Casi el 20% del gas que produce la Argentina viene del mar, de la producción offshore, costas afuera. Argentina tiene una importante experiencia en este tipo de producción desde la década del 70 en la cuenca austral.
Una de las últimas medidas del gobierno que termina fue la realización de licitaciones de exploración y eso marca el retorno de la Argentina a una buena práctica, abandonada hace más de 25 años, que es la exploración en el mar argentino, específicamente en la plataforma continental, que permanece prácticamente inexplorada.
Esta licitación adjudicó 18 áreas en tres cuencas y atrajo la atención de las principales productoras de hidrocarburos del mundo que comprometieron hacer más de 700 millones de dólares de inversión. Esto no sólo marca el éxito de la licitación sino las probabilidades ciertas que ve el capital privado en tener éxito. Si esto es así y se realiza un descubrimiento comercialmente explotable, en un principio tendrá un aporte marginal pero en el mediano plazo se transformará en una alternativa importante de abastecimiento de energía para la Argentina. Además, será una alternativa para la inversión que dejará de ver a Vaca Muerta como la única alternativa viable y posible.
Es esperable que la próxima administración continúe y acentúe esta política exploratoria licitando y adjudicando áreas y cuencas todavía no visitadas, e invitemos a nuestro vecino, Brasil, que después de 16 licitaciones canalizó decenas de miles de millones de dólares de inversión y ponen a Brasil en camino de ser un importante actor en el sector de hidrocarburos global.