martes 19 de marzo de 2024
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Gabriel Palumbo: “La idea de coalición que plantea Fernández no es cierta, es el PJ gobernando”

Charlamos con Gabriel Palumbo la actualidad política y el nuevo gobierno. Gabriel es Sociólogo, analista político y crítico de arte.

Pareciera que el primer gabinete de Alberto Fernández se compone de un elemento centralista muy fuerte ¿qué pensás al respecto?

Es cierto, no lo había pensado hasta ahora demasiado en esa dimensión, pero es cierto que es un gabinete muy aporteñado y muy apegado a lo que son los intereses de la Ciudad de Buenos Aires y un poco de los alrededores, no es muy federal, cosa que puede terminar siendo un problema sobre todo entendiendo que a lo primero que a lo que le echa mano el gobierno es a la cuestión de las retenciones, lo que seguramente les dará los dólares más frescos. Es probable que esa falta de sensibilidad con lo federal y con el campo pueda generar un problema. De todos modos el principal problema que tiene el gabinete no es ese, sino que se trata de una cuestión política y que se ve en el loteo de los espacios. El gobierno loteó el gabinete, y más allá de los dichos del presidente acerca de una coalición gobernante, lo que es falso, lo que muestra esta forma de repartos es que estamos frente a un gobierno en disputa. Por lo tanto esta idea que menciona Fernández de la coalición no es cierta, es el PJ gobernando. Y en ese sentido me parece que este loteo que se hizo del gabinete expresa fundamentalmente la indefinición acerca de quien efectivamente ejercerá el poder en la argentina en los próximos años.

Algo que no se ve en lo que es las Cámaras Legislativas donde claramente el poder lo terminó de definir Cristina Fernández.

Exactamente ese es el otro punto, la otra cara de esta cuestión, además, porque no se trata solo de l control d elas cámaras,  sino también la provincia de Buenos Aires. Hay allí un poder muy concentrado del Kirchnerismo más clásico que puede ser visto casi como un gobierno paralelo. Lo que aparece a primera vista es que, si el Presidente Fernández tiene alguna hipótesis de diferenciación frente al kirchnerismo, cosa que dudo mucho, no lo logró plasmar con contundencia en el armado del gabinete. En cambio, el kirchnerismo si logró establecer una cabecera de playa importnate en las cámaras y en el control político exclusivo en la provincia de Buenos Aires.

¿Podría lograrlo con la Ley de Emergencia Económica?

Si, porque ahí tendrían una cuña, presupuesto, partidas y recursos. De todos modos, hay que ver qué sucede realmente con los alcances de esa ley.

No necesitará negociar con Cristina…

En parte eso, pero, fundamentalmente se trata de una cuestión simbólica. Alberto Fernández es una persona que conoce el poder, y que sabe como funciona, por lo tanto entiende del proceso de empoderamiento que significa sentarse en el sillón presidencial. Sería lógico pensar que intentará usar ese poder para saldar algunas cuestiones de balanceo de poder interno dentro del gobierno y lograr independizarse un poco de las presiones del kirchnerismo. Lo que quiero enfatizar son dos cosas, en primer lugar que no creo del todo que esa disputa sea ideológica, y luego que en realidad no creo que exista un estado de beligerancia real y concreto dentro del gobierno. Paradójicamente que eso se agudice va a depender mucho de lo que haga la oposición, si el gobierno percibe que juega solo va a poder tramitar esto más administrativamente, si siente por el contrario que hay alguna disputa en el sentido del poder político, es probable que eso lo lleve a cometer ciertos errores en relación con la propia definición política. Mi sensación es que todavía están jugando solos, que ha habido desde la asunción hasta acá, o incluso un poco antes, algunas cuestiones que hubieran merecido un nervio opositor un poco más firme.

La resolución de Kicillof de nombrar un funcionario procesado, amparándose en el lawfere es una de ellas. 

Estaba pensando en una línea que va del alegato de Cristina Fernández de Kirchner a Zannini procurador de tesoro, al nombramiento de este funcionario. 

Ahí hay una línea que claramente necesita de una oposición que haga política. Coronado eso por las leyes de urgencia, que ahí tenes un corpus que el gobierno puso por donde va a ir la agenda para que ya estés alerta y vigilante. ¿Qué te pareció la contradicción entre el discurso entre Alberto Fernández al mediodía cuando asumió y el nocturno donde se marcaron ambos la cancha en Plaza de Mayo?

Cuando el peronismo tiene disputas internas, esto es siempre así, se independiza de la ciudadanía, lo que vimos el día de la asunción, sobre todo en el discurso de la noche fuen una gran escenificación, una suerte de gran Pimpinela: se hablaban entre ellos en una especia de opereta en el cual ese pueblo al que tanto dicen amar y ver feliz estaba oficiando de decorado. Pero conociendo la lógica del ejercicio populista del poder y poniendo a este ciclo dentro de él, lo que mas preocupa es la tendencia a independizar la disputa política de la realidad. SI observamos los dos discursos del día de asunción, se notan diferencias a partir del reconocimiento de audiencias diferentes y de los objetivos políticos en cada caso. El discurso del mediodía fue más articulado, más institucional. El discurso fue articulado, es cierto, pero no fue bueno: Tuvo omisiones muy fuertes en términos simbólicos, lo que genera algunas dudas que refuerzan la idea de un gobierno que no tiene muy claro el camino. Creo que un ejemplo muy ostensible de esto es la distancia entre la gran apuesta discursiva en relación con el empoderamiento de la mujer, y el hecho de no hacer ninguna mención sobre la cuestión del aborto, intentado pendular entre su base electoral y el Vaticano.

La sensación que a mí me dio el discurso de la Asamblea es que Fernández intento marcar un poco más las diferencias en relación con el último gobierno de Cristina Kirchner poniendo énfasis en algunas cuestiones institucionales y de libertad de prensa y demás, per que dejaba mucha incertidumbre alrededor de unos anuncios absolutamente indeterminados sobre una reforma federal de la justicia y otros temas. Es un discurso muy ambiguo y que puede estar marcando, además de las reconocibles disputas internas, un estado de franca improvisación y falta de ideas.

No solamente la justicia, la AFI o el hecho que no va a pautar más a programas de periodistas pero si a las corporaciones periodísticas.

Es cierto, y con un agregado, esta idea que se deslizó sobre una versión e intervención pedagógica en la pauta. Pese a ser muy difuso, y seguramente impracticable, la sola idea es un poco peligrosa. De ahí la adoctrinamiento hay un solo paso. Y aún siendo un poco menos precavido, podríamos decirnos que seguramente el hilo entre publicidad y propaganda no aparecería demasiado claro.

Además asusta pensando desde donde se va a manejar la pauta, porque el Ministro de Cultura ya es una persona que demostró arbitrariedades…

Si, es visceralmente autoritario, no deja nunca de pasar la oportunidad para mostrar su costado más autoritario. Es así, es un dato que el gobierno haya tomado la decisión de que Bauer sea el Ministro de Cultura. Muy probablemente refuerza mi sensación acerca de este gobierno en relación a caracterizarlo, inicialmente, como un ejercicio de ajuste económico combinado con unanimismo cultural. Al parecer no va por ese camino la designación de Meritello en medios, lo que es un alivio. De todos modos, y esto no se aleja del campocultural s lo vemos con un angular más amplio, creo que en terminos generales las designaciones personales terminan subsumidas a una intención o a un clima que plantea el gobierno. Y en este sentido, me parece que el gobierno se va a orientar en función a como vayan pasando las cosas y no al revés. No hay que olvidar que este es un gobierno encabezado por una persona que no tiene ideas, o más bien que las tiene todas y no tiene ninguna al mismo tiempo. Puede ser maoísta hoy y ultraliberal pasado mañana, por lo tanto va a tomar el camino que los actores políticos y económicos le impongan. No creo que vayamos a ver muy rápido el perfil de gobierno, salvo en algunas cuestiones que estén muy manejadas por el espacio más clásicamente kirchnerista. El perfil del nuevo gobierno se va a ir dibujando con el correr del tiempo. Ninguna experiencia política, por más tributaria que sea de algunos procesos o partidos  es idéntica a otra experiencia. Los que piensen que esto va a ser igual que el segundo gobierno de Cristina Kirchner se van a equivocar, este ciclo va a ser necesariamente distinto, ni mejor ni peor. Hay cierta comodidad en el ejercicio de la oposición en pensar y actuar como si se trataran de experiencias asimilables.

¿Crees que la oposición debería estar más alerta?

Creo que si. Analiticamente me interesa mucho poder identificar algunas cosas del gobierno, pero políticamente me interesa más la oposición y lo que pueda hacer. Hasta ahora, es cierto que va muy poco tiempo, le veo muy poco nervio y se los percibe como preocupados en otra cosa. Todos entendemos que hay cuestiones de definiciones, de espacios, de cargos y de lugares que mezclan la preocupación institucional con la superviviencia política. Pero será cuestión de atender las dos cosas. La tosca materia y los grandes temas

Hay un mensaje claro del 41% del electorado que lo voto para que justamente trabajen de opositores, que votó sabiendo que iban a ser opositores porque ya estaba la PASO definida.

La oposición va a requerir de muchísima inteligencia para tratar de que ese 41% al menos sea percibido como un espacio razonablemente homogéneo. Ese 41% es más bien oposicional, está conformado por las personas que no querían la vuelta del Kirchnerismo y claramente Juntos por el Cambio expresaba eso y cosechó electoralmente. Pero no se trata de una traducción directa y por eso la inteligencia de la oposición es en principio hacer percibir esto como real, y luego construir una institucionalidad que le dé cause a ese 41% en una lógica común. Y hay que ejercer la oposición desde el primer día, si el gobierno gobierna desde el día uno la oposición tiene que serlo también desde ese día uno. Estoy absolutamente convencido de que una buena parte de los problemas que tuvo el gobierno de Cambiemos se debieron a una renuncia explicita de hacer política. La suma de diferentes factores se combinaron en una especie de romantización de la novedad, que generó una idea adversa sobre la acción política. Se armó un esquema simbólico pasivo en el que hacer política no era seductor ni erotizante. Una buena parte de los problemas que tuvo Cambiemos se deben, a mi juicio, a esto. Incluso creo que esta renuncia a la narración política no le permitió contrarrestar algunos efectos de la enorme crisis económica y los fracasos económicos del gobierno, que son inocultables. Tal vez si le hubiésemos dado más relieve al costado de la política, en lo simbólico y de la narración se hubieran podido mitigar algunas cuestiones y hubiéramos estado preparados de otra manera. Yo creo que eso es una pedagogía del último ciclo de Cambiemos. Me parece muy bien que en la oposición no hagamos lo mismo. 

Marcaste errores principalmente económicos ¿en qué triunfo cambiemos?

Yo creo que el gobierno de Cambiemos fue un fracaso. Y creo, además, sin mucha expectativa, que hay que hacer un indispensable ejercicio critico frente a lo que se hizo durante la gestión. Sería muy malo para la democracia argentina que Cambiemos se sume a esta idea aldeana que solemos tener en la que no necesitamos revisar nada de lo que se hace. La idea de una política sin consecuencias para la política termina en una pésima calidad de la demcoracia y sería bueno abstener se de colaborar en su profundizacion. Argentina está siempre mordiéndose la cola y comentando permanentemente los mismos problemas, en alguna medida porque no hay una autocrítica fuerte. Si nosotros no encontramos alguna responsabilidad política en lo mal que fue el gobierno y terminamos convirtiendo en líderes políticos a las mismas personas que cometieron los errores que nos llevaron a fracasar en el poder, terminaremos construyendo un ejercicio político absurdo y sin sentido.

Desde ya que hay algunas dimesiones donde las cosas se hicieron bien, por ejemplo en términos de la provisión energética y en otros temas de infraestructura en los que se hicieron avances significativos. Los estándares de corrupción no tuvieron absolutamente nada que ver con los gobiernos anteriores, sobre todo con el ultimo del kirchnerismo, pero ser honesto es algo básico.

Pero fracasamos en cosas muy puntuales, nosotros mismos nos pusimos la vara de medición de la reducción de la pobreza y la aumentamos, la inflación dimos un estimativo y lo cuadruplicamos, y mandamos abajo la línea de pobreza a un montón de compatriotas, por lo tanto el que no diga que esto es un fracaso no sé qué está mirando. Creo, incluso, que las cosas pueden verse desde otro lugar. Es realmente un milagro que un gobierno con estos indicadores logre obtener, de salida, un 41% de los votos y esto es lo que hay que mirar para ver cómo se reorienta la acción política en una dirección que lo consolide y lo vuela institucional.

Me permito insistir con el carácter pedagógico de la experiencia. Creo que hay que aprender mucho de los erroes. El gobierno de Cambiemos no tuvo ningún programa de reformas y eso en política se paga. Hubo algunos rasgos que tenían incluso un temperamento de base religiosa, en el sentido de “con que lleguemos nosotros basta, porque somos mejores” y se descansó demasiado, excesivamente sobre esa idea equivocada. Luego, hubo cuestiones mas de política institucional, el hecho de que nunca fue un gobierno verdaderamente de coalicion dificulto las cosas, porque podría haber habido miradas complementarias y diferentes, conversaciones más fluidas que podrían haber hecho que algunas cuestiones se mejoraran. Si la idea, y todo parece indicar que es así,  es seguir trabajando juntos y ser una opción política para el futuro, me parece que estas cosas hay que tomarlas como una pedagogía. Desde mi punto de vista lo peor que se puede hacer es desconocer eso porque se lo está escondiendo.

Ese debería ser el punto de partida para el funcionamiento futuro.

Creo que si, y espero que en este mismo momento haya diez grupos que forman parte de Cambiemos pensando en que pasó y que viene. Sería muy bueno, también, que la acción de estos grupos sea pública, así la ciudadanía puede evaluar con más elementos. En un sentido lateral esto podría también mejorar la mirada que existe sobre la práctica política y sobre los partidos.

En este sentido, el radicalismo está, por tradición y por estructura, mostrando más de madurez que el PRO, y la Coalición Cívica es una entidad un poco más indefinible, más rara. 

El PRO probablemente aun no digirió la derrota… 

El PRO no lo digirió, muy probablemente, y se encuentra muy rápido en una situación de disputa de liderazgos bastante compleja

Siempre ganó, en eso es muy peronista, les debe estar pasando lo que le pasó al peronismo en el 83.

Si, además va a haber disputa por el legado.

Monzó dio un reportaje y salió con los tapones de punta en contra de Macri. ¿Cómo la ves a Vidal?

Desde las PASO, con un resultado que no se esperaba, que la veo muy desdibijada y errática. Incluso al final de la campaña tuvo clarísimos gestos de distanciamiento con el gobierno que generaron, por lo que se, bastante enojo. Fue muy gráfico el hecho que en el cierre de campaña de Vidal la cartelera sobre el escenario no tenía ninguna mención a Cambiemos y figuraba una frase ambigua : “Ahora Nosotros”, era bastante explicito el intento de separación y no parecía tener que ver una estrategia electoral más general.

Ya que mencionaste el cierre de campaña de las PASO, yo vi que en la previa como que se desinfló.

Todo el proceso de campaña de Cambiemos fue muy extraño y fue de muy baja intensidad. Lo atribuyo a la convicción, que luego se mostró equivocada, en que si el resultado era más/menos 5% , era tolerable y que se revertía en la elección general. Lo explico por ese lado porque si no me resulta inexplicable. 

Usando una metáfora futbolística, fueron a trabar con la piernita muy floja…

Hubo gente que había advertido de estas cosas, y no se las escucho.

Sobre todo los que tienen más experiencia en la política.

Si, y también Roberto Zapata, el sociólogo español del equipo de Durán Barba, vino acá en abril, miró los resultados de los focus y les dijo que íbamos a perder, y así como llegó volvió a Madrid. Tengo entendido que otros actores relevantes de la coalición tenían números y perspectivas similares que no fueron tomadas en cuenta. Esto terminó en errores de aproximación política que explican lo que señalás en relación con esa relajación en las PASO y explican también algunas actiudes políticas tomadas a último momento que desperfilaron mucho a Cambiemos. No es algo que pese en los análisis, pero no me resulta para nada menor que la campaña haya tomado un rumbo opuesto al que propusimos desde día uno y nos permitió ganarle al peronismo. En Argentina, como es un lugar donde la democracia es de tan baja calidad, no se va a pagar demasiado costo por eso, pero que hay que pensar. Nosotros entramos al gobierno con una idea de la economía y política que era opuesta a la tuvimos cuando salimos, en menos de cuatro años. Debería pensarse un poco más en eso.

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