De Pablo Semán, y Desquiciados. Los vertiginosos cambios que impulsa la extrema derecha de Alejandro Grimson.
Evidentemente no se trata solamente de una cuestión de agenda de investigación científica sino de una preocupación ante todo como ciudadanos, lo que sigue demostrando el estrecho vínculo entre la ciencia política y su objeto de estudio.
A lo largo de estas décadas la vigencia de Guillermo O´Donnell se encuentra presente y su concepto de “democracia delegativa” sigue aportando una enorme capacidad analítica. Evidentemente supo captar un aspecto central de la política latinoamericana que, si bien fue originariamente pensado en sus casos empíricos de Alberto Fujimori y Carlos Menem que encabezaron gobiernos de derecha de orientación neoliberal, tuvo su expresión también en las experiencias de izquierda de Hugo Chavez o Rafeal Correa y hoy encarna como pocos Javier Milei. Esto nos demuestra “ciclos delegativos” de orientaciones ideológicas contrarias.
- La defensa de la universidad pública y la ciencia política
Desde el comienzo de la democracia varias personas llegaron a ocupar el cargo máximo en las universidades nacionales. En la Universidad Nacional de Rosario Artemio Melo actuó como rector normalizador al comienzo de la democracia. Miguel De Luca recientemente cumplió el rol de rector organizador en la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz. Actualmente Franco Bartolacci se desempeña como rector en la Universidad Nacional de Rosario, habiendo sido anteriormente decano de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.
En la Universidad Nacional de la Rioja acaba de ser electa rectora Natalia Albarez Gómez, quien se desempeña hasta ahora como directora de la Carrera de Ciencia Política; siendo la primera mujer politóloga en alcanzar un rango de esta jerarquía.
Esto significa un reconocimiento a la ciencia política dentro del amplio marco de la actividad científica y académica en nuestro país. Pero adquiere una importancia especial en el actual contexto de hostigamiento, y reducción presupuestaria por parte del gobierno de Javier Milei. Esto nos pone en un espacio donde los conocimientos de nuestra disciplina pueden ser una contribución importante para el Consejo Interuniversitario Nacional y las decisiones colectivas que se tomen en las diferentes Casas de Altos Estudios como en el espacio tanto gremial como estudiantil.
- Recordando a nuestros colegas
Este año nos han abandonado de manera bastante inesperada tres colegas que quiero especialmente destacar. Cristina Díaz ha sido una de las grandes constructoras de nuestras instituciones desde la vuelta a la democracia. Trabajó intensamente primero en la Universidad Nacional de Rosario y posteriormente en la Universidad Nacional de Entre Ríos; su trabajo en la Sociedad Argentina de Análisis Político permitió que nuestra disciplina tuviera un fuerte contenido federal, siendo además una de las principales promotoras del área de Estado, administración y políticas públicas.
Daniel García Delgado, originariamente formado en la sociología y la filosofía, ha sido uno de los politólogos más fructíferos con su trabajo tanto en la Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, como en la sede Buenos Aires de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) dirigiendo también su Revista Estado y Políticas Públicas.
Marcelo Leiras, egresado como sociólogo por la Universidad de Buenos Aires, continuó sus estudios de posgrado en la Universidad de Notre Dame trabajando en el Kellogg Institute for International Studies junto a Guillermo O´Donnell quien fuera su director de tesis; a su regreso al país se desempeñó principalmente en la Universidad de San Andrés.
El legado y las enseñanzas de ellos deben servirnos como un faro para enfrentar uno de los momentos más oscuros y trágicos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la Argentina.
- Del homenaje a la acción
Como venimos haciendo desde hace algunos años hemos intentando dar cuenta de ciertos aspectos de la ciencia política en la Argentina; un balance fragmentario y básico de nuestro acontecer como comunidad científica. Es prácticamente imposible en pocas palabras expresar la diversidad de la disciplina a lo largo y ancho de nuestra basta geografía donde se desarrollan por lo menos unas 38 carreras de grado, a veces con denominaciones diferentes y varias opciones de posgrados.
Esta reflexión pretende orientarse por el denominado Manifiesto de Popayán adoptado por alguno/as colegas hace unos años en las entrañas de los Andes Colombianos como una expresión genuina del intento de reconstruir la historia y desarrollo de la ciencia política adoptando una visión crítica que no pretende caer en el monopolio de ninguna tradición teórica específica. Podemos serlo desde el pluralismo o desde posiciones neormarxistas o deudoras del elitismo. La ciencia política no puede comprenderse sin su contexto político, social, económico y cultural que lo condiciona. No existe ciencia real en el mundo actual sin política de ciencia y técnica que llevan a cabo principalmente los Estados-nación. La ciencia política no está por fuera de esta dinámica.
La situación actual por la que atraviesa la Argentina abre muchos interrogantes tanto por la deriva que pueda tener el gobierno democráticamente electo que encabeza Javier Milei, como la situación particular de la actividad científica y de la educación superior en el país, principalmente de las universidades nacionales como de instituciones como el CONICET. Entidades como el Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) están sufriendo un desmantelamiento que amenaza hasta su biblioteca, única en el país en el campo de la administración y las políticas públicas, algo totalmente inédito desde que comenzó la democracia en 1983.
Nuestra disciplina en la última década adoptó una actitud en la cual el homenaje fue un aspecto central para la consolidación del campo, generando un enorme sentido de pertenencia. Colegas ya fallecidos como Guillermo O´Donnell, Arturo Fernandez, Edgardo Catterberg, Mario Serrafero, María de los Ángeles Yannuzzi, Luis Aznar, Silvia Robin, Bruno Bologna, Carlos Escudé, José Nun y muchos otros han sido fundamentales para construir una disciplina que había sido principalmente castigada por las irrupciones autoritarias.
Como toda construcción social también pose sus “mitos” sus leyendas. Ciertas alarmas que surgen comparando las experiencias más recientes de países muy cercanos nos advierten de cierta “esclerosis” que necesitamos atender rápidamente. Como bien señalan Gilberto Capano y Luca Verzichelli en su reciente libro The Fate of Political Scientists in Europe. From Myth to Action necesitamos pasar de esos mitos fundantes a la acción, ese es nuestro desafío.
Bibliografía y documentos mencionados
Balsa, J. (2024). ¿Por qué ganó Milei? Disputas por la hegemonía y la ideología en Argentina. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
Berdandini, M y Souroujon, G. (2024) (comps.) Los olvidados: el pensamiento político contemporáneo en los bordes del canon. UNR Editora, Rosario.
Capano, G. y Verzichelli, L. (2023). The Fate of Political Scientists in Europe. From Myth to Action. Cham, Palgrave Macmillan.
Carbone, R. (2024). Lanzallamas. Milei y el fascismo psicotizante. Buenos Aires, Debate.
D´Alessandro, M. (2024). “Guillermo O´Donnell: the Great Latin American Theorist of Democracy”. En Bull, M. & Pasquino, G. (comps.) Maestri of Political Science. Volume e. ECPR Press.G.
Frederic, S. (2024). Lo que el progresismo no ve. (cuando aborda la seguridad). Buenos Aires, Siglo XXI.
Grimson, A. (2024) (coord.) Desquiciados. Los vertiginosos cambios que impulsa la extrema derecha. Buenos Aires, Siglo XXI.
Klein, C. (1985). De los espartaquistas al nazismo: la República de Weimar. Madrid, Sarpe.
Kvaternik, E. (s/f). “Decadencia política: conceptos y perspectivas. Una comparación entre las teorías de la crisis política en Carl Schmitt, Antonio Gramsci y Samuel Huntington”. Signos Universitarios – Universidad del Salavador.
Linz, J. (1987). El quiebre de las democracias. Madrid, Alianza.
Llenderrozas, E. (comp.) (2024). Argentina: 40 años de democracia. Buenos Aires, Eudeba.
Manifiesto de Popayán (2017). Anuario Latinoamericano – Ciencia Política y Relaciones Internacionales, 5 (Documento).
Navarro Urquiza, P. (2024). El control del narcotráfico en la provincia de Córdoba (2012-2014). Características, funcionamiento y efectos de las principales políticas implementadas. Buenos Aires, Teseo.
O´Donnell, G. (1997). Contrapuntos. Buenos Aires, Paidós.
O´Donnel, G., Iazzetta, O. y Quiroga, H. (coords.) (2011). Democracia delegativa, Buenos Aires, Prometeo.
Oszlak, O. (2023). La formación del Estado argentino. Buenos Aires, Prometeo.
Pereyra, S., Smulovitz, C. y Armelino, M. (eds.). Por qué leer a Juan Carlos Torre. Edhasa, Buenos Aires.
Pereyra Doval, G. y Souroudon, G. (eds) (2004). Argentina’s Right-Wing Universe During the Democratic Period (1983–2023)Processes, Actors and Issues. Routledge.
Sain, M. (2024). La gorra y la tonfa. Apuntes sobre la institución policial. Buenos Aires, Prometeo.
Semán, P. (coord.) (2023). Está entre nosotros. ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir? Buenos Aires, Siglo XXI.