Una mujer checa en topless le hizo una celada al presidente Milos Zeman cuando fue a votar ayer en la elección a presidente, y le gritó “Puta de Putin”. En checo no debe tener la misma cacofonía que en español. Así que, en checo, no debe causar ninguna gracia. De hecho el presidente Milos Zeman tuvo que ser asistido por sus guardespaldas por el digusto.
Resulta que Zeman va por la reelección y ganó la primera vuelta con un 40% de los votos, según la Oficina de Estadística Checa (Jiri Drahos, ex presidente de la Academia de Ciencias, tendría el 25,8% que le permitiría competir en la segunda vuelta).
La chica del torso desnudo le puso el pecho a la acusación de todos los detractores de Zemán. que es servil a Rusia por intereses financieros. Se ha pronunciado a favor de la anexión de Crimea. En 2015 cuando se celebraba en la Plaza Roja el Día de la Victoria en medio de la crisis con Ucrania el presidente Zeman fue el único que acudió a las celebraciones rompiendo así el boicot que habían organizado el resto de los presidentes de Europa. Se tiraron flores y se rieron sin sutilezas. Otra vez, Zeman bromeó con Putin sobre la posibilidad de “liquidar a periodistas”, durante un encuentro bilateral en Pekín “Hay demasiados periodistas aquí, habría que liquidarlos”, dijo en la rueda de prensa de ambos mandatarios, según la televisión pública checa. El ruso le respondió: “No es necesario, se puede simplemente reducir su número”. También bromeó con la posibilidad de matar al primer ministro checo y su rival político, el socialdemócrata Bohuslav Sobotka. “¿Cómo podemos librarnos del primer ministro?”, preguntó alguien y Zeman contestó: “la opción democrática es sólo una, unas elecciones libres. La no democrática es con un Kalashnikov”.
Milos Zeman es un ex comunista y fue presidente del partido social demócrata, por eso extraña su posición abiertamente anti musulmana y su permanentes intentos de disuadir la “invasión planificada”, según su decir, de los refugiados sirios. La comparación suele ser con el nazismo, no tanto por la Ley de Godwin que dice que a medida que una discusión se alarga es muy probable que alguien mencione a Hitler sino porque la historia de Checoslovaquia está traumatizada por el horror de la invasión nazi. Teme por atentados terroristas por provenientes de una radicalización incontrolable e instó a sus compatriotas a armarse contra un posible “Super Holocausto”.
En el discurso por el setenta aniversario de la liberación de Auschwitz criticó la ambivalencia de la clase intelectual checoslovaca durante la ocupación nazi. Arremetió contra un periodista reconocido por denunciar valientemente al nazismo y al comunismo, al punto de tener que exiliarse, y lo acusó de haber escrito un artículo donde decía que “Hitler era un caballero” e instó a buscar por cielo y tierra la nota que nunca apareció. Pero obsesionado con la frase que él mismo dice haber leído ofreció una recompensa de 4000 euros a quien consiguiera la prueba.
Se lo acusa de populista, pero Zeman, sin sentido, responde que eso es una etiqueta.
Es un euroescépitico pero no puede darse el lujo de correrse del banquete que le representa la Unión Europea. Es que la Chequía debe permanecer quietita en el conjunto por la cantidad de subsidios de los fondos europeos que le llegan.
Vale citarlo: “La UE es un chiste sobre un tren destartalado. Pero el chiste tiene varios remates. El último sería que con el tren detenido cerraron las cortinas pero simulan que el tren sigue andando”.
Es un fumador, no piensa dejarlo y milita la causa del tabaco. Pregona que son una minoría discriminada y perseguida, en los restaurantes, los hoteles y en todas partes. Tiene la negadora y peligrosa teoría de que si empezás a fumar, luego de los 27 años el cigarrillo es inofensivo. Pero también le gusta la bebida. Se lo vio (está filmado) entrar borracho en eventos oficiales, dando zancadas lentas en el aire y apoyándose en las paredes. Desde presidencia tuvieron que salir a decir que justo en ese momento estaba siendo afectado por alguna clase de virus.
Por supuesto, no le cae nada mal su homólogo norteamericano, Donald Trump.
A 50 años de la Primavera de Praga, casi 30 de la Revolución de Terciopelo que impulsada por la Perestroika los hizo salir del comunismo, y a 25 del Divorcio de Terciopelo cuando Checoslovaquia se dividió en República Checa y Eslovaquia, la primera tiene hoy su segunda elección como presidente. Fueron estos procesos pacíficos y con grandes referentes del arte como hacedores, pero no se privan, de tener y tal vez sostener, a su propio animador nacionalista, intragable, que le pone las respuestas en al boca a esa parte de la población mundial occidental que le huye a la globalización.