jueves 26 de diciembre de 2024
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Luciana Sabina: “Mi objetivo es desnudar lo negativo o positivo de los hombres de nuestro pasado”

El libro se llama Héroes y Villanos en la Historia Argentina, pero también podría ser Revisando el Revisionismo, ya que va respondiendo uno a uno los mitos que desde esta escuela historiográfica se ha intentado establecer en los últimos años, ¿es algo que se propuso establecer desde el inicio de su trabajo?

Sí, de hecho la idea del libro es justamente esa. Como historiadora me resulta fundamental trabajar dentro de los parámetros de la ciencia, cualquier corriente que realice recortes para demostrar hipótesis o beneficiar a ciertos personajes del pasado carece de seriedad. Particularmente considero al revisionismo como una corriente poco seria, superada desde las esferas académicas pero lamentablemente muy presente en el imaginario colectivo nacional. El libro es mi aporte para lograr un cambio necesario y justo en ese sentido.

Tradicionalmente el revisionismo reivindicó la figura de personajes históricos como Dorrego, Rosas o el mismo Saavedra. Pero en los últimos años comenzó a reivindicar, paradójicamente, al sector más liberal de la Revolución de Mayo, como Castelli, Belgrano y principalmente a Moreno. ¿A qué cree que se debe este giro?

Es un giro que les permite hundir aún más la figura de hombres como Rivadavia, ocultando por ejemplo que el hecho de izar la Bandera por primera vez fue una terrible negligencia por parte de Belgrano. Rivadavia estaba llevando a cabo una delicada política diplomática para evitar el avance de los portugueses sobre nuestro territorio, el declararnos independientes o cualquier movimiento que diera al exterior esa impresión ponía en peligro las negociaciones, pues al ser rebeldes a España podían atacarnos con la excusa de protegerlos. Por entonces Carlota Joaquina –hermana de Fernando VII y princesa de Portugal– hubiese podido ingresar con toda legalidad a cuidar el patrimonio de su familia. Quitando el contexto, se demoniza a Rivadavia tratándolo de poco patriota, cuando en realidad fue un grave error de Belgrano. Lo interesante, además, es que no hacen hincapié en que todos eran liberales y admiradores de Inglaterra en la misma proporción.    

Sin embargo hay una reivindicación, por parte de esta corriente, de Moreno, un hombre que representa ideas liberales, e incluso jacobinas, para la época, como se puede ver en el Plan de operaciones. ¿Por qué se destaca tanto esa posición, que en los años setenta el revisionismo clásico denostaba?

Muchos historiadores buscan justificar acciones del presente a través del pasado, el revisionismo actuó como la historia oficial en los últimos años, probablemente la respuesta se halle en las similitudes que encontraron con ese personaje, al que moldearon bastante para terminarlo de hacer encajar con lo que buscaban demostrar.  

Toma una posición muy fuerte en el sentido de no reconocerle a Rosas una real pertenencia a lo que se suele identificar como la facción Federal. ¿Cuáles son los motivos que la llevan a sostener esa posición?

El simple análisis de su política, de sus acciones a lo largo de tantos años en el poder, lleva a la conclusión de que Rosas fue centralista y unitario. Manejó a las provincias a su antojo y no dio lugar a otra opinión que la propia, ni a otra voluntad que la suya.

En ese esquema de poder, ¿qué rol ocupaba la Mazorca?

La Mazorca era la encargada de reprimir a quienes no estuviese de acuerdo con el régimen impuesto por Rosas, fue su brazo armado. Cometió atropellos y bestialidades inimaginables. En ciertos momentos arremetió con mayor fuerza y fue sumamente necesaria para mantener a Rosas durante tantos años en el poder. Lo demuestra el hecho de que no hubo casi resistencia a las tropas de Urquiza cuando este decidió avanzar, Buenos Aires se había hartado de toda la represión impuesta por Rosas.

Como mendocina se preocupa mucho por rescatar, al igual que la mayoría de sus colegas, la figura de San Martín. Desde pequeños nos enseñan que el Libertador fue un hombre que esquivó las luchas políticas. Sabemos que no es cierto, sobre todo por su rol como gobernador de Mendoza y su posterior actuación en Perú. ¿Por qué cree que San Martín no se decidió, después de volver de su campaña, a encarar la lucha política en las Provincias Unidas y si lo hacen sus soldados, como Lavalle o el propio Dorrego?

Creo que San Martín, a diferencia del resto, no tuvo deseos de perpetuarse en el poder o de gobernar, sus fines eran más amplios: la libertad de América. Cuando tuvo que gobernar lo hizo en pos de ese objetivo. San Martín fue un ser excepcional sin lugar a dudas.

Es interesante la relación de San Martín con su mujer mientras ambos vivieron en Mendoza. Contra lo que se cree, parece un hombre involucrado con ella. Pero a la vez, es tétrico cuando relata que la envío de nuevo a Buenos Aires y en la misma comitiva mandó un cajón por si ella moría en el camino…

Sin dudas la relación entre ambos es algo que los historiadores no alcanzamos a poder descifrar del todo, hay muchas preguntas al respecto y la mayoría sólo se pueden dibujar a través de hipótesis muy difíciles de comprobar por la falta de elementos concretos. El mismo General Paz en sus memorias se refiere a este episodio cuestionando la actitud de San Martín, por el hecho de que enviase a su mujer e hija en soledad a afrontar un trayecto tan peligroso. Incluso Remedios tuvo que pedir custodia a Belgrano, quien envió a La Madrid y a Paz para socorrerla en el camino. 

¿Cuáles son los motivos que la llevan a enfocar parte de su trabajo en personajes que tuvieron “mala prensa”, como Rivadavia, o algunos casi olvidados, como el General Paz?

Mi objetivo es siempre el de llegar a la verdad, es el objetivo de esta ciencia. Desnudar lo negativo o positivo de los hombres de nuestro pasado es parte de ese trabajo. La historia no es una opinión –como sostenían los griegos– es una ciencia, lo que el historiador opine sobre Rivadavia no debe influir en el análisis de lo que en realidad fue Rivadavia y en el caso de este personaje es sumamente notable la falta de equidad a la hora de estudiarlo. Los seres humanos siempre vamos a ser subjetivos, pero luchar contra esa subjetividad es lo que hace de un historiador un buen profesional.

Con respecto al rescate de figuras como Paz, es fundamental tener en cuenta todas las piezas a la hora de analizar nuestro pasado y sin lugar a dudas enriquece cualquier estudio otorgándole mayor valor científico. Por otra parte, me resultó un acto de justicia incluirlos, fueron hombres que con sus errores y virtudes entregaron su vida.

¿A qué se debe, desde el punto de vista histórico, que durante el siglo XIX se hayan dado tantos avances en pos de generar una plataforma educacional que logra alfabetizar a casi toda la población hacia principios del siglo XX, con personajes como Sarmiento, Echeverría, Avellaneda o el impulso a la Ley 1420 durante la presidencia de Roca, y en la actualidad es una de nuestras grandes falencias?

Creo que los argentinos tomamos muy malas decisiones a lo largo de todo el siglo XX, dando espacio en las esferas de poder a personas más interesadas en beneficiarse y en enriquecerse que en mejorar o hacer avanzar al país. La búsqueda de ese caudillo salvador de modo permanente, sin analizar, sin buscar que las cosas funcionen en la realidad tiene mucho que ver. Sarmiento lo advierte al señalar que estudiando a Facundo se podía conocer a los argentinos.

Las mujeres ocuparon un rol relevante en la historia del siglo XIX (Mariquita Sánchez de Thompson, Machaca Güemes, Juana Azurduy o Manuela Rosas), en una sociedad y una época claramente dominada por los hombres. ¿A qué se debe ese protagonismo? ¿No es una contradicción al respecto que el sufragio femenino recién se aprobara en la década del cincuenta del siglo XX?

Creo que no fueron muchas las mujeres que ocuparon lugares de importancia, solamente algunas privilegiadas con la valentía suficiente para imponerse y el acompañamiento de hombres como los de la Generación del 37. Hombres excepcionales. 

Hay un punto que me llamó la atención. Entiendo, que como en su momento dijo Churchill “la historia me tratará bien porque yo la voy a escribir” (y hasta ganó un premio Nobel por ello). En nuestro caso fue Mitre quien escribió la historia. Ahora, leyendo Héroes y Villanos, encontramos que en los últimos años de su vida el ex presidente es el primero en reconocer derechos a los trabajadores. ¿A qué se debe que este posicionamiento es olvidado?

Solo reconocemos a Yrigoyen o Perón como dirigentes que han tenido esa inclinación por los derechos laborales… Creo, sinceramente, que no son muchos los historiadores que han dedicado paginas a Mitre y a investigarlo. En gran medida creo que eso influye, basta con observar las pocas biografías que existen de Mitre o artículos. Me parece destacable la conciencia que tuvieron Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca al momento de crear nuestras bases como Nación. Por ejemplo, Mitre tuvo que crear la primera Corte Suprema y colocó en la misma a del Carril, uno de sus mayores opositores. Por otra parte, tanto Sarmiento como Roca se detestaban, pero cuando Roca tuvo la tarea de generar la primera ley de educación buscó a Sarmiento para que se encargara y este accedió. Fueron hombres que supieron dejar de lado sus rivalidades e implementar políticas de Estado. Estrategas, hombres que pensaron en las próximas generaciones y fueron conscientes de la gran responsabilidad que tenían.

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